Su estilo de fútbol nunca enamoró. Su vitrina no está llena de trofeos. No sé exactamente por qué pero les quiero, se les quiere. El Leeds United cumple este 2019 cien años de vida, de éxitos y de muchos sufrimientos, con una fama de club perseguido por las desgracias pero con la leyenda de luchadores incansables.
Ahora, Bielsa es el líder en el banquillo y el castellonense Pablo Hernández (ex del Valencia) es su líder sobre el césped. Y con ellos dos como referentes el Leeds United busca regresar a la élite, lidera la Championship League, lo que los de aquí llamamos la segunda inglesa.

El “Loco” Bielsa lo ha vuelto a hacer. Su carácter ha vuelto a ganarse una afición que está entregada al técnico rosarino (Argentina). Su equipo lidera la clasificación con 51 puntos y se ha ganado durante los últimos meses el ser considerado el gran favorito al ascenso a la Premier. Además, de las jornadas navideñas siempre intensas en Inglaterra ha salido reforzado con tres victorias incluidas que le han afianzado en el liderato. Una muestra del enamoramiento de la grada con el técnico argentino es el cántico que le dedican, una original versión del clásico Bohemian Rhapsody dedicada a él.
A sus 33 años, Pablo Hernández que muchos recordaréis por ser un extremo que prometía en el Valencia hace una década como el nuevo Vicente, y por ser uno de los máximos accionistas del actual Castellón resurgido de las cenizas, es el líder de la plantilla. Su rendimiento está siendo notable esta campaña con más de siete goles y las mismas asistencias. Tras su paso por el Swansea, Al Arabi, Al Nasr y Getafe, ahora en el Leeds parece vivir una segunda juventud en las botas y una madurez sobresaliente que aporta mucho a crear una gran identidad de equipo.
Cien años de sonrisas y lágrimas
Este curso el club festeja su centenario tras nacer en 1919 después de la desaparición del Leeds City CF. El Leeds no es un equipo repleto de éxitos que narrar, pero como bien refleja la frase que le dedicó a la grada Eric Cantona (legendario delantero que luego jugó en el Manchester United), es un club querido y respetado por su forma de ser. “Os quiero, no sé exactamente por qué, pero os quiero”, fueron las palabras exactas del atacante.
En su historia podemos destacar a John Charles, jugador de los años 40 y 50 que formó parte de su plantilla y que es considerado uno de los mejores futbolistas, si no el mejor jugador galés de todos los tiempos. Su gran rendimiento influyó en ver un Leeds dominador del fútbol inglés, hasta que un incendio dañó de forma las instalaciones de la entidad y se vieron obligados a vender a su gran estrella.
Entre los finales de los años 60 y principios de los 70 esta entidad logró sus mayores títulos: dos Ligas, Carling Cup, Copa de Ferias…y una final de Copa de Europa ante el Bayern Munich de Beckenbauer.
En 1992 en Leeds ganó su última Liga, la última liga antes que la primera división british se transformara en la que hoy conocemos como Premier League. Se les conoce como los últimos campeones del fútbol clásico, porque sus jugadores tenían sueldos bajos (400 libras a la semana el que más ganaba), porque lo que comentaba antes de ser el último ganador de un campeonato inglés más tradicional, alejado de lo que se convirtió luego en la Premier League como espectáculo dirigido a todo el planeta.

Durante la siguiente década (90 y 2000) el Leeds peleó constantemente por meterse en puestos europeos, bien en la UEFA o en la Champions. En aquel último del Leeds de primera estaban jugadores como Ian Harte, Woodgate, Jimmy Hasselbaink, Alan Smith, Rio Ferdinand, Marc Viduka, Kewell, Fowler… En aquellas tardes y noche gloriosas cabe recordar la participación en la Champions varias temporadas, destacando la semifinal que jugó y perdió con el Valencia de Héctor Cúper.
Tanto éxito no supieron gestionarlo y terminaron invirtiendo más en fichajes de lo que se podían permitir, y con el descenso el drama se consolidó en tragedia. Al final, en 2007 el club entró en situación de concurso de acreedores para solventar su frágil momento económico. Hay que resaltar un descenso a la tercera división que aún diezmó más sus finanzas. Su forma poco clara de abandonar su situación de concurso provocó una sanción de 15 puntos a restar en la tabla por parte de la Federación Inglesa, que evitó un regreso más rápido a la Segunda inglesa.
Una sombra de desgracias le han perseguido a lo largo de su historia, por ejemplo aquel equipo ganador de 1992 estaba formado por una plantilla de jugadores poco afortunados con el paso de los años. Mel Sterland, intentó suicidarse tras una vida demasiado difícil y no saber gestionar el éxito, pero cuenta la leyenda que un periodista le preguntó hace pocos años si valió la pena el título de Liga para todo lo que le vino después y él contestó “definitivamente, sí”.
Los “the whites” (se les llama “los blancos” por su indumentaria) sueñan con volver a disfrutar de noches legendarias en Elland Road, su estadio y testigo de los 100 años de vida que ahora celebran.