Jornada de Clásico, que a pesar de la amplia diferencia en la clasificación entre Real Madrid y FC Barcelona, siempre dejan cosas interesantes. En este caso, nada menos que un 0-4 para consagración de Xavi Hernández como gran salvador del orgullo culé. Las dudas no son mayores en el Bernabéu porque el Sevilla FC flojea y se mantiene lejos. Para regocijo de Barça y Atlético, que empiecen a olerse que, lejos de pelear por la cuarta plaza, podrían hacerlo por la segunda. Entramos en semana de selecciones, pero aun así, echaremos un vistazo a los rivales de competiciones europeas.
Clave 1: El Barça declara oficialmente el estado de felicidad
Del Barça del «esto es lo que hay» con Koeman, al de un Xavi que exige a sus jugadores que no bajen la intensidad con un 0-4 en el Bernabéu. Como cantan Delafé y las Flores Azules, la primavera ha llegado a la Ciudad Condal. El equipo catalán no ganó por casualidad, ejerció un dominio absoluto sobre el partido, estuvo mejor plantado, supo cómo y a qué jugarle al Real Madrid. Le desarboló, le fue encerrando y le acabó goleando.
Fue una master class del neófito Xavi al experimentado Ancelotti. Parafraseando ahora a Sabina, las uñas que se clavan allí donde más duele. En un Clásico en campo rival, fue donde Xavi Hernández aprovechó para demostrar su mejor nivel. Ya vimos hace un par de semanas cómo mejoraron los datos del FC Barcelona de Koeman al de Xavi, y cómo volvieron a mejorar cuando a Xavi le llegaron los refuerzos.
Ayer el Barça cerró a Vinicius con un estupendo Araujo como lateral derecho, ayudado por De Jong y Éric García. Manejó a su antojo en centro del campo, con Busquets en su segunda juventud y Pedri en su primera madurez. Rompió al Nacho eventual lateral izquierdo con un Dembélé en estado de gracia, tuvo en Ferrán Torres a un estilete indetectable por sus movimientos y a un Aubameyang que enloqueció a los centrales. Un baño sin paliativos.
Clave 2: El Real Madrid duda
Un equipo que estaba siendo mucho más fiable que preciosista, empieza a dudar con nueve puntos de ventaja y nueve partidos de Liga por disputar. El Real Madrid duda de sí mismo, y sobre todo de Ancelotti, un técnico, como cualquiera, con sus luces y sombras. Pero también un tipo tan honrado y con tan poco doblez, que es fácil que se lleve todos los palos cuando las cosas salen mal.
Más allá de considerarle buen técnico y mejor persona, la evidencia es que ayer el entrenador italiano se equivocó. Y lo pagó carísimo. El equipo no puede ser tan dependiente de Benzema. Ayer, sin el atacante francés, cualquier esfuerzo era inútil. La única salida parecía Vinicius, pero el brasileño ayer estaba más pendiente de dejarse caer (lamentable su piscinazo en el área) que de buscar soluciones. Las pocas que buscó, se las frenó Araujo.
Tampoco estaba Vinicius por la labor de ayudar a Nacho en la lucha con Dembélé. A pesar de que en los diez primeros minutos los blancos se acercaron en alguna ocasión (como un gran tiro de Valverde que despejó Ter Stegen), poco a poco el Barça iba tomando el control del partido y el Real Madrid se diluía en todas sus líneas. Casemiro no atinaba a apagar tantos incendios, los laterales se veían absolutamente desbordados, y los centrales perseguían sombras mientras dejaban espacios a su espalda.
Pero el mal planteamiento, sin un «nueve» que cubriera el hueco de Benzema, no fue el único problema. El equipo no enfrentó el partido con cuerpo de Clásico. Tal vez había resaca de partidos grandes tras la gloriosa eliminación del PSG o cierta sensación de que el cuento de la Liga está más que acabado. El cuarto gol, cuando los defensas se paran porque el juez de línea levanta el banderín sin esperar a ver si pita el árbitro, fue de partido de infantiles.
El Real Madrid sigue siendo el enorme favorito para ganar la Liga. Pero es cierto que un partido así puede dejar una sombra indeleble sobre el festejo del título. Muy bien le tendrá que ir la Champions para que no se rumoree que Ancelotti tendrá que hacer las maletas este verano. Es lo malo de ganar la Liga con mucha ventaja. El título se da por descontado mucho antes de acabar y al final no genera tanta alegría.
Clave 3: Aubameyang triunfa en el Bernabéu
Hace tiempo se anunció en parte de la prensa que Aubameyang podría llegar al Real Madrid. Fue uno de esos innumerables culebrones a los que nunca se le dan excesiva credibilidad, pero que entretienen algunos ratos de cualquier caluroso verano. En este caso, edulcorado por un abuelo español y muy futbolero que querría verle galopar por Chamartín.
Finalmente, Pierre – Emerick Aubameyang ha triunfado en el Bernabéu, pero de forma diferente a la que algunos esperaban. El delantero centro elegido en el mercado de invierno por Xavi y Mateo Alemany, se ha convertido en un ejemplo de adaptabilidad y compromiso. Siete goles en siete partidos de Liga. Ayer en el Clásico, dos goles, una asistencia, y varias ocasiones falladas que hacer pasar su actuación de brillante a histórica.
Siempre al filo del fuera de juego, Aubameyang es un delantero que se mueve de maravilla por el área y sus inmediaciones. Con Ferrán, acostumbrado también a moverse entre la banda y el centro, están rompiendo defensas en el Barça de Xavi Hernández. Es además un muy buen finalizador, y es capaz de anotar de cabeza, como hizo ayer ante el Real Madrid.
Muchos pensaron que, a sus 32 años y sin sitio en el Arsenal, el gabonés vendría a una suerte de retiro dorado en Can Barça. Nada más lejos de la realidad. Ha venido a demostrar que Arteta se equivocaba al darle de lado como pieza importante de los gunners. Más allá de las disputas personales que le hicieran insoportable para el técnico donostiarra, Aubameyang está enseñando un oficio como delantero encomiable. Un acicate para un equipo en mejoría, como es este Barça, contar con una punta de lanza en estado de gracia.
Clave 4: El Atleti vuelve al Cholismo
Un Atlético que daba paletadas indiscriminadas de cal y de arena, ha vuelto en las últimas jornadas al raíl del Cholismo que le ha dado buenos resultados en los últimos diez años. Simeone, que había experimentado con jugones, plagando el equipo de atacantes y demás variantes, ha acabado decantándose por lo práctico. Por los más fiables, los que menos fallen, los que ayuden a dejar la portería a cero y los que con media ocasión sean capaces de anotar un gol.
Pero entenderemos mejor en qué ha cambiado el Atlético de Madrid si atendemos a algunos datos sencillos sobre su desempeño. Para ello vamos a comparar sus cinco últimos partidos de Liga con los cinco anteriores. Las variables que hemos recogido son los puntos, goles a favor y en contra y tiros recibidos y ejecutados.
En el primer caso, el de los puntos, la mejoría es clara. En los últimos cinco ha logrado hacer pleno de victorias, con 15 puntos. Mientras, en los cinco anteriores había logrado menos de la mitad, solo siete puntos. En cuanto a los goles, ha anotado los mismos en los cinco últimos partidos que en los cinco anteriores: once tantos. La diferencia, y la esencia de la filosofía de Simeone, se ve en los goles recibidos. Ha pasado de doce en los cinco partidos anteriores, a solo dos en los cinco últimos. Recibe la sexta parte de goles de los que recibía hace algo más de un mes.
Pero lo más curioso es el dato de tiros a favor y en contra. En los últimos cinco partidos anota un gol cada 3’9 tiros. En los cinco anteriores necesitaba 4’9 tiros para marcar. Dicho lo cual, tira menos ahora, 43 en los cinco últimos partidos contra 54 en los cinco anteriores. Más sorprendente aun es el dato de tiros en contra. Sus rivales han pasado de necesitar 3’9 tiros para marcarle un gol, a precisar de nada menos que 38’5 tiros para batirle. No obstante, también le tiran más, de recibir 9’4 tiros por partido, ahora recibe 15’4 tiros.
En definitiva, el secreto está en que, al intentar dominar el campo y el ritmo del partido, el Atlético llegaba más pero en peores posiciones (con el rival más cerrado) mientras que ahora llega menos, pero con más espacios. Cabe hacer el análisis contrario a la hora de defender. Antes le llegaban menos, pero en posiciones más claras, y ahora le tiran más, pero con el equipo mejor plantado atrás. Como decía Groucho Marx, estos son mis principios, si no le gustan puedo cambiarlos, pero en el caso del Cholo, el cambio no daría los mismos resultados.
Clave 5: El sorteo fue duro con los españoles
Aunque esta semana no se disputen las eliminatorias europeas con el fin de dejar hueco a las selecciones, no queríamos dejar de lado los resultados del sorteo del pasado viernes. En él, los españoles tuvieron rivales más bien complejos. Algo normal dadas las alturas de torneo en las que nos encontramos.
En cuartos de Champions, el Atlético se enfrentará al Manchester City de Pep Guardiola. Un duelo de estilos, éste del técnico catalán frente a Simeone, que ganó el Atlético en las semifinales de 2016, cuando Guardiola dirigía al Bayern. En esta ocasión, el City no llega en su mejor momento de la temporada, a pesar de ser líder en la Premier y venir de meterse en semifinales de FA Cup goleando (aunque de forma un tanto engañosa) al Southampton. Si el Atlético lleva vivo el partido a la vuelta, la noche de Champions que puede vivirse en el Metropolitano será épica.
El Villarreal arrancará en La Cerámica su envite frente al Bayern Múnich. De antemano, pocas opciones para los castellonenses, si bien solo Émery parece capaz de volver loco al campeón alemán con algún planteamiento incómodo para los bávaros. Tras el 7-1 de la vuelta ante el Salzburgo, los de Nagelsmann están intentando recuperar las sensaciones de imbatibles del principio de temporada.
Por último, el Real Madrid, flamante verdugo del PSG, se encontrará con el actual campeón. El Chelsea llega en un momento extraño. Esta temporada no están sabiendo ser tan sobrios y fiables como fueron en la pasada, pero siguen siendo brillantes y peligrosos. Pero es que además, las prohibiciones a su propiedad rusa les hacen vivir un momento tremendamente convulso, con la venta de la entidad como noticia principal, por encima de lo deportivo. De hecho, es posible que la ida en Stamford Bridge se juegue sin público. De momento este fin de semana se metieron en semifinales de la FA Cup derrotando 0-2 al Middlesbrough.
Por su parte, el único representante español en la Europa League, tras la tristeza por las eliminaciones de Sevilla y Betis, es el FC Barcelona. Espoleados por su buen momento, los azulgrana deberían ser favoritos frente al Eintracht de Frankfurt. Con la vuelta en el Camp Nou, deberían poder vengar al Betis, eliminado por el equipo alemán. Pero ya hemos visto que los alemanes son peligrosos. Esta semana vienen de empatar a cero en Leipzig, y en la Bundesliga están remontando para acercarse a puestos europeos.