Escocia es un país cuya tradición futbolística ha vivido siempre a la sombra del fútbol inglés. Una alargada sombra que no ha evitado encumbrar a leyenda del deporte rey el duelo de Glasgow: Celtic-Rangers. Con la religión de por medio, que resulta uno de los peores aditivos con los que mezclar deporte, y que ha llegado a causar enfrentamientos entre católicos y protestantes. Pero la leyenda ya es leyenda. El malvado dinero hizo que en 2012 el Rangers FC tuviera que refundarse y empezar desde tercera división, acabando con la rivalidad desde entonces.
Muchos se temieron lo peor entonces. El interés de la Scottish Premier League se perdería sin rival para el todopoderoso Celtic. Los ingresos por derechos perdidos, sobre todo por los derbis, llevarían a la quiebra a más de un equipo. Y por supuesto, en lo deportivo, el Celtic camparía a sus anchas cerrando ligas en Marzo. Pero la grandeza del fútbol nos depararía una grata sorpresa en esta 2014-2015. Este año en Escocia hay liga.

Y es que el histórico Aberdeen, ganador de la Recopa de Europa en 1983 se ha empeñado en acabar con el duopolio de Celtic y Rangers. Y todo ello treinta años después de la última liga ganada por un equipo de fuera de Glasgow. Fue en la exitosa 84-85, en la que precisamente el equipo rojo se convertía por segundo año consecutivo en Rey de Escocia.
Una escuadra que pasó a los anales de los Dandies bajo el mando de Sir Alex Ferguson y con Jim Leighton, Alex McLeish o Gordon Strachan como figuras.
Llegado hace dos años a Aberdeen tras un infructuoso paso por Bristol, es Derek McInnes el encargado de seguir los pasos de Fergie y convertir al equipo del este de Escocia en ganador. Para ello cuenta con un bloque en el que destacan: el portero inglés Scott Brown, los jóvenes delanteros Jack y Pawlett, y el olfato goleador del irlandés Adam Rooney, un cantearon del Stoke que lleva ya nueve goles en liga. Aún tiene un colchón de dos partidos menos sin jugar el Celtic, pero que a estas alturas de temporada haya un club que supere a los verdiblancos es relevante.

De aquí al 28 de febrero, día en el que enfrenten ambos clubes, el Aberdeen tendrá que hacer los deberes si quiere ser una alternativa real al campeonato. Todo ello contando con que los de Ronny Delia empezarán a levantar cabeza haciendo carburar a Commons, Stokes o el sueco Guidetti. Por tanto, los amantes del fútbol de las islas hemos de estar de alegría por haber recuperado la competitividad una ligan tan rancia como la escocesa. Quién sabe si treinta años después de la última liga de Ferguson en el Aberdeen, se repite la historia.