Se acabaron las balas de fogueo, los Alavés o Leganés de turno. Esta tarde, la Liga pasa por el Santiago Bernabeu. El lector pensará que aun quedarían unos cuantos partidos peligros sin embargo el culé (y digo el culé porque es el que más interés tiene en que el Real Madrid caiga) ve en el Atlético de Madrid el único aspirante serio a arañar puntos al equipo de Zidane.
Esto es así por la dinámica con la que llegan ambos conjuntos y principalmente le colchonero. El Atlético ha encadenado una serie de encuentros en los que ha recuperado el “traje” de otras temporadas. Seriedad en la línea defensiva, mínimo acierto en la parte delantera y tres puntos al casillero. Rentabilidad máxima que ya quisiera para si cualquier fondo de inversión.
En apenas un mes, el equipo ha pasado de tener dudas incluso sobre si sería posible mantener la cuarta plaza a colocarse tercero y sacarle nueve puntos al deprimido Sevilla. Es verdad que sigue faltando un rematador, sin Gameiro (aunque con él tampoco es que la situación fuera una maravilla) y con Torres fallando lo increíble, la aportación del resto de jugadores ha mejorado el pronóstico del enfermo. Además, se presupone al jugador colchonero cierto ánimo de revancha después del varapalo que sufrió en su casa en la primera vuelta. Un 0-4 que abrió la puerta a una racha tan negativa que hizo dudar hasta del mismísimo Diego Pablo Simeone.
En el otro lado del campo tenemos a un Real Madrid consciente de lo que se juega y consciente también de que no atraviesa por su mejor momento de juego (si es que lo llegó a tener de forma continua durante la temporada). Ciertos jugadores clave no pasan por su mejor momento de forma, como es el caso de Modric, Kroos, Bale o el propio Cristiano. Además, cada vez que Zidane se ha atrevido a dar la alternativa a alguien del banquillo la respuesta ha sido inmediata. Lástima que como diría el célebre Toschack, “al final jugarán los mismo 11 cabrones de siempre”.
Decía al principio que se palpa en el ambiente que éste es el partido clave para la Liga y lo es básicamente porque, pese a que el Madrid – Barsa es importantísimo, el Madrid tiene que tropezar otra vez. Otros equipos peligrosos que tienen todavía que pasar por Concha Espina son el Sevilla (hundido desde que cayó ante el Leicester) o el Valencia (ruleta rusa). Solventada la salida a San Mamés, queda el encuentro aplazado contra el Celta en Balaídos pero al equipo de Berizzo se le está poniendo cara de finalista de Uefa Europa League con lo que se presume afrontaría ese partido con medio filial.
No se pierdan el espectáculo (al menos por la emoción, otra cosa será el fútbol) de hoy. LaLiga pasa por Madrid.