Fin de semana con reparto de título (que no de medallas) en el que el Barça ha vuelto a salir triunfante. El equipo femenino repite el éxito del masculino en la pasada semana y el club se lleva las dos Supercopas de España. En la Liga Santander, los cinco primeros vencen y las posiciones por arriba no cambian.
El baile está por abajo, donde Espanyol y Sevilla sacan la cabeza, mientras Valladolid, Getafe o Celta empiezan a sentir sudores fríos.
Pero hablaremos también de otros temas, como la Copa del Rey, el posible último baile de dos mitos o la sanción de un grande.
Final de la Supercopa Femenina: R. Sociedad 0 – FC Barcelona 3
El FC Barcelona viene dominando con mano de hierro el fútbol femenino español en los últimos años. Su presencia habitual en finales de Champions (con título incluido) o los Balones de Oro de Putellas le hacen trascender más allá de su hegemonía en el fútbol nacional. Es parte de la jerarquía mundial.
En los tres últimos cursos ha sido el equipo ganador de Liga y Copa, ayer sumó la segunda Supercopa consecutiva, tercera de su historia. Se repetía la final de 2020, que supuso cierta polémica al resolverse con un excesivo 10-1 a favor de las blaugrana frente a las donostiarras. Un abuso de poder que esta vez, a pesar de que el resultado también fue claro, no se produjo.
Es cierto que la competición sería mucho mejor con más equipos a un nivel parecido, pero la salida este verano de Jennifer Hermoso o Lieke Martens, junto a la grave lesión de Alexia Putellas, han dejado a este Barça algo más terrenal.
En esta Supercopa hemos podido ver cómo sufrían en la semifinal para derrotar en la prórroga al Real Madrid. Sin obviar que tuvieron que jugar bastantes minutos en inferioridad numérica por la expulsión de Irene Paredes. En la final, si bien el dominio del ritmo de juego fue claramente catalán, las vascas, muy bien ordenadas en defensa, pudieron aguantar un resultado honroso hasta el final. Si bien antes del cuarto de hora Mariona Caldentey adelantó a las suyas, ampliando la ventaja con su segundo gol solo salir de los vestuarios tras el descanso, no fue hasta el final del descuento que Oshoala certificó el 0-3 que hacía inalcanzable la final para las realistas.
Mientras tanto, muchos minutos de ataque barcelonista, sin asedio a la portería, y de resistencia de la Real, casi sin lograr hacer jugadas de ataque. Pero al menos hubo partido. Más allá de la previsible eliminación administrativa culé de Copa de la Reina, cada vez parece más cercano el momento en el que el Real Madrid supere al Barcelona en algún cara a cara. Lo que no sabemos si esto será bueno para igualar o se convertirá en un duopolio que arrase mano a mano con todos los títulos.
En descargo de los grandes, cabe indicar que cualquier otro equipo que dedicase una mínima parte del gasto del equipo masculino al femenino, conseguiría hacer un gran equipo. Sin ir más lejos, el fichaje más caro de la historia del fútbol femenino lo realizó el Barça este verano con Keira Walsh por la desorbitante cantidad de 400.000 euros.
Mención aparte merecen esas cosas que pasan en el fútbol femenino. La buena noticia que nos ha dejado esta semana de Supercopa fuera de lo deportivo es el hecho de que se anunciara que iban a empezar a prepararse a las árbitras para la utilización del VAR. La controvertida herramienta tecnológica, evitará que se vivan errores de bulto que desacreditan a la Liga F.
En el lado negativo, la imagen que ha dejado esta final de la Supercopa femenina, la que por desgracia más se ha comentado. No hubo entrega de medallas, éstas se dejaron encima de una mesita y las jugadoras fueron pasando y recogiéndolas. Self service de medallas en un partido donde estaban el Presidente de la Federación o el Presidente de la Junta de Extremadura para poder presidir la entrega de premios. Las malas lenguas dicen que Rubiales no quería hacerse la foto dando las medallas a las jugadoras «rebeldes» de la selección. El hecho es que bien parece que siempre hay una mano negra en todo lo que rodea al fútbol femenino que no deja que progrese desde lo deportivo sin que se crucen este tipo de cutradas.
El descenso se remueve
En una jornada en la que los de arriba no han cambiado de posición, por abajo sí ha habido movimiento. Algo que es normal, porque si obviamos al descolgado Elche, con solo seis puntos a un partido de cerrar la primera vuelta, encontramos nueve equipos en cinco puntos. Pero si restringimos la cuenta desde la antepenúltima plaza, primera del descenso, encontramos a siete equipos en tres puntos. A tiro de un partido.
Así le ha pasado a Espanyol y Sevilla, que con sus victorias han logrado escapar hasta los puestos 12 y 15 respectivamente. Especialmente necesaria era para los de Sampaoli, que, llamados a lugares más lujosos, iban viendo que no salían de la quema de los puestos de descenso. Ante el Cádiz, en casa y en un duelo directo, un penalti en los últimos minutos les libro de un problema mayor. El otrora genial Monchi no está ayudando ni con sus fichajes ni con su nula capacidad para mantener la calma ni para saber representar a un club tan grande debidamente. Otra vez montó el numerito a pie de campo.
El Cádiz está siendo un habitante habitual en esa zona de descenso, pero aunque sufrirá hasta el final, parece un equipo vivo, a pesar del error arbitral tan terrible que sufrieron la pasada semana ante el Elche. El Valladolid fue arrasado por un Atlético de Madrid mucho más definitivo en el área rival de lo que suele ser habitual. Caía 3-0 antes de darse cuenta de que estaba en el partido y no pudo sacar nada positivo del Metropolitano, un campo donde este año muchos visitantes han salido contentos.
Celta y Getafe son dos equipos que llevan varias temporadas viendo cerca el abismo, pero salvándose a base de buenas rachas de resultados y aprovechando que siempre hay alguien peor. Veremos si este año les llega con eso. Ya avisó Quique de que nota un ambiente enrarecido en el club.
El Valencia es un visitante circunstancial. Se encuentra con dos partidos menos y un par de puntos más que el descenso, pero el buen trabajo de Gatusso no debe torcerse, porque enseguida los que le persiguen pueden darle un susto.
El más lejano de los que sienten el fueguecillo de las calderas de la Segunda es el Girona. Con cuatro puntos sobre el Valladolid y un fútbol atractivo, no parece entrar en las quinielas del descenso, pero estamos acostumbrados a ver a menudo equipos con mejor juego que resultados que acaban poniéndose nerviosos y se ven en problemas al final.
La Copa del Rey se pone seria
Aun a partido único, la ronda de cuartos de final que se celebrará esta semana nos deja ya a ocho equipos exclusivamente de Primera División. Un hecho que resta a la Copa ese ambientillo de las sorpresas de equipos inferiores, pero que, a cambio, ha dejado unos emparejamientos tremendamente atractivos.
El miércoles, FC Barcelona y Real Sociedad se verán las caras en el Camp Nou. Líder y tercero de la Liga, son dos de los equipos en mejor forma y más atractivos que podemos ver en nuestro fútbol. Los culés derrotaron en la anterior ronda al equipo de menor categoría que quedaba en el bombo, el Ceuta. Mientras, los txuri – urdin tuvieron que verse la cara con el Mallorca, al que vencieron por la mínima. Ojo en los primeros minutos a Robert Navarro. El canterano de la Real ha marcado antes del minuto cinco en las cuatro rondas que se llevan disputadas, en un récord increíble.
Un poco más tarde arrancará el Osasuna – Sevilla. Los navarros vienen de eliminar al actual campeón, el Betis, y sueñan con ser el ogro de los equipos de la capital andaluza. Al Sadar viaja un Sevilla necesitado de alegrías, o tal vez necesitado de descanso para centrarse en la Liga. Sea cual sea su resultado, tendrán un motivo para estar contentos.
Ya el jueves, abren fuego el Valencia contra el Athletic. En Mestalla viviremos un duelo con sabor clásico, con aire de grandes partidos de toda la vida. Pero, eso sí, sin llegar al nivel de miticismo de la última eliminatoria. Nada menos que un derbi madrileño entre Real Madrid y Atlético en el Bernabéu. Los merengues se libraron en octavos tirando de casta, ya que se vieron 2-0 por debajo ante el Villarreal. Para los colchoneros, este enfrentamiento llega pronto, ya que sin Europa, la Copa se convertía en la máxima ilusión de poder acercarse a un título. Este obstáculo es de la máxima categoría.
Cristiano, Messi y los petrodólares
Ya se que la expresión «petrodólares» suena un poco anticuada, pero el fútbol nos está dejando últimamente muchas ocasiones para utilizarla. Desde el Mundial de Catar al fichaje de Cristiano Ronaldo por el Al Nassr de Arabia Saudí. Quien nos iba a decir que un Cristiano iba a ser tan aclamado en tierra musulmana. La pasada semana vivimos el que fue vendido como el último baile entre Cristiano y Messi, los dos grandes de las últimas décadas.
Tan solo un mes después del Mundial que encumbró al argentino, teníamos una nueva oportunidad de medir las fuerzas de los dos en una manera que no daba más allá del entretenimiento trivial. Un amistoso entre el PSG y un combinado entre el Al Nassr y el Al Hilal de la liga de Arabia. Todo ello, aderezado por la dirección técnica de Marcelo Gallardo, para mayor gloria del derroche económico sin demasiado fondo.
Así, más allá de Messi y Cristiano, el PSG recibía una millonada (se supone que diez millones de euros) a costa de exponer al riesgo de un viaje largo y un desgaste físico al resto de sus estrellas. Una horita se llevaron en el cuerpo Neymar, Mbappé y los dos ya nombrados. Supongo que lo justo para proceder al cobro de lo firmado.
Si bien es cierto que el partido tenía ese tufillo a número circense, cuando el balón rueda a estos divos se les olvida que esto era un amistoso. Dieron bastante más de sí de lo esperado, y de hecho a los tres minutos, una de las estrellas del show, Messi, ya había marcado. Fiel a la cita, Cristiano empató de penalti sobre la media hora, y volvió a empatar al filo del descanso, tras haberse adelantado de nuevo el equipo parisino. Incluso vimos como Neymar representaba su imposibilidad para alcanzar el nivel de los otros dos, cuando falló un penalti del que dispuso.
Al final, un 5-4 para los franceses en un partido donde lo de menos era el resultado. Lo importante fue sentir esa mezcla entre la nostalgia de ver a los dos grandes del siglo XXI acercarse a su despedida (quién sabe, igual el fútbol les vuelve a cruzar, pero cada vez en menos probable) y la repulsión ante este fútbol negocio descorazonado, capaz de vender cualquier sentimiento, al que nos vemos abocados.
La Juventus vuelve a ser sancionada
En el verano del 2006, la Juventus era descendida a la Serie B del fútbol italiano y sancionada a arrancar dicho torneo con 30 puntos de sanción (finalmente quedó en nueve) por el llamado calciopoli. Este fue un escándalo por el cual algunos directivos del club turinés influyeron en la designación de árbitros para los partidos decisivos, tratando de beneficiarse de ello. Un escándalo que removió los cimientos del fútbol italiano, no solo por estar implicado el equipo más importante del momento, sino también porque otros, como el Milan, la Fiorentina, el Lazio y la Reggina, también se vieron implicados.
Eran otros tiempos, pero no se si demasiado diferentes. Esta pasada semana salía a la luz la sanción de 15 puntos a la vecchia signora. Esta vez por un escándalo de tinte económico. Por el manejo de las cuentas en los fichajes con el fin de generar plusvalías que limpiaran las cuentas del club. En nada menos que 22 fichajes, no se puede decir que sea algo aislado.
Más allá de los quince puntos, que dejarán al equipo en media tabla cuando andaban llegando al acecho del líder Nápoles, está el descrédito. Un nuevo escándalo que deja en la cuneta a otra generación de dirigentes juventinos. Los Paratici, Arrivabene, Agnelli o Nedved están fuera de juego. El golpe de prestigio para el club, uno de los precursores de la Superliga, es muy duro. Más allá de las flojas últimas temporadas en lo deportivo, será muy difícil vender la mala imagen del club a nivel internacional.
Pero eso no es todo. Aun queda por aclarar el caso de la llamada Carta Ronaldo. Cuando la Juventus alivió sus cuentas durante el coronavirus, haciendo ver que reducía cuatro meses de salario de sus estrellas, pero con la promesa de irlos pagando más adelante sin declarar. Entre ellos, nada menos que 20 millones de euros para Cristiano Ronaldo. La fiscalía ha encontrado la carta en la que se aseguraba el pago de esos emolumentos, por lo que parece cuestión de tiempo que se lleve otra sanción por este motivo. Un desastre para un grande ¿se repondrá?
Repaso muy completo a la situación actual del fútbol más cercano a nuestro entorno,y para “mis intereses”fijarme en los equipos que se juegan el descenso,varios de ellos acostumbrados a esa lucha y conociendo claramente sus metas y otros,entre ellos el Sevilla,totalmente desubicado en esa zona y por tanto desconcertado,lo que puede ser un inconveniente añadido.
0