Tras tres años sufriendo por lograr la salvación, y una última jornada de infarto la temporada pasada, esta campaña tocaba disfrutar por fin del fútbol de élite en el Nuevo Los Cármenes. Ese era el sueño de Quique Pina, presidente del Granada, por eso apostó por Caparrós, pero le salió rana y ese proyecto fracasó. Ahora, con Abel Resino, el equipo sigue sin rumbo y afronta uno de los finales de liga más complicados de los últimos años.
Los aficionados del Granada están aprendiendo lo complicado que es sobrevivir en la Liga BBVA. Tras muchos años anhelando con llegar a la élite del fútbol lo consiguieron hace cuatro años y desde entonces sufren hasta el límite cada campaña por no volver a caer al pozo de la Segunda. Esta temporada todo parecía diferente, a priori, se pudo fichar mejor y se contrató a uno de los técnicos con más experiencia del fútbol nacional: Joaquín Caparrós.
Del sueño a la pesadilla
En verano entre la afición de Los Cármenes se hablaba más de “y si peleamos por Europa” que de un reservón “a salvarse”. No se realizaron fichajes sonoros pero el club había conformado una plantilla equilibrada, con futbolistas interesantes en clara progresión, con calidad, y Caparrós les podía enseñar ese plus de competitividad y experiencia que el técnico utrerano ha mostrado en innumerables equipos. La idea estaba clara: conseguir un Granada menos alegre futbolísticamente pero que consiguiera más puntos, construir un equipo más fiable, no tan irregular. La ambición era tal que, a pesar de ser cauto, el propio Caparrós en su presentación admitía que «el objetivo no está claro, se consigue con el trabajo y hay que ir paso a paso”.
Un solo dato resume el fracaso de ese proyecto: el Granada es uno de los equipos más goleados de la Liga (el tercero en la jornada 29). Un equipo que tenía que ser sólido, fuerte en defensa y eficaz en ataque no puede ser tan débil en la retaguardia. De pensar en una prometedora defensa de Babin y Murillo, centrocampistas de calidad como Iturra, Javi Márquez, Nyom, y delanteros peligrosos como El Arabi y Riki…se ha pasado a un equipo donde pocos han destacado. De soñar con la tranquilidad de la mitad tabla y por qué no mirar a Europa a sufrir por no hundirse y seguir peleando por la salvación hasta el final.

Las opciones del Granada
A falta de ocho jornadas y 24 puntos en juego aún todo está por decidir. El calendario del Granada no es nada fácil, pero tampoco es el más complicado. Lo más duro: recibe al Sevilla y al Atlético (a los colchoneros en la última jornada) y también visita Mestalla. Por tanto, es vital que en los otros 5 partidos puntúe. Su salvación pasa por ganar en Almería este sábado, y tras pasar los partidos contra los miuras Sevilla y Valencia, vencer a un Espanyol que quizás ya no se juegue nada, puntuar en su visita a Getafe (que puede ser rival por no descender), ganar en casa al Córdoba (que puede llegar sin opciones de salvarse) y ganar en casa de una Real Sociedad que puede no jugarse nada ya en la penúltima jornada.
¿Cómo lo tienen los rivales?
La salvación del Córdoba ya sería un milagro. Tendría que conseguir en 8 jornadas lo que no ha hecho en 30, es decir 20 puntos, o acercarse a ellos. O lo que es lo mismo lograr unas 6 victorias. Recibe al Athletic y Barcelona, y viaja a Villarreal. Lo mejor es que en el resto de partidos juega contra rivales directos.
El Almería al igual que el Granada necesita sumar unos 12-15 puntos, dependiendo de lo que suceda con su sanción de la UEFA que le resta 3 puntos. Si gana este sábado sería todo un golpe de autoridad pero su calendario parece todavía más difícil. Como el Granada, jugará contra Sevilla y Valencia, pero visita el Santiago Bernabéu. Y además, le tocará medirse a otros clubs peligrosos como el Málaga y Rayo que pueden estar jugándose sus opciones de Europa League.
El Deportivo es quién lo tiene más difícil en cuanto a su calendario. Juega un partido menos en casa que sus rivales ya que le tocará dos jornadas seguidas competir de visitante. Visitan Riazor clubs complicados como Atlético y Villarreal, y sus visitas no serán fáciles: R.Sociedad, Málaga, Elche, Athletic y…Barcelona.
Del resto de rivales, el Elche también tiene un final nada fácil jugando como el Depor dos partidos seguidos fuera de casa y contra rivales como Málaga y Villarreal. Además destacar que jugará contra el Atlético y varios rivales directos.
Todo lo contrario el Levante, que excepto sus partidos contra el Valencia y Atlético el resto parecen asequibles para puntuar, jugará contra rivales directos o equipos de mitad tabla que quizás ya no se jugarán nada. Y el Eibar combina rivales casi imposibles: Real Madrid, Valencia y Sevilla y otros de su liga, contra ellos se jugará el seguir en primera: Almería, Getafe, Cordoba.
Si Granada quiere seguir disfrutando de la Liga de las Estrellas tiene como objetivo cosechar cuatro victorias y un empate que le darían 13 puntos y que por tanto le pueden valer la permanencia. Sufrirá pero se podría salvar.
En esos 36/39…puntos estará el límite entre los que sobreviven y los que mueren en la orilla.