….victorias de 2 puntos…
¿Los 3? Eso era cosa de los ingleses…
He repasado tablas ligueras con negativos y positivos (¿o era al revés?). Cuando tu equipo se ponía con -5…malo malo. Entrenador a la calle.
He aprendido de memoria mi primer 11, cuando era eso, del uno al once. Camisolas sin apellidos, sin apodos. Limpias, el portero el 1 y su suplente el 13.
He disfrutado con equipos repletos de futbolistas españoles, muchos, antes de que Mr.Bosman se sentase en el juzgado.
He conocido la Recopa de Europa, cuando la Copa del Rey tenía sentido.

Me he cabreado cuando los defensas cedían una y otra vez el balón a su portero. Balón al pecho y a matar el partido. Convocatorias de 16 con dos cambios más el arquero.
Sentarme en esas gradas. Monstruos de cemento. Carajillos que quemaban las manos, botas de vino y cerveza. Las jaulas, el hincha de pie, vallas y fosos que separaban a los gladiadores del gentío.
Fútbol “moderno”, siéntate y bebe tu Coca Cola. Antes eras menos Pro, pero tenías más encanto. ¡Show, Slow Motion!
He vivido promociones, las de verdad. “Mata Mata” épicos de ida y vuelta. Los “casi-peores” de Primera contra los “casi-mejores” de Segunda.
He visto…..un Hércules-Racing, un lunes, a las 9, en Antena 3.
Pocas horas habré yo echado a este juego. Fichando con mi Cádiz a Basler que tenía 92 y Weah 94…qué época.
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