Hoy solo se habla y se escribe sobre un ex futbolista francés que disputó tres Mundiales de fútbol, que ganó una Eurocopa de naciones y que defendió la camiseta del FC Girondins de Bordeaux. Yo no voy a ser menos y haré lo mismo: escribir sobre un ex futbolista francés que disputó tres Mundiales de fútbol, que ganó una Eurocopa de naciones y que defendió la camiseta del FC Girondins de Bordeaux. Hoy voy a escribir sobre Patrick Battiston.
Nuestro protagonista nació tal día como hoy hace sesenta y dos años en Amnéville, localidad francesa situada al sur de Luxemburgo. Siendo niño me regalaron una cinta VHS con los mejores momentos de los Campeonatos del Mundo de fútbol disputados entre 1966 y 1986. En esa grabación estaba el resumen del partido entre Argentina e Italia en el que Diego Armando Maradona recibió patadas hasta en el cielo de la boca y también la salvaje entrada que sufrió Patrick Battiston el 8 de julio de 1982 en el estadio Ramón Sánchez Pizjuán de Sevilla.

Pasaban dos minutos de la hora de juego cuando, en una jugada en la que el defensa galo se incorporó al ataque, cayó desplomado tras recibir una grotesca patada a la altura de la cabeza por parte del portero alemán Harald Anton Schumacher. El impacto fue tan brutal que Battiston perdió tres dientes, sufrió lesiones en dos vértebras, la fractura de la mandíbula y la pérdida del conocimiento. Incomprensiblemente, el árbitro no señaló falta y el portero germano pudo continuar jugando la Semifinal del Mundial de España, partido que acabó ganando su equipo en la ronda de penaltis tras empatar a tres durante los ciento veinte minutos de juego.
Esa violenta acción sufrida por el francés ha pasado a la historia del fútbol como una de las más duras y brutales de todos los tiempos. Sería injusto recordar a Battiston solo por esta jugada y vamos a resumir su carrera para conocer un poco mejor a nuestro protagonista. El zaguero galo fue titular indiscutible en la última liga francesa ganada por el AS Saint-Étienne en 1981. Tras ese título fichó por el FC Girondins de Bordeaux, donde ganaría tres ligas más (1984, 1985 y 1987) y dos Copas de Francia (1986 y 1987)

Debutó a nivel profesional en el FC Metz, club en el que estuvo desde 1973 a 1980. Tras pasar por el AS Saint-Étienne y el FC Girondins de Bordeaux, recaló en el AS Mónaco en 1987, regresando dos años después al equipo de Burdeos para retirarse en 1991. En total fueron seiscientos setenta y ocho partidos a nivel de clubes y cincuenta y seis partidos con la selección francesa, con la que consiguió ganar al Eurocopa de su país en 1984. Tras su retirada, ha estado ligado al FC Girondins de Bordeaux como director deportivo, director de marketing y responsable de su cantera.