El fútbol español apesta. Obviamente no me refiero a lo que ocurre en el terreno de juego. El mal olor lo desprenden sus dirigentes. Hay honrosas salvedades y sería injusto meter a todos los presidentes y directivos en el mismo barco. Por eso voy a dar los nombres y apellidos de algunos de ellos que recientemente se han cubierto de gloria.

Empiezo por Sandro Rosell, ex presidente del Fútbol Club Barcelona. Llegó al cargo prometiendo transparencia en su gestión, pero el fichaje de Neymar le ha estallado en la cara. Y todo por ser lo contrario de lo que prometió. Su pecado ha sido el de no decir a las claras cuánto dinero gastó el club blaugrana para hacerse con los servicios del crack brasileño. Dice que su dimisión nada o poco tuvo que ver con el asunto del fichaje de Neymar, pero eso no hay quién se lo crea. Ahora será la Audiencia Nacional la que juzgue y analice el galimatías de contratos y comisiones extrañas que existen en la “Operación Neymar”.
Otro que últimamente se ha visto envuelto en asuntos judiciales muy importantes es José María Del Nido. El abogado sevillano tuvo que dejar la presidencia del Sevilla F.C. tras ser condenado a siete años y medio de prisión por el “Caso Minutas”. Del Nido fue declarado culpable de los delitos continuados de fraude, malversación de fondos públicos y prevaricación, y deberá indemnizar al Ayuntamiento de Marbella con 2,7 millones de Euros.
En cuanto se conoció la condena, se promovió una campaña de recogida de firmas (se hizo en día de partido en los aledaños del Sánchez Pizjuán) para solicitar el indulto, cosa que también hicieron desde la RFEF y la LFP, encabezando dicha petición, Ángel María Villar y Javier Tebas. Muchos presidentes de Primera y Segunda han apoyado esta iniciativa. Quizá el más efusivo haya sido Quique Pina, máximo mandatario del Granada. Es lógico que lo haga, porque hace pocos meses, Pina y Del Nido compraron la mayoría de acciones para dirigir al Cádiz.

Y el que más me afecta y me duele es el que sufre el equipo de mis amores. Manuel Ruiz de Lopera está inmerso en un proceso judicial por desviar, según los peritos de la Guardia Civil, casi 30 millones de euros del Betis hacia sus empresas. Una de las medidas que tomó en su día el Juzgado que lleva el caso fue la de imponer una Administración Judicial en el club verdiblanco que, a día de hoy, todavía está en vigor.
No acaba aquí el lío, porque el administrador de las acciones de Lopera que designó el Juzgado, tuvo que abandonar el cargo por beneficiarse de la imagen que había ganado en el Betis para la firma de contratos con su bufete de abogados. Esto último no es ilegal, pero no casa con la imagen de servicio altruista que pretenden dar los actuales directivos del equipo verdiblanco. Pues aun así, todavía hay quien defiende a Lopera y pide su vuelta.
Estos son solo tres ejemplos. Hay muchos más: el Racing de Santander, el Atlético de Madrid en la época de Jesús Gil… Dos de los que he citado, se han producido directamente sobre la gestión de los clubs de fútbol y otro, el de Del Nido, sobre un ámbito profesional externo a su equipo. Lo que es indígnate y provoca fatiga, es la facilidad con la que personajes que tienen causas pendientes con la justicia, habitan en los puentes de mando de los equipos de fútbol en España. Está claro que para muchos, el fútbol es un escaparate y un trampolín para los más diversos menesteres.
El problema de Rosell ha sido su torpeza escudándose en la cláusula de confidencialidad, pero por lo menos a día de hoy no se ha demostrado que se lo haya llevado al bolsillo. En cuanto a Del Nido, lo que me parece increíble es que siendo una cuestión profesional los presidentes de primera firmen un indulto como tales presidentes. Luego está el caso de Gil o Lopera que sí que metieron la mano donde no debían y finalmente está el pobre Racing que directamente está gobernado por un impresentable.
En definitiva, donde se mueve dinero ahí habrá gente con ánimo de lucrarse aunque sea a costa de empobrecer a los equipos que dirigen.
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Creo que ya va siendo hora que alguien ponga freno al despropósito que vive el fútbol. La pregunta es quién. En teoría debería ser la FIFA pero allí hay más corruptos que en ningún otro sitio. En cuanto al Racing, todo mi apoyo para ellos espero que aguanten hasta que el consejo directivo se vaya.
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