Con 33 años Gareth Bale pone fin a su carrera como futbolista. El galés, que jugaba en Los Ángeles F.C. de la MLS desde Junio del pasado año, ha decidido colgar las botas tras el Mundial de Qatar.
Con una carrera intensa y siempre bajo el foco, el expreso de Cardiff aglutina una cantidad envidiable de títulos, así como lesiones sobre el césped. Su fútbol, marcado por altibajos, ha tenido momentos brillantes, dignos de muy pocos, pero también temporadas insulsas.
Gareth Bale hace su debut en el fútbol profesional en el Southampton F.C, jugando una temporada completa en Championship y llamando la atención de varios grandes clubes ingleses. Su velocidad y potente disparo lo hacían ser uno de los laterales izquierdos con mayor proyección de Europa y el Tottenham Hotspur pagó 7 millones de libras para hacerse con los servicios de un Bale de tan solo 18 años.
Pasaría 6 temporadas en Londres, destacando las 3 últimas en las que poco a poco fue adelantando su posición, jugando desde centrocampista izquierdo hasta de segundo delantero. Remarcable es su actuación en Champions League en la temporada 2010/2011 contra el Inter de Milán, dónde logró marcar un hat-trick en la segunda mitad del encuentro.
En 2013 llegaría al Real Madrid, con 24 años, dónde pasaría sus próximas 8 temporadas (más una cedida de nuevo en el Tottenham).
Su periplo en la capital española no dejó indiferente a nadie, pero sí causa a día de hoy división de opiniones. Tras 8 temporadas, el galés dejó en el césped un total de 106 goles y 60 asistencias, que lo colocan como el 17º máximo goleador de la historia del club. Además, varios de ellos fueron de vital importancia, como el de la final de la Champions League de 2014 frente al Atlético de Madrid, o el doblete en la final de 2018 ante el Liverpool de Klopp (uno de ellos tras una impresionante chilena), así como la asistencia tras carrera que dejó atrás a Marc Bartra en la final de Copa del Rey de 2014.
No obstante, si algo ha lastrado la carrera de Gareth Bale, han sido las lesiones. Hasta 30 lesiones y más de 100 partidos de baja suma en sus botas en su paso por Madrid. Muchas de las mismas fueron seguidas, lo que hizo que los más de 100 millones de euros pagados al Tottenham resonaran entre el murmullo de la afición al no llegar nunca a tener esa continuidad que se esperaba. Su primera temporada resultó ser la mejor en ese aspecto, tras la cual su rendimiento fue de más a menos, con algunos destellos de lucidez que hacían soñar al madridismo.
Tras una breve cesión al Tottenham y su vuelta infructuosa al club blanco, Gareth Bale dejaba Madrid con 19 títulos a sus espaldas (5 Champions, 3 Ligas, 1 Copa del Rey, 3 Supercopas de España, 3 Supercopas de Europa y 4 Mundiales de Clubes) pero también con varios desplantes al club, como el sonado «Wales, Golf, Madrid…in that order» y varios episodios de desidia, que hacían ver al aficionado que tenía más cualidades que actitud.
Por último, después de 13 partidos en la MLS, pone fin a su carrera. Una carrera llena de altibajos, de momentos históricos y de camillas de enfermería. Una carrera no tan extensa como se esperaba en sus inicios, pues a sus 33 años, se antoja joven para la retirada. No obstante, convirtiéndose en el máximo goleador de la historia de Gales, se puede decir que ha dejado huella y que ha sido un futbolista de los grandes. El último viaje del expreso de Cardiff más fugaz, ha terminado.
Pues que le vaya bonito,como en la canción y larga vida para otros disfrutes más apetecibles para él que el fútbol que si le ha dado de comer.
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