El fútbol europeo se ha caracterizado en los últimos años por una dinámica centrífuga en las competiciones locales. Los clubes grandes se alejan cada vez más de sus perseguidores, creando gagas bipolares en las que la victoria final es un terreno acotado para unos pocos. Buena culpa de ello tiene el desembarco de las grandes fortunas en un deporte tradicionalmente olvidado por ese sistema que tanta cabida tiene en otras latitudes, como en Estados Unidos.
Los clubes tienen dueño, magnates que normalmente llegan acompañados de grandes inyecciones de capital para traer a los cracks con los que ganarse a la grada. Estadounidenses, rusos, jeques árabes, a golpe de talonario amplían la distancia de sus equipos con los aún regidos por los sentimientos. Sin embargo, en nuestro balompié, las diferencias son de un origen aún más artificial, vienen de un reparto de derechos televisivos absolutamente abusivo con los otros 18. Algo justamente criticado y que no ha impedido este año que la Liga BBVA se haya convertido en la más competitiva de Europa.
No hay más que mirar a Italia y analizar los 14 puntos que a día de hoy separan a la todopoderosa Juventus de Turín y a la Roma de Rudi García. El equipo capitalino aún comandado por el sempiterno Francesco Totti parece ser el único capaz de seguir la estela de una gran vecchia signora. Es más, de vencer a la Sampdoria esta noche, reducirían a once la distancia. Pero el equipo de Gervinho viene de empatar los tres últimos partidos en Serie A. Por detrás, Lazio, Napoli y Fiorentina, que se conformarían con un puesto Champions. La preocupación está en Milán, con sus dos equipos a más de 25 puntos de los bianconeros. Poco parece que vaya a cambiar el desarrollo del que podría ser el cuarto Scudetto consecutivo para los turineses del entonado Carlos Tévez.

Más habitual es la brecha que separa en Alemania al Bayern de Munich del resto de los mortales. El buen momento del Wolfsburgo ha hecho que se quede actualmente en 11 puntos una distancia normalmente indecorosa a estas alturas de año en otras temporadas. Los de la Volkswagen han creado un conjunto sólido plagado de jugadores interesantes: Ricardo Rodríguez, Luiz Gustavo, De Bruyne, Dost… que al menos puede retrasar el alirón de los de Guardiola. Difícil será ver pinchar a los bávaros en una Bundesliga que vuelven a tener en el bolsillo por tercer año seguido. Mucho se han beneficiado también del annus horribilis del Borussia Dortmund, que aún así sigue escalando para desbancar al otro Borussia, Moenchengladbach, de la cabeza de la otra liga.
Otro liderato fuerte en Europa es el que ejerce en estos momentos el Chelsea de José Mourinho en la Premier League inglesa. Seis puntos, o lo que es lo mismo, dos partidos, separan a los de Stamford Bridge del Manchester City. Y el problema, para los de Pellegrini, es que los blues llevan un enfrentamiento menos. Y si además es con el Leicester City, colista claro de la tabla… Muy complicado será que los tres parejos perseguidores, City (58), Arsenal (57) y Manchester United (56), puedan plantar cara a un equipo liberado, a la par que herido, por la eliminación en Champions League ante el PSG.
Como dato anecdótico, por ser una liga de menor nivel, en la Eredivisie holandesa también parece haberse decidido el triunfo. Contra pronóstico, el PSV Eindhoven del exculé Phillip Cocu puede acabar con la racha de cuatro títulos del histórico Ajax de Amsterdam. Once puntos separan a los de la Phillips de los ajaccied. Demasiados quebraderos de cabeza está teniendo otro exbarcelonista, Frank de Boer, para recuperar terreno a los rojiblancos, ya eliminados de la Europa League, no así el Ajax. De Jong y Depay son dinamita para el líder y la nueva generación del Arena está aún algo verde.

Hecho ya el repaso, nos quedamos con nuestra Liga, y con las vecinas de Portugal y Francia. En Portugal, el temible Oporto de la Champions sigue chocándose con la pared benfiquista en la Primeira Liga. Mientras en Francia, no todo es dinero, y los dos últimos grandes, Lyon y Marsella, están plantando cara al galáctico PSG en una liga de tres. Sin embargo, aquí nos encontramos ante uno de los campeonatos más disputados de la década. Todo apunta al duelo de siempre, Real Madrid-Barcelona, pero con matices. La distancia entre el primero y el cuarto es de nueve puntos, algo que no visto en años.
A todo ello ha contribuido el resurgimiento del Valencia, candidato a la pelea, y el mal momento del Real Madrid. La Liga parecía blanca hasta Enero por los pinchazos del Barça en el inicio, y ahora es blaugrana por los madridistas. De hecho, ambos equipos han perdido a estas alturas los mismos partidos (Barça 4 y Real Madrid 5), que Valencia y Atlético de Madrid. Y lo más interesante, con el clásico a las puertas, cuya victoria beneficiaría al ganador en gran medida, pero cuyo empate podría dar alas a los ches. Cómprenle pilas al transistor, súrtanse de las pastillas para el corazón, porque estamos ante la Liga más disputada de Europa.