¿Qué tiene “el Luch” para que el bueno de Valeri no lo quiera ver ni en pintura? La respuesta se mide en kilométros, concretamente el algo más de 9.000, pero primero vamos a presentar a nuestro felino protagonista de hoy: el FC Luch-Energiya Vladivostok.
Me da igual contra quien jugar. Lo único que quiero es que no ascienda el Luch.»
Valeri Karpin, director general del Spartak de Moscú
Fundado en 1952, pese a que no fue hasta 1958 cuando adquirió tintes profesionales, el club que luce un tigre siberiano en su escudo disputa sus partidos en el Estadio Dynamo (capacidad: 10.200 espectadores) de Vladivostok. Amarillo y azul son los colores que tiñen sus camisolas y, actualmente, compite en el segundo nivel del fútbol ruso (Primera División, justo por debajo de la Premier, suprema categoría que abandonó en el 2008).

Conocido como Primortsy (Primorie), Dal’nevostochniki (Lejano Oriente) o Tigry (tigres), el equipo ruso es la escuadra situada más al Oriente del territorio ruso. Nueve horas de vuelo desde Moscú para jugar un partido de Liga (o de Copa). He aquí la razón de la frase lapidaria de Karpin con la que hemos comenzado el artículo. Aunque tampoco debe de ser fácil para los jugadores del Luch tener que recorrerse media Rusia cada quince días. Y mucho menos para los aficionados de los tigres.
En el 2006, un trío de seguidores del Zenit de San Petersburgo (Evgeny Stepanov, Aleksandr Zaraysky y Veronika Davidova) condujeron 15.000 km a través de Rusia para ver jugar a su equipo en casa del Luch.
Cuando llegaron a Vladivostok, el coche dijo basta, y les dejó allí tirados. Tuvieron que emprender el regreso a casa a bordo del mítico Transiberiano. Y la odisea de su viaje se vio recompensada: el club tuvo el detalle de regalarles un coche nuevo.
Curioso éste club ruso, al que en el año 2007 llegó un míster español: Francisco Arcos.
Tenemos siete horas de diferencia con la capital y nueve de viaje. Salimos a las dos de la tarde y llegamos a Moscú a las cuatro, pero para nosotros son las once de la noche. De Oeste a Este no hay tanto problema para adaptarte como a la vuelta, cuando no podemos programar entrenamientos por la mañana porque los jugadores tienen problemas para dormir.
Lo peor son los viajes, pero los hacemos en buenos aviones y siempre vamos a hoteles de lujo. Económicamente, el club cumple, lo que no pueden decir todos los de la misma categoría en España. Muchos jugadores temen que con la Ley Concursal lo que tenían apalabrado se quede en la mitad. En Vladivostok hay garantías.
(Entrevista El País, año 2010)

Paco Arcos, que antes de llegar a Rusia había sido preparador físico en Croacia (Hajduk Split y Selección), abandonó la disciplina del Luch en la temporada 2011-2012.
Actualmente, el FC Luch-Energiya Vladivostok ocupa el octavo lugar en la tabla clasificatoria de la Primera División rusa (antesala de la Premier).
De momento, Valery Karpin, respira tranquilo.