Ferran Jutglà se ha convertido en una de las pocas ilusiones del F.C.Barcelona actual. El joven delantero es el último parche del Barça B para cubrir puestos vacantes del primer equipo. Primero fueron Ansu Fati, Mingueza, Araújo y Riqui Puig, luego llegaron Gavi y Nico, y ahora es el turno de Abde, Balde, Ilias y Jutglà.
Como en la mayoría de estos casos, Ferran Jutglà se ha aprovechado de las circunstancias por las que transita el club. Con el retiro de Kun Agüero y las lesiones de Ansu Fati y Memphis, se le abrieron las puertas del primer equipo.
Se puede decir que Jutglà estaba en el sitio indicado en el momento adecuado. A pesar de subir del Barça B, no se puede considerar un producto de La Masia. El delantero de 22 años aterrizó en el club en verano de 2021. Firmó por una temporada con otra opcional. Llegó libre procedente del R.C.D Espanyol, donde se formó como jugador desde 2012. Tras curtirse con un par de cesiones en el Sant Andreu, interrumpidas por una corta estancia en el Valencia, el Espanyol apostó definitivamente por él.

Ferran Jutglà ha pasado de ser capitán del Espanyol B en la Segunda División RFEF a celebrar goles con la camiseta blaugrana en La Liga. El veloz atacante se amolda a cualquier posición del frente. Desde los extremos, donde ha jugado toda su carrera, a ser un falso 9 con mucha movilidad.
Desde el pasado diciembre está disfrutando el sueño de todo joven futbolista: minutos en un grande (a pesar de atravesar por horas bajas). Parece que a Xavi no le tiembla el pulso a la hora de aprovechar los recursos del Barça B. Ferran Jutglà le responde con goles. Como el que marcó ante el Elche, o como el último frente al Linares, que rubricó el pase a octavos en la Copa del Rey.
Ferran Jutglà tiene un futuro incierto. Nada le asegura su continuidad. No es un futuro crack, como lo es Gavi. La competencia con Ansu, Memphis o Dembélé, incluso ante Luuk De Jong, puede ser demasiado dura. Tan solo el trabajo constante puede convencer a Xavi para que Jutglà deje de ser un parche. Solo por ese camino podrá realmente llegar a ser un activo del equipo.
No se puede vaticinar el futuro,pero está apuntando maneras y si continúa trabajando lo veo con capacidad para luchar por formar parte de la plantilla y más en un Barcelona de transición que aún no dispone de un equipo consolidado.
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