Los fines de semana de invierno no son normales. No solo en casa de cada cual, donde priman los sofás y las mantitas, sino tampoco en el fútbol. Aparte de la presencia de la Copa del Rey, hemos tenido jornada de Liga, pero cercenada por la disputa de la Supercopa de España (o de Arabia Saudí, según se mire).
El Barça respira con el primer título de Xavi y de la era de las palancas, pero no es el único que lo hace. También respira la Real Sociedad, a pleno pulmón desde una holgada tercera plaza que le afianza en los nobles puestos a los que lleva años asomando. Respiran Joao Felix lejos de Simeone, y Simeone lejos de Joao Felix, aunque ambos sigan teniendo parecidos problemas.
Hablaremos de otros equipos que contienen la respiración a la espera de una decisión que les pueda dar por eliminados de una competición y del que, sin duda, es el tema de la semana. Sí, de ese que ya os estáis imaginando.
Xavi ya levanta copas
Como Laporta en el Luz de Gas, Xavi Hernández ya ha empezado a levantar copas. En este caso el menor de los posibles torneos que se disputan en el calendario nacional. El Barça se proclamó ayer campeón de la Supercopa de España tras vencer por 3-1 al Real Madrid en la final soñada por los árabes desde que se compraron, hace cuatro ediciones, la organización de este evento.
Más allá del escaso interés de este título para los dos contendientes en la final, pesa más la imagen dejada por ambos y las futuras repercusiones de este resultado. Para el Barça es el 14º título de Supercopa de España, y le mantiene como líder del palmarés, algo que estaba en juego, ya que, de haber ganado el Real Madrid, habrían empatado a 13 triunfos.
Los goles de Gavi a la media hora, Lewandowski al filo del descanso y Pedri a 20 minutos del final, hicieron inútil el 3-1 definitivo anotado por Benzema en el descuento de la segunda mitad. El resultado rubrica un partido en el que el FC Barcelona dominó y a ratos casi bailó a unos merengues que parecieron perder la chispa del año pasado, la magia que parecía hacerles inexpugnables cuando de jugarse las habichuelas se trataba.
No es algo nuevo. Ya van unos cuantos partidos en los que el Real Madrid parece haber dejado de lado el hambre y la astucia con la que resolvió los títulos del pasado año ¿será hartazgo? ¿será mala gestión de los esfuerzos del Mundial? ¿o será que realmente lo de la pasada temporada fue una especie de milagro difícilmente repetible? Lo cierto es que el Real Madrid de 2022 fue un equipo que obtuvo beneficios deportivos por encima de lo que dictaba su desempeño. Tal vez este año la épica ande de vacaciones y el desempeño meramente futbolístico no le vaya a dar para tanto a los de Ancelotti.
Ni tanto ni tan calvo. El que otrora parecía un transatlántico, ayer quedó reducido a barquita de pedales. Ni Vinicius, ni Benzema, ni Modric, ni Kroos y, ni mucho menos, la organización defensiva. De la final de la Supercopa salen tremendamente retratados dos jugadores de los que ya se tenían sospechas en la Casa Blanca. Los dos laterales. Mendy y Carvajal no están para aguantar el ritmo que exige un club de este nivel. El primero es un tiro al aire, el segundo parece en el fin de su buen rendimiento, impropio aun de su edad (31 años recién cumplidos).
Pero también quedan señalados dos jugadores de futuro a los que este partido les puede marcar. Un Rüdiger que estuvo inseguro con el balón en los pies y que cuando no puede resolver problemas a base de físico, sufre. Por otro lado, Camavinga, a quien ya Tchouameni había comido la tostada como sustituto de Casemiro, y que sigue demostrando lo que decía aquel anuncio de ruedas que protagonizaba Ronaldo Nazario: la potencia sin control no sirve de nada. La única solución que le va quedando para triunfar en el Real Madrid puede ser adaptarse al lateral izquierdo, posición que en el Mundial con Francia ocupó algunos minutos y donde no rindió mal. Como mediocampista, fue sustituido en el minuto 45.
Y por el lado del Barça, un Xavi que al frente de su equipo sigue dando dos pasos adelante por uno atrás. El equipo no termina de enamorar con continuidad. Mezcla partidazos como el de ayer con petardazos, y la eliminación de la Champions exige algo más que una Supercopa de España para ser compensada. Aunque sea contra el Real Madrid.
El liderato en Liga y unos partidos dubitativos de su máximo rival puede terminar por dejar una buena impresión en el cuerpo de los barcelonistas. Mientras, ver a Gavi graduarse en una final como hizo ayer, debe ser motivo de alegría. Como ver que Busquets aun puede hacer buenos partidos o que Dembélé sigue más o menos despierto. Si a esto le sumamos que Araujo está de vuelta, va saliendo el sol sobre el Camp Nou.
La Real Sociedad y el orgullo del Tercer Mundo
A quedar tercero por detrás de Real Madrid y Barcelona en la Liga, mucha gente le llamó ser el primero de los mortales. Por ahí pasaron Valencia o Sevilla hasta que se asentó el Atlético de Madrid con Simeone al frente. Entonces hubo que crear otro escalón en el que situar al cuarto por detrás de los tres que arrancaban con opciones de ganar la Liga.
Y en ese escalón se asentó el Sevilla, dimitido este año que parecía que le llegaba el momento de subir otro escalón para estar con los que ganan. De momento, con un Atlético en problemas, el tercer puesto de la Liga es para la Real Sociedad.
Los donostiarras llevan seis temporadas con Imanol Alguacil a los mandos. En las mismas, se ha ido formando un grupo muy equilibrado, con muchas apariciones de jóvenes de la casa tremendamente prometedores, bien acompañados por fichajes bien estudiados, en ocasiones incluso veteranos, como fue el caso de David Silva.
Todo ello acompañado de un juego atractivo, completo, que trata de combinar ataque y defensa con sentido común, sin florituras de más, pero sin renunciar a la creatividad. Capaz de asumir el control, pero sin renunciar a la velocidad.
En el derbi vasco de este fin de semana vencieron por 3-1 al Athletic con rotundidad. Demostrando que son un equipo hecho y serio. Además, volvía Oyarzábal, el gran capitán de solo 25 años que llevaba varios meses en el dique seco tras una rotura de ligamentos en la rodilla. Sin él, seguramente el jugador más destacable de este grupo, han alcanzado puestos de Champions con siete puntos de colchón. Veremos donde llegan con su aportación de goles y juego.
Porque esa es la asignatura pendiente de esta Real Sociedad que dirige Alguacil: aguantar en la segunda vuelta. Viene siendo un equipo que apunta grandes cosas en los primeros meses de competición, pero que se desinfla en la segunda mitad. Esa es la diferencia entre ser equipo de Champions y ser equipo de Europa League. Puede que haya llegado su momento.
Joao Felix, liberado y expulsado
El fin de semana pasado (parece que fue hace un siglo), el Atlético de Madrid recibía en el Metropolitano al FC Barcelona. En el once titular local aparecía un Joao Felix que, desde el parón para el Mundial, parecía con un pie lejos de Madrid.
Como en tantos otros partidos, ni fu ni fa. A repartir culpas entre su indolencia y el grado de exigencia de un Simeone que no le sabe sacar partido a su calidad ¿O a lo mejor es que la calidad de Joao Felix sin un poco más de sangre sirve de poco en el fútbol profesional?
Horas después se precipitaban los acontecimientos que pueden derivar en que nunca jamás podamos buscar respuesta a esa pregunta anterior. Se filtraba en los medios una oferta de cesión por parte del Chelsea que se hacía cargo del jugador (y su salario) hasta final de temporada. Ocho millones de euros por la cesión, sin opción de compra, más unos tres millones más en salario.
Once millones de amortiguadores para el golpe económico de la eliminación prematura de Champions. Una esperanza para un Chelsea en horas bajas que ve Europa muy de lejos en una temporada que podría consumar su particular Brexit. La tranquilidad para Simeone de quitarse de su lado a un jugador al que no entiende y que le supuso el mayor divorcio con su afición en más de una década al cargo. Y para el jugador, la opción de sentirse más cómodo a las órdenes de alguien que le deje más rienda suelta. Un plan en el que todos parecían ganar.
Eso sí, el primer partido de Joao Felix, casi recién aterrizado, en Londres se saldó con una hora de juego vertical y voluntarioso, aunque sin frutos, y un plantillazo a la altura de la rodilla de un rival que sí encontró fruto. Concretamente, una tarjeta roja que le dejó sin terminar el día de su debut y le trae aparejados tres partidos de sanción. Calculan en Inglaterra que al Chelsea el plantillazo le ha salido por 2,4 millones de euros. Muchos goles va a necesitar para compensar un arranque tan triste.
Tampoco le ha ido mejor al Atlético sin él. Un empate a uno en Almería que deja fría a la parroquia colchonera. Será interesante ver si al próximo sábado alguien se acuerda en el Metropolitano de Joao Felix y en qué términos.
Y jugando a adivinos, sabiendo que son incompatibles, que Joao Felix se quite de en medio lo que queda de temporada, pero amplíe su contrato ¿puede querer decir que quien se va a final de año es el entrenador?
Alineaciones indebidas en la Copa de la Reina
En el fútbol de altos vuelos, millones de euros en cada esquina, cámaras de televisión y deportistas de élite, a veces se cuelan problemas impropios de ligas de barrio. Hace unos años, el Real Madrid fue eliminado de la Copa del Rey ante el Cádiz CF al incluir en el partido disputado en Mirandilla al ruso Cheryshev, que tenía pendiente de la temporada anterior una sanción en Copa que nadie recordaba.
Esta pasada semana, y sin que nadie parezca haber aprendido demasiado de aquello que ocurriera hace ya siete años, teníamos la versión femenina y por duplicado de aquel caso Cheryshev. Esta vez son Barça y Sevilla FC los que sienten la espada de Damocles sobre sus cabezas de una posible eliminación tras ganar en el campo sus partidos de octavos de final ante, respectivamente, Osasuna y Villarreal.
En el caso de las catalanas, la delantera brasileña Geyse Ferreira fue expulsada allá por mediados de marzo en el minuto 75 de la eliminatoria de cuartos de la anterior edición en la que su exequipo, el Madrid CFF cayó eliminado ante el Sporting de Huelva. Para las andaluzas, el problema viene de la misma ronda de la anterior edición, solo que en esta ocasión la sancionada, Nagore Calderón, ya pertenecía al Sevilla FC y fue expulsada en la derrota ante el Granadilla.
Sin duda, es responsabilidad de los clubes (más sangrante en el caso del Sevilla, al ser expulsada jugando para el mismo equipo) estar al tanto de las sanciones de sus integrantes. Pero si, por otro lado, la Federación información de las sanciones pendientes a los clubes, sería de agradecer que lo hiciera correctamente. Esto es algo que ya reclamó en su momento sin éxito el Real Madrid hace más de siete años, pero que la propia Federación debería plantearse como un servicio a los clubes que dan lustre a las competiciones.
Esperemos el resultado de los recursos, pero todo apunta a que Sevilla y Barça van a quedar fuera de la Copa de la Reina. Esto supone que quede eliminado el equipo que ha ganado cinco de las seis últimas ediciones del torneo.
Para otro momento quedarán las suspicacias que puede levantar la conspiranoica relación entre esta sanción y la disputa entre las jugadores del Barça y la Federación por el tema de Vilda y la selección. Por si acaso, el Barça ha consultado si en la Supercopa, a disputar esta semana, podría intervenir Laia Codina, cedida en el Milan la temporada pasada y expulsada en la final de la versión italiana de dicha competición. La respuesta a la consulta, sorprendentemente, es que sí puede, pero que no es una respuesta vinculante.
El tema de la semana (sí, ese tema)
Ha sido, sin duda, el tema de la semana en lo relacionado (e incluso en lo no relacionado) con el fútbol. Sí, ese que están pensando. Un tema musical y con connotaciones de prensa rosa, pero que también sacude de alguna manera al mundo del fútbol, en cuanto a lo que supone el estatus de megaestrellas que tienen los futbolistas de élite.
Efectivamente, hablamos de la canción de Shakira con Bizarrap en la que carga contra Piqué, su actual pareja, los Twingos, los Casios, la suegra y lo que se le ponga por delante. Más allá de un despecho o una justa venganza, queda esa frase que dice «las mujeres ya no lloran, las mujeres facturan».
Toda una inspiración para el excentral barcelonés, que poco ha tardado en aprovechar el tirón para sobrepromocionar su último invento, la Kings League que montó con su amigo Ibai Llanos y de la que ya os ha hablado en esta página mi compañero José Luis Ruiz. Más allá de lo que puedan haber afectado las menciones de la canción a su actual pareja y a su madre, su parte la ha encajado con su descaro habitual, ese punto de chulería y buen humor con el que despachaba también los insultos y pitidos recibidos en su época de jugador.
Ahora, como empresario, ha aprovechado para conseguir que Casio patrocine la Kings League. Más allá de conseguir que su nombre vuelva a sonar en primer plano. Los listillos no lloran, los listillos facturan. Aunque a la larga, estas polémicas y este interés por sacar partido (económico) de todo lo que te rodea suele acabar mal. Es el peaje de la fama. Y es, probablemente, el primer caso de futbolista español supercelebrity fuera del terreno de juego.
Desde luego el Madrid ha decepcionado en la Supercopa,ya veíamos que no muestra la misma solvencia de otros años,pero se le esperaba,yo al menos,la competitividad en los partidos claves.El Barcelona,y sobre todo Gavi,hizo un buen encuentro y ganó con suficiencia un título que casi todo el mundo menosprecia sin razón objetiva para ello,pues enfrenta a los cuatro equipos que más méritos acumulan en la temporada anterior de nuestras competiciones domésticas.Y en la competición femenina es inconcebible en clubes de infraestructuras sólidas y modernas un fallo tan chapucero como el ocurrido en Copa,deberían exigirse responsabilidades y disculpas.
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