Si actualmente tuviésemos que definir en qué momento se encuentra la Selección Española podríamos afirmar que está en medio de un trance. Un tiempo donde los cambios se han convertido en los protagonistas y con los que se pretende que el equipo, que hace unos meses conseguía la victoria ante cualquier rival, pueda volver a recuperar su estilo, su juego y que éstos le lleven a tumbar a los contrarios como hacía anteriormente de manera brillante.
Ahora nada se parece al pasado porque este 2014 está siendo el año del declive para el equipo que dirige Vicente del Bosque. El conjunto español comenzó el año liderando el ranking FIFA en el que había conseguido permanecer durante 33 meses hasta el comienzo del Mundial de Brasil. Durante este año, al que apenas le queda un mes para concluir, el conjunto nacional ha jugado 12 partidos de los que ha cosechado siete victorias y cinco derrotas, con 22 goles a favor y 12 en contra.

Los debates y polémicas no dejan de estar presentes desde el pasado campeonato del mundo en el país carioca donde se dejó ver que muchos de los jugadores seleccionados no estaban en su mejor nivel y que sus convocatorias podían ponerse en entre dicho, si la intención era revalidar el título mundial, como es obvio.
Un hecho del que no ha podido librarse el seleccionador español puesto que en los últimos meses las actitudes, dentro y fuera del campo, de muchos jugadores de La Roja, están dando pruebas a todos los aficionados de que su predisposición con el equipo español no es la mejor. Y si lo sumamos a la parte de que algunos de los jugadores más veteranos, que han ganado todos los títulos con España, tienen que ir dejando paso a los más jóvenes, la realidad de la Selección Española se tambalea.
El partido que jugó España contra Alemania el pasado martes y que acabó don derrota para los jugadores de Del Bosque por 1 a 0 tras el gol del madridista Kroos en el minuto 89, ha realzado más aún la mala situación del conjunto nacional de la que muchos dicen que “ya no juega a nada”. Pero si no juega a nada, al menos, lo está intentando, porque las variaciones e innovaciones no dejan de surgir en la pizarra del seleccionador donde los debuts de los recién llamados son una constante.
Camacho, Kiko Casilla y Nolito fueron los debutantes en el amistoso que enfrentó a las dos últimas campeones del mundo reiterando la necesitad de probar nuevos sistemas de juego.

Ignacio Camacho era el último jugador de campo que quedaba por debutar en esta última convocatoria y el seleccionador decidió que el centrocampista del Málaga lo hiciese contra la selección alemana. El jugador accedió al terreno de juego tras el descanso y estuvo con Bruno Soriano en el centro del campo.
Kiko Casilla también se estrenó en el pasado partido sustituyendo a Iker Casillas debido a la lesión de David de Gea. Casilla sustituyó al capitán de la selección española en el minuto 77 y su debut no fue el esperado ya que encajó un gol en los últimos compases del encuentro. El jugador del Celta de Vigo, Nolito, también saltó al terreno de juego desde el comienzo del partido y acabó sustituido por Pedro.
El once de España está cambiando. Las pruebas y rotaciones no dejan de sucederse y las incorporaciones de los más jóvenes como Isco, Callejón, Morata, o los debutantes del último partido, están tomando protagonismo en medio de un clima que pide al Seleccionador Nacional que comience a definir el estilo y el equipo con el que se pretende que la Selección Española vuelva a convertirse en la campeona del mundo, o al menos, en la próxima campeona de Europa.