Con tres jornadas disputadas de la fase de clasificación para la Euro 2016, el imprevisible mundo del fútbol ya nos ha dejado algunos detalles a tener en cuenta. El fracaso del mundial de Brasil en grandes potencias futbolísticas del viejo continente aún perdura. España sigue sin convencer, Portugal vive de Cristiano Ronaldo y ahora, además se une Alemania, derrotada por Polonia e incapaz de ganar a Irlanda. Sólo la rejuvenecida Inglaterra, la segura Italia y la selección de moda, Francia, parecen estar al nivel que se les espera.
Y es en esta coyuntura en la que una selección, a priori débil, está emergiendo como rival a tener en cuenta: Islandia. Cierto es que ya llegaron a la repesca para el Mundial de Brasil 2014, aunque fueron derrotados por la Croacia de Rakitic y Modric. Sin embargo, el fútbol de los islandeses va a más. Han cosechado los nueve puntos posibles hasta el momento en el Grupo A.
Un aspecto que cobra más valor al ver las victorias ante Turquía (3-0) y la poderosa Holanda (2-0), ésta hace dos días. La selección islandesa era conocida por ser la única en la que padre e hijo, los Gudjohnsen, habían disputado un mismo partido en 1996. Ahora, también se empieza a conocer su fútbol.

Para entender la importancia del buen momento de Islandia hay que remitirse a los anales. Nunca se clasificó para la fase final de un gran torneo. De hecho, junto con este año, la ocasión en la que más cerca estuvo de disputar un Mundial fue en Suiza 54. Curiosamente el hito no se dio por culpa de la burocracia. La FIFA no consiguió que llegara a tiempo el formulario de inscripción.
Así que muchos pensaron que nunca volverían a estar tan cerca de codearse con los mejores. Sin embargo, la generación de 1988 a 1990 empieza a dar que hablar en las competiciones inferiores de la UEFA. Esta es una de las claves del momento islandés actual. Hablamos de un grupo de futbolistas que ha roto moldes clasificando a su país para eurocopas tanto sub 19 (Bélgica 2007) como sub 21 (Dinamarca 2011). Estos jugadores tienen ahora entre 24 y 26 años y se han hecho con las riendas de la selección. Haber mantenido este bloque desde edad juvenil ha sido una de la causas del buen juego, ya que hay futbolistas como Sigurdsson, Sigthorsson o Finnbogason que se conocen desde esa época.
Otro aspecto importante es el banquillo. El sueco Lars Lagerback ha llevado al máximo rendimiento a este grupo desde que llegara en 2011. Suya ha sido la tarea de dar paso a los sub 21 en el combinado absoluto. La tarea de Lagerback se puede dividir en dos etapas.
La primera iría de octubre de 2011 a 2013, fechas en las que Lagerback dirige a la selección en solitario y la clasifica para la repesca de Brasil 2014. La segunda empieza tras la derrota ante Croacia y le llevará hasta 2016 de la mano del islandés Hallgrimsson, que deberá liderar al combinado desde ese año con la retirada del sueco. Y es que los 66 años ya le pesan al seleccionador más laureado de la historia de Suecia, ya que conserva el hito de haber clasificado a los amarillos para cinco grandes torneos consecutivamente.
Su fórmula del éxito, repetida con los islandeses, es el clásico 4-4-2 basado en el juego directo y el contragolpe. Como suele ser común en estas selecciones, el juego se asemeja al inglés.

Lagerback y su 4-4-2, una generación interesante, incluso el frío en estas alturas del año como local son aspectos que han ayudado al buen momento de la selección islandesa, pero ¿quién juega y cómo en la selección revelación del momento? La portería está reservada a Halldorsson, un realizador aficionado que juega en el modesto Sandnes noruego. No hay competencia bajo palos y el suplente tiene 39 años.
En defensa se apuesta por la continuidad. La línea formada por Teddy Bjarnason y Skulason, y Ragnar Sigurdsson y Arnason en el eje, es habitual en los partidos. Los laterales juegan en la Liga Danesa, Arnason en la segunda inglesa y sólo Sigurdsson juega competición europea, con el Krasnodar ruso. De mediocampo hacia adelante es cuando empieza a cobrar protagonismo la generación dorada.
En la medular suelen formar cuatro jugadores, de los cuales tres, provienen de esta quinta. Por el centro juega una pareja que se conoce desde cadetes, el capitán Gunnarson y Gylfi Sigurdsson. El primero es titular en Premier con el Cardiff al que llegó en horas bajas allá por 2011. Por su parte, Sigurdsson, toda una estrella en su país, ha vuelto al Swansea tras realizar dos interesantes campañas en el Tottenham.
La banda izquierda la ocupa el veterano Hallfredsson, un trotamundos que encontró su sitio hace tres años en el mítico Hellas Verona. La diestra para Birkir Bjarnason, que a sus 26 años ya ha jugado en Noruega, Bélgica e Italia con más pena que gloria. Hoy en día juega en la Serie B para el Pescara, ya como traspasado, por una Sampdoria que le otorgó pocas oportunidades.
Pero el fútbol es gol, y ocho tantos en tres partidos es un gran bagaje para la selección nórdica. El habitual 4-4-2 que plantea Lagerback le abre la puerta a una dupla de atacantes en un gran estado de forma. Hablamos de Sigthorsson y Bodvarsson. Kolbeinn Sigthorsson es el nueve goleador del equipo. Llegó con 21 años a la Eredivisie holandesa y tras un gran año en el AZ Alkmaar acaparó las miradas de los dirigentes del Ajax. Siempre marcando goles, el año pasado Frank de Boer le otorgó un papel más importante para los ajaccied y lleva un inicio de temporada formidable con los de Amsterdam.
A su lado juega la perla islandesa, Bodvarsson, un segundo delantero de 22 años que juega en el Viking noruego. Sin embargo, no hay que olvidar el papel que juegan desde el banquillo futbolistas como Gislasson, O. Skulason o el txuri-urdin Finnbogason. Este último espera recuperar el sitio cuando alcance el nivel deseado en San Sebastián y se parezca al delantero que marcó 53 goles en dos temporadas en el Heerenveen.

Por todo lo analizado, Islandia es ahora mismo una selección a tener en cuenta seriamente para los próximos años. Para ello, es esencial el desarrollo de los integrantes de la generación dorada. Si la presencia de jugadores islandeses aumenta en ligas como la española o la inglesa, la selección adquirirá experiencia y consolidará lo ya andado. De momento, tres de tres aunque en el horizonte espera otro rival duro, la República Checa.
Además los recibirá en casa en noviembre. Si los de Lagerback sacan un buen resultado ante Rosicky y compañía, darán un golpe sobre la mesa y acabarán el año como líderes de su grupo. Y lo más importante, encararán 2015 con los deberes hechos y la esperanza de poder repetir la hazaña, eso sí, fuera de casa. Puede que cuando llegue el calor el potencial de los islandeses se desinfle o que acusen la inexperiencia a domicilio, pero lo que está claro es que a día de hoy es una de las favoritas para estar en la próxima Eurocopa.