Miércoles noche, una noche cualquiera en una ciudad como Barcelona, en medio del campo verde un chaval le da toques a un balón, frente a él 11 jugadores, junto a él 10 amigos. Un partido más que se repetiría en Sevilla, Madrid, Londres, París…Pero no, este es diferente porque el chaval, bajito y con una camiseta azul y roja encara rivales, se deshace de uno, de otro, le sale el portero y le envía una vaselina que parece tocar el cielo antes de besar las mallas.
Noventa mil gargantas gritan enardecidas el mismo nombre…Messi, Messi, y así una, dos, tres o incluso… 5 veces, como los 5 goles que marcara la pasada temporada en el FC Barcelona – Bayer Leverkusen. Pero hay algo más, dejémonos llevar un poco por la pasión, porque ¿qué es el fútbol sin pasión? Nada, datos objetivos y estadísticos que no transmiten el sufrimiento, la alegría, el llanto, el palpitar del corazón, los nervios…todo lo que lleva acarreado ese deporte tan maravilloso que nos une pero que nunca nos debe separar.

Messi, para muchos el mejor jugador de la historia (sobre todo a partir de su cuarto Balón de Oro), es un personaje singular en el mundo del fútbol, al menos del fútbol que yo he vivido. Un tipo tan descarado con el balón, como introvertido sin él, un chaval que tras marcar su 38º gol en Liga tras tan solo 25 partidos jugados, en lugar de salir corriendo al micrófono a proclamar a millones de espectadores “soy el mejor, por si alguien tenía alguna duda…yo soy el mejor”, lo único que hace es irse tranquilo a casa. Porque así es Messi, el mejor con el balón, nadie sin él…
Un chico de la calle, un potrero, alguien sencillo. Y esa sencillez es lo que lo convierte en lo que es, un ídolo, porque verlo a él al terminar un partido de fútbol es como vernos a cualquiera de nosotros un domingo por la mañana, estamos seguros de que si le pusiesen un micrófono en el vestuario le diría a sus compañeros “ey, pibes ¿vamos a tomar unas cervezas?” Fuera de estereotipos de futbolistas engreídos y lejanos al resto de los mortales, así es Messi uno más aunque sea el número uno.
Ahora bien, ¿es Messi el mejor de la historia? PARA MÍ sí, pero es mi opinión totalmente subjetiva. Cada uno de los que me lean estarán o no de acuerdo…eso da igual, no es mi objetivo caer en discusiones banales.
Lo importante es que estamos ante un futbolista diferente, que hace cosas diferentes, que sabes que solo por verlo moverse en el campo merece la pena pagar una entrada, porque probablemente él llegue donde nadie ha llegado hasta ahora, a que dentro de 40 años, millones de personas, seguidores del Barcelona, Olympique, Manchester, Chelsea, Madrid, cuando sus nietos les hablen de la nueva y rutilante estrella futbolística les puedan decir “yo vi jugar al mejor, yo vi jugar a…LIONEL MESSI”.
Francamente, es un crack. Lo has descrito perfectamente, porque ademas has echo resaltar lo que Messi es dentro y fuera de los terrenos de juego. Una persona humilde.
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