En un fútbol tan mercantilizado, uno de sus personajes más entrañables está condenado a convertirse en una especie en extinción.
El sueño de cualquier afición es ver debutar a un jugador y que este desarrolle toda su carrera deportiva vistiendo esos mismos colores. Los futbolistas que lo consiguen no son muchos, por lo que llegan a convertirse en verdaderos mitos.
Como algunos ejemplos destacados, podemos citar a Carles Puyol (Barcelona), Tony Adams (Arsenal), Ricardo Bochini (Independiente), Sepp Maier (Bayern Munich), Lev Yashin (Dinamo de Moscú), Jack Charlton (Leeds United), Francesco Totti (Roma), Fran García (Deportivo de La Coruña), Julen Guerrero (Athletic de Bilbao) o Jamie Carragher (Liverpool).
A veces, se da la circunstancia de que, en un mismo club, como Giacinto Fachetti y Giuseppe Bergomi, que por muy poco tiempo no llegaron a formar parte del Inter de Milan al mismo tiempo.
Pero sí que existen ejemplos de jugadores con la categoría de One Club Man que coincidieron en el mismo periodo de tiempo, como Chendo y Sanchís (Real Madrid), o Franco Baresi y Paolo Maldini (Milan).
Sin embargo, uno de los casos más destacados tuvo lugar en el Manchester United, donde hasta tres jugadores formaron parte de una de sus épocas más gloriosas: Gary Neville, Paul Scholes y Ryan Giggs.
Pero solamente en ocasiones excepcionales, se produce la lineación total de los planetas para que los mitos se reúnan para constituir una leyenda.
La Real Sociedad de San Sebastián también puede presumir, no hace mucho tiempo, der haber disfrutado de dos miembros de este selecto elenco de jugadores que han desarrollado toda su carrera deportiva en un mismo equipo. Se trata de Xabi Prieto y Aranburu.
Pero el hecho más insólito que ocurrió en el mundo del fútbol también lo protagonizó el equipo donostiarra. La Real Sociedad vivió su etapa más gloriosa a principios de la década de los 80. Con un once formado exclusivamente por canteranos, la Real consiguió dos títulos de liga luchando contra los todopoderosos Real Madrid y Barcelona.
Pero lo que realza todavía más esta historia y la convierte en gesta épica se observa al examinar las plantillas de aquellas inolvidables temporadas (1980-81 y 1981-82).
Rizando el rizo de lo extraordinario, hasta ocho jugadores importantes en aquellas conquistas vistieron durante toda su carrera los colores blanquiazules del club de San Sebastián.
Ganar un campeonato es una alegría indescriptible, pero hacerlo dos temporadas consecutivas con un equipo formado por gente de la casa alcanza ya la categoría de leyenda.
Agustín Gajate, Alberto Górriz, Juan Antonio Larrañaga, Ignacio Kortabarría, Julio Olaizola, Jesús María Satrústegui, Luis Miguel Arconada y Jesús María Zamora escribieron con letras de oro la historia de la Real Sociedad. Por eso, cuando se hable del tema de el One Club Man, debería nombrarse antes el maravillosos caso protagonizado por estos magníficos futbolistas.
Es uno de los aspectos más bonito y entrañable del fútbol,y por supuesto un orgullo para el aficionado de un club,que se ve reforzado en su fidelidad a unos colores cuando el jugador también lo muestra poniendo,por encima de otros valores materiales la entrega a su equipo.Lo que también hay que analizar en este tema es si el Club colabora y apoya estas actitudes,porque hay bastantes casos en que es este quien empuja al jugador a salir en razón a su política de negocio,así por ejemplo el Sevilla airea el slogan de vender para crecer anteponiendo estos intereses a los valores que pudiesen reforzar la fidelizacion del jugador.
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