Tras el parón obligado a causa de la Segunda Guerra Mundial, España acudía, con Telmo Zarra al frente, a la que era su segunda cita mundialista, el Mundial de Brasil 1950, (que tan mal recuerdo dejaría en los brasileños). Los mejores combinados del viejo continente (con la participación por primera vez de Inglaterra) se enfrentaban a las siempre magníficas selecciones de América. Desde España, país ansioso por tener una alegría en tiempos aciagos, se esperaba con ilusión a que la voz del magnífico Matías Prats padre radiara un histórico triunfo.
Los hombres comandados por el seleccionador Guillermo Eizaguirre quedaron encuadrados en el grupo junto con Estados Unidos, Chile e Inglaterra.
Los estadounidenses fueron los primeros, dieron el susto y obligaron a la selección española a remontar un 1-0 en contra. El 1-3 final daba la sensación de holgura, pero nada más lejos de la realidad ya que fue una victoria trabajada.Tras los aguerridos americanos, vino el combinado chileno. Con ellos resultó más fácil, reflejando un 0-2 el marcador final.
Como último escollo hacia la gloria tan “sólo” quedaban los inventores de este deporte, Inglaterra. Ese era el partido importante, el que podía dar a los españoles el pase al cuarteto final de las mejores selecciones. Según todas las crónicas, el encuentro fue el mejor de todo el campeonato. Disputado de poder a poder, sin renunciar al ataque los dos equipos, intercambiando idas y venidas sin interrupción.
A los 3 minutos de la segunda parte llega la jugada definitiva del choque: saca Ramallets con la mano sobre Gonzalvo II, que avanza y pasa a Gaínza quien, de cabeza y tras ganar el salto a Ramsey, cabecea hacia el centro. Hughes falla, Igoa deja pasar el balón y Zarra remata de cabeza con fuerza haciendo infructuosa la salida del portero Williams. Gol de Telmo Zarraonandia “Zarra” quien gritó apretando entre las manos la medalla de la Inmaculada que colgaba de su pecho.
Tras el choque, el seleccionador inglés Sir Walter Winterbottom comentaría: «Los españoles actuaron con una energía extraordinaria, rapidísimos con la pelota, férreos, sin ser desleales y con la máxima furia. No crea que su victoria fue sólo consecuencia de eso. Jugaron muy bien.”
La excentricidad del choque la protagonizaría el mismo presidente de la Federación Española de Fútbol, Amando Muñoz Calero, quien mandó un telegrama al General Franco diciendo: “Excelencia, hemos vencido a la Pérfida Albión”. Posteriormente, sería cesado.
El inolvidable triunfo fue promocionado por el régimen franquista como la «venganza» de la «Armada Invencible”, aniquilada en 1588 en el Canal de la Mancha cuando se aprestaba a invadir la isla.
El gol de Zarra abrió el camino a que, por primera vez, los españoles vieran como su selección era capaz de codearse con las 4 mejores del planeta. Habrían de pasar muchísimos años para volver a vivir igual o mejor sentimiento…

Era otro fútbol totalmente diferente al de hoy día, quizás había más sentimiento en un deporte no tan profesionalizado como ahora.
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