En el fútbol actual las jugadas a balón parado van tomando mayor importancia a todos los niveles, desde el profesional a amateur o fútbol base. Años atrás estas jugadas no se preparaban tan a conciencia. Pero cada vez son más los partidos que se resuelven con una acción a balón parado.
Por eso los entrenadores, hoy en día, trabajan estas acciones con sus equipos, ya que pueden ser definitivas en el resultado de un partido. Incluso algunos equipos cuentan en sus cuerpos técnicos con especialistas que se encargan de prepararlas, tanto ofensiva como defensivamente.

En las acciones a balón parado ofensivas, tan importante es la colocación de los jugadores para ocupar los determinados espacios en los que irá el balón, como tener un jugador en el equipo capaz de poner la pelota en el lugar preciso.
En las acciones a balón parado defensivas, es muy importante la concentración de cada jugador, ya que un mínimo despiste podría costar un disgusto al equipo. Se puede defender de diferentes formas. Una es de manera individual, cada jugador marca a otro del equipo contrario y se encarga de evitar o dificultar el remate del adversario. Otra forma es marcar en zona, donde se coloca a cada jugador estratégicamente y cada uno se encarga de defender la zona asignada. Por último, la llamada defensa mixta, en la que se combinan las dos formas anteriores, unos jugadores se encargan de defender su zona asignada y otros de realizar un marcaje individual, normalmente a los jugadores que mejor rematan del rival.
Metodología
Cada entrenador tendrá su manera de trabajar este tipo de jugadas según su metodología de trabajo. Lo habitual, en primer lugar, es analizar las características de nuestros jugadores y después seleccionar el tipo de jugada a realizar, los lanzadores y a quien buscar para el remate.
De seguido se pasa a la explicación teórica a los jugadores a través de una pizarra, papel o vídeo y se determina una seña que indique la jugada a realizar.
Una vez los jugadores tengan la teoría clara, se pasa a la práctica, que se suele desenvolver en tres fases. En la primera fase se ejecutan las acciones sin oposición defensiva. En la segunda fase, se introduce una defensa pasiva, en la que encontramos defensores, pero que no impiden el remate. Por último, en la tercera fase, la defensa pasa a ser activa, produciéndose una situación real de juego.
Por lo tanto, hoy en día podemos encontrarnos con diferentes estilos de entrenadores (más ofensivos, más defensivos, más tácticos…), pero la mayoría, estoy seguro, que le da mucha importancia a las jugadas a balón parado. Como entrenadores tenemos que darnos cuenta de lo importante que es entrenar estas acciones y que sean un punto determinante en la planificación de los entrenamientos.