Que sí, que es Costa Rica, pero meter siete goles en un Mundial, en el fútbol tan profesionalizado que tenemos, es siempre una tarea difícil. España lo bordó, en 30 minutos el partido estaba liquidado. La fiesta terminó siendo completa con siete tantos y un rival que no chutó a puerta. Luis Enrique ha formado un grupo a su gusto que parece quiere dar guerra en este Mundial.
Marco Asensio, Ferrán Torres, Gavi, Pedri, todos brillaron. Un equipo coral que, simplemente, maravilló y que demostró una ambición clave para llegar lejos en estos torneos. Con el séptimo gol, España seguía buscando el octavo.
La lista tuvo cierta polémica por no ver jugadores de equipos punteros en la Liga como Real Sociedad o Real Betis. Posteriormente, vino la decisión de hacer streaming en Twitch. Luego, tanto el prescindir de Gayá como el traer a Balde. Que si no había esperado al de Valencia, que si se traía a un jugador con apenas 10 partidos en la élite. Finalmente, el cambio del uniforme de España, con pantalón rojo en lugar del clásico azul. Una tras otra, todas las decisiones de Luis Enrique, algunas con más razón que otras, fueron criticadas por según qué bandos. Si nos abstraemos del ruido interesado lo cierto es que el entrenador asturiano ha creado un bloque de «espartanos» ganados para la causa y lo más importante, está consiguiendo una transición cuyos frutos durarán años.
Sobre el partido, poco o mucho que comentar depende de cómo se mire. Pedri demostró ser uno de los jugadores con más talento natural del Mundial, clase magistral aprovechando el repliegue de Costa Rica. A su lado Busquets sin sufrir y un Gavi imperial convirtiendo lo extraordinario en habitual. Delante, Ferran Torres demostrando que es algo más que el yerno, Asensio excelente siendo consciente de que esta cita puede cambiar su carrera. Dani Olmo leyendo a la perfección los espacios. En defensa todos correctos ante la poca exigencia y, desde el banquillo, Alejandro Balde, jugador con un poderío físico que me recuerda al mejor Alphonso Davies.
Y el domingo Alemania. Unos alemanes que se han complicado su presencia en la cita mundialista y de qué manera. Será una buena piedra de toque. Muchos de los que ayer hicieron de menos la exhibición de España esperan la cita del domingo para gastar otra muesca en el revolver contra la selección. O mejor dicho, contra Luis Enrique. Obviamente, se puede perder contra Alemania, sobre todo jugándose éstos la vida, pero no por ello se debe menospreciar lo que vimos ayer que fue simplemente historia de la Selección Española. Y la historia es lo que tiene, que es difícil cambiarla.
Es cierto que hemos cuestionado a Luis Enrique,y yo me incluyo,pero ayer visto lo ocurrido no hay más remedio que aplazar las críticas,y aunque sigue sin gustarme sus decisiones y actitudes,aceptar y respetar su trabajo,y además si cumple los objetivos que más pedirle.Así que hay ver como nos sigue yendo en este Mundial y al final juzgar este su trabajo que al final es lo que importa,su personalidad y métodos habría que ponerle en segundo plano.
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