Dos tiros a puerta en 90 minutos. 180 minutos sin marcar un gol. Más puntos perdidos, ocho, que ganados, siete. Equipo más goleado de Primera División. Peor inicio de Liga desde la temporada 94/95, la siguiente a la última Liga del Barcelona de Cruyff en la que se consiguieron seis puntos de quince. ¿Hasta cuándo tiene que aguantar el culé este esperpento?
El pasado mes de mayo, tras perder la Copa del Rey ante el Valencia, Bartomeu lo tenía claro. Valverde tenía que salir. Esta decisión duró apenas 24 horas en su cabeza. Al día siguiente, aún no se sabe porqué (o quizás sí), decidió mantenerlo.
Lo vivido ayer en Granada es el ejemplo de un equipo muerto. Un naufragio colectivo en toda regla. Vaya por delante que no creo que Valverde sea el único culpable. Los jugadores no se salvan. Bueno sólo dos podrían salir airosos de la quema. El de siempre, Leo Messi, y un niño de 16 años, Ansu Fati. Un juvenil siendo el mejor del equipo algo sintomático que deja retratado a más de uno.

El Barsa perdió ayer contra un Granada que tampoco tuvo que hacer nada especial. Simplemente con aguantar les fue suficiente. Lo que se vio en el nuevo Los Cármenes fue cuando menos inquietante. Un equipo que claramente no salió a competir y que da la sensación que no cree en un entrenador el cual a su vez no parece saber qué hacer.
Entre los futbolistas hay casos flagrantes como el de Rakitic quien dimitió del partido quizás como respuesta al ninguneo sufrido este principio de temporada. Los hay que son señalados por lo que ya es una calidad discutible para siquiera enfundarse la camiseta blaugrana como es el caso de Sergi Roberto. Otros como Junior Firpo simplemente ha entrado con el pie izquierdo en el club, y esto tratándose del Barsa es complicado de revertir. Por terminar con los ejemplos aunque podría seguir con unos cuantos más, el productor de videos Antoine Griezmann no rinde fuera de casa. Le salva el hecho de llevar poco en el club, aunque esta excusa tiene los días contados.
En el pasado mercado de fichajes la directiva y el entrenador no hicieron los cambios necesarios dejando salir directamente del club a varios futbolistas. Esto es algo prácticamente imposible de hacer a mitad de temporada por lo que ahora todas las miradas apuntan al banquillo. Un lugar con un inquilino que se debería saber en la cuerda floja. Decimos se debería porque uno con Valverde no sabe qué pensar. Como prueba, en la rueda de prensa tras el esperpento perpetrado ayer dijo desconocer el dato de ser el equipo con el mayor número de goles encajados.
En definitiva, la sensación es que la etapa de Valverde se acabó en Anfield y que todo lo demás es una agonía lenta e innecesaria.