Lesionarse de gravedad es lo que más temen los futbolistas. Dentro de las lesiones graves, romperse los ligamentos cruzados o fracturarse la tibia están en la cúspide de las más temidas por los jugadores de fútbol. Pero, ¿hay algo más doloroso que sufrir una lesión de este tipo y acabar expulsado en la misma acción en la que caíste lesionado? Pues eso le pasó a nuestro protagonista de hoy.

Desgraciadamente todos hemos visto imágenes de futbolistas con la tibia rota. Manuel Pablo, Djibrill Cissé, Aaron Ramsey o Íñigo Díaz De Cerio se la rompieron tras chocar con un contrario. David Villa sufrió esa misma lesión sin mediar un golpe de otro jugador, sufriendo lo que se conoce como fractura por estrés. Incluso Martín Palermo se rompió ese hueso al caer sobre su pierna un muro y varios aficionados del Villarreal CF tras un gol del argentino en el Estadio Ciudad de Valencia en un partido de Copa del Rey frente al Levante UD.
Pero como dije antes, no hay nada más doloroso que fracturase la tibia y acabar expulsado en la misma jugada. Eso le ocurrió a Federico Lussenhoff el doce de agosto de 2002 en el Estadio Benito Villamarín en un partido de pretemporada que enfrentó al Real Betis Balompié y al RCD Mallorca. A los treinta y cinco minutos de juego, Joaquín recibió una durísima entrada por parte del central argentino. El golpe fue tan brutal que rápidamente todo el mundo se percató de la gravedad de la acción. Extrañamente, fue el infractor el que salió peor parado, ya que acabó lesionado para cuatro meses y expulsado del terreno de juego.

En diciembre Federico Lussenhoff volvió a jugar, llegando a proclamarse campeón de la Copa del Rey con su equipo. En el club de la capital balear permaneció esa temporada y la siguiente (2002-2004), habiendo pertenecido durante cuatro campañas (1998-2002) al CD Tenerife antes de recalar en Mallorca. También defendió las camisetas del CA Rosario Central (1992-1995), CA San Lorenzo (1997/98), CA Colón (2005/06) CA River Plate (2006/07), CA Talleres (2008/09) y CS Bernardino Rivadavia (2010-2013) en su país y las de Toros Neza FC (1996/97) y CD Cruz Azul (2004/05) en Méjico.
En España se le recuerda mucho por un incidente violento con aficionados del CD Tenerife. En la antepenúltima jornada de la Liga 2001/02 su club se jugaba la permanencia en un partido contra el Real Valladolid. Los pucelanos golearon al equipo dirigido por Javier Clemente por un contundente 1-5. Cuando los jugadores abandonaban el Estadio Heliodoro Rodríguez López en sus coches fueron increpados e insultados por aficionados tinerfeños.
Federico Lussenhoff se bajó de su vehículo y se enfrentó a golpes con algunos de ellos. Cuando regresó a su coche, la ventana del piloto recibió el impacto de un gran piedra, haciendo saltar el cristal en mil pedazos. También tuvo una breve etapa como Director Deportivo del Xerez CD en la temporada 2009-2010.