Acabamos de dejar atrás un fin de semana de finales en lo futbolístico. Algunas literales, como la de la Champions femenina, donde el Olympique de Lyon retomó el cetro europeo. Otras, que sin ser finales, marcan el cierre de las competiciones, como el final de Liga, donde el Granada se quedó con el castigo definitivo del descenso a Segunda que dirimía con Mallorca y Cádiz. También vivimos finales de Liga con el título en juego, como los de Italia o Inglaterra. Pero el fin de semana marcó el final del culebrón de los últimos cinco años, Mbappé renueva con el Paris Saint Germain y no jugará en el Real Madrid la próxima temporada.
El partido: Olympique de Lyon derrota al Barça en la Champions femenina
No pudo ser. El Barça se enfrentaba en su tercera final de Champions en cuatro años a las grandes dominadoras históricas de esta competición. El Olympique de Lyon, que la pasada temporada faltó a su cita con la final de la máxima competición de clubes europea, jugaba su décima final y conseguía su octavo título. Por la vía rápida, obtenía un 3-1 definitivo ante un equipo culé al que le vino un poco grande el empuje físico de las francesas.
También es cierto que, si a los seis minutos de una final, Amandine Henry te pone un balón desde la frontal cerquita de la escuadra, es difícil afrontar el resto del partido con buenas expectativas. Pero eso no fue todo. De la mano de una Ada Hegerberg que, recuperada de su calvario de lesiones, parece ser de nuevo esa jugadora casi literalmente imparable, las francesas castigaban cada mínimo error de las catalanas. La propia noruega anotó el 0-2 a los 23 minutos rematando un gran centro de Bacha en el que Sandra Paños dudó en la salida.
Ahí empezaron a notarse los nervios de las campeones de la anterior edición, ya que con el 0-1 aun hilaron juego y tuvieron alguna llegada. El Olympique aprovechó para, en una jugada enredada en el área de Paños que las defensas no supieron resolver con contundencia, anotar el 0-3. Catarina Macario recibió una estupenda asistencia de Ada Hegerberg, quien poco antes, ya había cazado un mal pase de Irene Paredes a su portera y había estado cerca de anotar el tercero.
Con poco más de media hora de partido y la sensación de que la final estaba sentenciada, el Barça empezó a soltarse y a jugar mejor. Así, llegaba poco antes del descanso, el 1-3 a la postre definitivo de los pies de Alexia.
Siguió en el segundo tiempo esa buena versión del Barça, con buenas oportunidades, incluido un disparo de Patri Guijarro desde el centro del campo que acabó en el larguero de Endler. Pero siempre con la sensación de que las francesas, gracias a esos dos goles de ventaja, tenían el partido controlado.
Tal vez la superioridad habitual del Barça en sus partidos les haga dudar más cuando se sienten inferiores. O simplemente que el poderío físico de este Olympique es imposible de aguantar, sobre todo cuando Hegerberg está disponible. Sea como sea, cabe felicitar a las de Bompastor por su título, pero también a las de Jonatan Giráldez, por estar ahí y volver a poner al fútbol femenino español en la élite europea.
El momento: Jorge Molina y el penalti que no salva al Granada
Con 40 años de edad y más de 20 como futbolista profesional, el destino le deparaba este fin de semana a Jorge Molina uno de los momentos más agrios de su carrera profesional. Llegaba el Granada CF como el equipo de los tres que se jugaban la última plaza de descenso con menos posibilidades de ocuparla. No solo desde el punto de vista estadístico, sino también por ser el que en mayor medida dependía de sí mismo y el único de los tres que jugaba en casa.
En el minuto 70, los resultados salvaban al Mallorca, que ya ganaba en campo de Osasuna y condenaban al Cádiz, que no jugaba bien ni pasaba del 0-0 ante el Alavés. En Los Cármenes, un centro de Collado desde la derecha rozaba tímidamente la mano de Cabrera y, tras revisión del VAR, se señalizaba uno de esos penaltis posmodernos que podía determinar el futuro de Granada y Cádiz.
Sumaban 80 años entre lanzador y portero. Corta carrera del delantero de Alcoy que pareció dudar en esos cuatro o cinco pasos hacia el balón. El lanzamiento, probablemente uno de los peores de su carrera deportiva. Ni fuerte ni colocado. Directamente fuera, a la derecha del meta gallego.
En ese momento suponía perder un match ball por la salvación, pero no cambiaba la situación. El Cádiz seguía siendo el descendido. Pero como todo era susceptible de empeorar ayer para Jorge Molina y el Granada, cinco minutos después, el Choco Lozano adelantaba a los amarillos en Vitoria y condenaba a los de Karanka.
Sus esfuerzos finales, gozando de más ocasiones en el descuento, guiados por la necesidad, que en el resto del partido, fueron inútiles. El Granada CF era equipo de Segunda División. Pero la comunión entre Jorge Molina y la grada seguía intacta. El cuarentón prometía a la salida que se quedaría en la categoría de plata con el equipo nazarí a unos aficionados que, lejos de reprocharles nada, le pedían que se quedara.
El personaje: Mbappé se decide
Imagino que ya se habrán enterado, pero finalmente, Kylian Mbappé no jugará la próxima temporada en el Real Madrid. El sábado, a la finalización del último partido de Ligue 1 del PSG, comunicaron oficialmente su renovación con el campeón francés hasta 2025. Termina (de momento) con esta noticia un culebrón que lleva coleando durante cinco años. Los mismos que lleva el futbolista en el PSG, ya que cuando se fue del Mónaco ya se especulo con la posibilidad de que recalara en el Real Madrid.
Un auténtico despropósito a muchas bandas. Para el PSG, que sigue siendo una especie de reunión de mercenarios a precio de oro que ya la quisiera Stallone para su saga de senectud. Pero en este caso, es una reunión de talentos sin alma, sin equilibrio, sin sentido y sin una cultura de club detrás que lo sustente.
Para el Real Madrid, la mala imagen de, tras dar por segura la llegada del atacante francés y no conseguirlo, quedar relegado a una especie de segunda fila de clubes en cuanto a nivel económico. Una mancha en el expediente de Florentino, que en cuanto a fichajes hace años que no triunfa como antiguamente hacía. Tal vez porque hace años el Real Madrid era el club – estado, poderoso y multimillonario, capaz de hacerse a base de talonario con cualquier jugador. Ahora toma de su misma medicina. Eso sí, enjuagará sus lágrimas en la próxima final de la Champions.
Para el jugador, que, tras dejar caer durante estos años la historia de que el Real Madrid era el club de su vida y que el corazón le guiaría en algún momento a sus filas, se queda (como diría Piqué) al calor de los billetes de Catar. Por supuesto, tiene derecho a aceptar la oferta que le interese y el proyecto que quiera, faltaría más, pero esta feo y resulta éticamente reprochable jugar a dos bandas para ver quién da más por sus servicios.
Por último, la prensa española, que, en muchos casos, ha hecho un papelón terrible con este asunto. El periodismo deportivo es lugar común de filtraciones, y durante estos años, el Real Madrid ha debido dejar caer a sus medios afines la futura compra de Mbappé. Éstos han entrado al trapo dócilmente y ahora han quedado en ridículo. Cinco años vendiendo la inminente llegada de un jugador que no va a venir. Servilismo a los clubes, para los que muchos actúan como agencias de comunicación. Ahora, empezarán a salir noticias negativas de Mbappé, de sus manías de divo, aumentando cualquier error que cometa…
En definitiva, una historia chusca y definitoria del fútbol moderno, el que cada vez tiene menos corazón y menos respeto a los clubes. En el que los futbolistas se sienten estrellas desde un punto de vista individual, sin importarles el equipo ni el proyecto en el que están.
El dato: ¿Cómo les ha ido a los equipos en la segunda vuelta?
Una vez acabada la Liga, vamos a analizar cuál ha sido la diferencia de desempeño de cada equipo entre la primera y la segunda vuelta. Veremos a quiénes les ha sentado mejor y peor cada mitad del campeonato.
El Real Madrid, además de mantenerse en el primer puesto en las dos vueltas, ha conseguido la misma cantidad de puntos, 43 en cada medio año. Un punto menos consiguió el Barça en la segunda vuelta, 42, para finalizar segundo remontando desde la quinta plaza. También mejoró el Atlético, siete puntos más y un puesto mejor. El último de Champions, el Sevilla, cayó dos puestos con doce puntos menos en la segunda vuelta.
El Betis cayó de Champions perdiendo dos puestos, aunque solo logró un punto menos en la segunda vuelta. La Real aguantó el sexto puesto aunque sumó dos puntos más, mientras el Villarreal cierra Europa subiendo un puesto y logrando tres puntos más en la segunda vuelta.
Con solo un punto más subió dos puestos el Athletic. Caso curioso el del Valencia, que mantuvo su novena plaza pese a sumar ocho puntos menos. Mientras, Osasuna subió nada menos que cuatro puestos con tres puntos más. El Celta hizo los mismos puntos en cada vuelta pero mejoró un puesto. La gran sangría es la del Rayo, que bajó cinco puestos logrando nada menos que 18 puntos menos en la segunda vuelta.
El Elche aprovechó sus diez puntos más en la segunda vuelta para mejorar cuatro puestos y no sufrir desde su 13ª plaza final. El caso contrario fue el del Espanyol, con diez puntos menos que les hizo bajar tres puestos. El Getafe hizo una gran remontada, pero ya la fundamentó en la primera vuelta, por lo que desde mitad de temporada, solo ha mejorado un puesto con tres puntos de mejora.
El Mallorca se libró en la última jornada perdiendo un puesto y un punto respecto a la primera vuelta. El Cádiz tuvo que hacer once puntos más en la segunda vuelta para salir del descenso mejorando dos puestos, hasta el 17º. El Granada de Robert Moreno no funcionó bien en la primera mitad, pero baja a Segunda tras perder cinco puestos y lograr ocho puntos menos. Impresionante segunda vuelta del Levante, con 19 puntos más que en la primera mitad, pero mejorando solo un puesto para cerrar penúltimo. Último el Alavés, que perdió dos plazas para no salir del descenso aunque solo logró un punto menos en la segunda vuelta.
Los de fuera: Campeones y emociones
Como corresponde a estas fechas, se van definiendo campeones de todas las competiciones que nos han ido amenizando el curso futbolero. A la espera de que la semana que empieza nos deje al primer campeón de la Conference League entre Roma y Feyenoord, además del premio gordo para el sábado de la final de la Champions, vamos a repasar algunos de los triunfadores de los últimos días.
Por ejemplo, en el Sánchez Pizjuán encontramos entre semana a un Eintracht de Frankfurt que lograba su segundo título europeo de su historia. En un partido con más emoción que calidad, derrotó en penaltis al Rangers.
Ya en el fin de semana, la Pokal alemana dio al Red Bull Leipzig el primer título para la sección alemana de los equipos de la empresa de bebidas. En Argentina, Boca venció claramente a Tigre en la final de la Copa de la Liga.
Pero la gran emoción de la jornada estaba en las ligas italiana e inglesa. Y no defraudaron. En la Serie A, el AC Milan se proclamó campeón después de más de una década. La grandeza vuelve a asomarse a la casa rossonera. Porque además ganó a lo grande, frente a su rival ciudadano, el Inter. Ambos equipos hicieron iguales resultados, victorias 3-0. La del Milan al Sassuolo, la del Inter a la Fiorentina. Pero el título fue para los de Pioli.
En Inglaterra, la emoción llegó al máximo. El City se impuso al Aston Villa tras llegar a ir perdiendo 0-2 y quedar a expensas de que el Liverpool batiera al Wolves en Anfield. Aunque a los reds se les atragantó su partido, todo indicaba que acabarían remontando. La afición del City lo sabía y se veía sin título hasta mediado el segundo tiempo, cuando la salida de Gundogan revolucionó al equipo, que logró tres goles en cinco minutos para ganar la Premier, haciendo inútil la victoria final del Liverpool.
Como andaluz lamento el descenso del Granada,espero que solo permanezca una temporada en segunda,y
El desenlace del affaire de Mbappe hay una clara muestra de lo peor del fútbol actual,el mercantilismo,un club sin historia,sin solera, pero con dinero se lleva a un jugador que refleja su propia imagen y sus defectos,otro que en su orgullo y cierta prepotencia creía tenerlo ya en sus filas, apoyado por otro de los peores defectos de cierto periodismo,el servilismo y seguidismo.Con su pan se lo coman.
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