El Spotify Camp Nou presentaba una imagen inmejorable. Más de 81.000 gargantas deseando ver en liza a la que va camino de ser la mejor plantilla de la historia del FC Barcelona. Una excelente pretemporada y el esperpento de la temporada pasada eran el cóctel perfecto para alimentar la ilusión culé. Sin embargo, tras los 90 minutos (o más de 100 por la moda de los eternos añadidos) la afición volvió a casa con cara de decepción.
Y es que Xavi sigue teniendo mucho trabajo por delante. Las sensaciones del partido de anoche, frente a un Rayo Vallecano que parece tener la medida tomada a los blaugrana, son igual de desconcertantes de lo que lo fueron en el tramo final de la pasada temporada. Y eso son muy malas noticias.
Es de alabar el encomiable esfuerzo que esta Junta Directiva, con Mateu Alemany al frente de la parcela deportiva, está realizando en este mercado de fichajes. La apuesta es clara, el dinero (generado tras la venta de activos) en el campo para generar ilusión. La otra parte imprescindible de la ecuación es que la pelota entre y el equipo responda. Anoche, la primera en la frente. Empate a cero y Ter-Stegen demostrando que parece estar de vuelta.
A falta de que Koundé pueda ser inscrito y se haga, a priori de manera sencilla, con la titularidad, los problemas del equipo de Xavi siguen siendo los mismos. Los laterales no convencen. El experimento de Araujo en el carril derecho no terminó de funcionar y es que el uruguayo carece del recorrido ofensivo que el sistema del Barsa requiere. En defensa correcto, en ataque apenas intimidó.
En cuanto al lateral izquierdo, personalmente estoy deseando que se haga oficial el fichaje de Marcos Alonso y pueda salir de partida en el once. La actuación de Jordi Alba ya no sólo ayer sino durante toda la pretemporada fue simplemente impropia de un jugador profesional. Apatía junto con errores de bulto hacen que uno de los jugadores con mayor salario de la primera plantilla, y a quien por lo visto la Junta prefiere no pedir una rebaja salarial por miedo a su reacción, deba ser un habitual del banquillo.
Dejando a un lado la defensa, el medio del campo tampoco funcionó de manera fluida. Gavi estuvo inexistente mientras que Busquets terminó expulsado producto de un desajuste. Por su parte Xavi estuvo desacertado tanto en la alineación inicial dando la titularidad a Alba tras las buenas sensaciones de Alejandro Balde en pretemporada como en la lectura del encuentro. Tarde en los cambios, Aubameyang debió ingresar antes ante la poca efectividad de Dembélé y Frenkie de Jong demostró con su actitud impecable que merecía haber sido de la partida.
No es cuestión de dramatizar ya que estamos en la primera jornada. De hecho es bueno recordar que Pep Guardiola debutó allá por la temporada 2008/09 con una derrota contra el Numancia y con un empate contra el Racing de Santander en casa. Sin embargo, es hora de que la mano del entrenador se comience a ver tanto con automatismos en defensa como con un juego más fluido. Ésta es la temporada clave para el futuro de Xavi y a su vez para el del club, y esto es algo que desde el día uno es necesario recordar.
Bueno,salvando el desencanto que para los culés ha significado el partido,hay que felicitar a Iraola y a su equipo que ha sabido plantarle cara y darle un baño de realidad a un equipo teóricamente muy superior y envalentonado tras su pretemporada y adquisiciones.También es una buena noticia para el devenir de la competición y un aviso para la creencia generalizada de la supremacia de Madrid-Barcelona,que a la larga es muy probable se cumpla,o quizás no,deseo del resto de equipos y sus aficiones.
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