La situación en la que se encuentra el Bayer es un auténtico polvorín. La dimisión del equipo médico, que trabajaba de manera externa para el club, con el reputado doctor Müller-Wohlfart a la cabeza junto con el pésimo resultado en Champions ha provocado que los enemigos del técnico de Sampedor se vean con más fuerza que nunca para pedir lo que hasta hace poco era impensable: la destitución del Pep Guardiola.
Según ha podido saber la redacción de TresCuatroTres, en el entorno del Bayern se da por hecho que si el equipo de Guardiola pierde este fin de semana frente al Hoffenheim, éste sería destituido. Matthias Sammer se haría cargo del equipo hasta final de temporada siendo Jürgen Klopp el deseado para entrenar al conjunto muniqués la siguiente campaña.

Por todos es sabido que Guardiola no cuenta con el beneplácito de ciertas figuras emblemáticas del Bayern, siendo su principal exponente Franz Beckenbauer quien no ha dudado en más de una ocasión en criticar los métodos del exentrenador culé. La persona que más defendía a Guardiola y con quien éste tenía una mejor relación era Uli Hoeneß el cual se encuentra actualmente en prisión.
Lo que comenzó como un idilio en Nueva York cuando una delegación del Bayern viajó para convencer a Guardiola de que su proyecto era un desafío, se ha convertido con el paso del tiempo en una especie de relación donde las cosas ya no son como antes. Los diferentes roces a nivel interno junto con la obsesión del entrenador por cambiar todo han hecho que las dudas se instalen en la cúpula del Allianz donde ya se debate abiertamente si Pep es verdaderamente la mejor opción para dirigir al equipo.