25 de abril del año 2019, Ernesto Valverde mantiene al equipo vivo en las tres competiciones. En semifinales de la Champions League, a 3 puntos de volver a ganar el campeonato liguero y en la final de la Copa del Rey. Cualquiera de los entrenadores de los equipos europeos se cambiaría ahora mismo por él. No hay ningún equipo en Europa salvo el Ajax que tenga, ahora mismo, la oportunidad de ganar tres competiciones de esta importancia. Cualquier aficionado saldría diariamente con la camiseta de su equipo para reafirmar su amor por esos exitosos colores. Cualquier aficionado salvo el culé.

Se queja el seguidor culé, y no le quito la razón, de que el juego del equipo durante la campaña es eficaz pero no bonito. Que paga religiosamente su abono, aprovecha que visita la ciudad o puntualmente se concede el capricho de acudir al campo y lo que espera es un buen espectáculo. Y es cierto que el juego del equipo no acompaña. Y más si, como ocurrió el martes, el mejor jugador de la historia descansa.
Alegan algunos seguidores, alguno de ellos con parentesco con el que suscribe, que cuando nos enfrentemos al Liverpool nos van a pasar por encima, que este año el Madrid ha pagado el pecado de no querer reemplazar a Cristiano Ronaldo, que hay equipos en Europa que tienen más nombre que fútbol. En definitiva, que jugando así no vamos a ninguna parte.

Yo no voy a alabar el juego del equipo, lo veo porque solo con que esté Messi merece la pena invertir dos horas a la semana. El argentino es un jugador que perdurará en nuestra memoria y cuya manera de entender el fútbol echaremos de menos cuando se retire, y yo quiero aprovechar cada uno de los momentos que tenga para disfrutar de su juego. Más allá de Messi, el equipo a nivel de espectáculo, no me deja nada. Ernesto ha organizado un conjunto muy equilibrado, que se pasea por la Liga con espíritu funcionarial y que ansía la Champions. Por eso le doy opciones de conseguir el entorchado europeo. Porque aunque no practica un juego acorde con el ofrecido en las recientes épocas gloriosas, no es menos cierto que no suele fallar en los partidos importantes.

El Real Madrid, admirado por muchos, ha conquistado tres de las últimas Champions, sin embargo nunca ha conseguido un triplete. El FC Barcelona ha sido el único club español en obtenerlo en dos ocasiones, con Pep Guardiola y Luis Enrique. El tricampeón europeo el año pasado tiró la Liga española, acabó a 16 puntos del FC Barcelona y solo mostró un juego digno en los últimos partidos de la ronda eliminatoria europea. Estos datos no los aporto para ningunear al club blanco, sino para que antes de criticar el juego del equipo pensemos qué es lo que queremos ¿jugar bien o ganar títulos? Podríamos decir que ambas cosas, pero cada vez el fútbol está más igualado y por tanto es más complicado ganar todos los títulos y jugar bien.