Comenzaba el partido con una alineación de nuevo sorprendente. Finalmente, y ante el clamor popular, Dani Alves se sentaba en el banquillo. Sin embargo, su puesto no lo ocupaba Montoya ni el ínclito Douglas (quien ni siquiera se vistió). No, la banda derecha del Barsa fue ayer para un lateral izquierdo. Asimismo, otro de los sinsentidos fue la presencia en la delantera de Pedro y Munir en detrimento de Suárez y Neymar.
Cuesta entender que Luis Enrique no apostara por poner toda la calidad en el campo, más teniendo en cuenta que se venía de 2 derrotas consecutivas en Liga. Al final sucedió lo que todo el mundo esperaba, que en el descanso tuvo que echar mano de ellos en busca de un milagro.

Y es que el Barsa repitió la «hazaña» de Amsterdam e hizo una primera parte digna de un equipo de otra categoría. Total descontrol del mediocampo y una defensa que hizo internacionales a jugadores como Thievy, descartado por el Espanyol en el verano.
En definitiva, tres puntos y absolutamente nada más. Bueno sí, Luis Suárez que mostró una gran actitud y Mascherano que se basta solo para tapar los agujeros que otros generan.
PD: una de las cosas que más perplejo me dejó del partido de ayer fueron las declaraciones del principal artífice de esta plantilla desequilibrada. Hablo del «gran» Andoni Zubizarreta quien comentó: «Cuando los rebotes de los palos en lugar de ir para fuera vayan para dentro, eso nos dará más tranquilidad.» Gran análisis a la altura de quien lo hace.