Luis Cembranos no se imaginaba pegado a la banda cuando colgase las botas, las mismas que lo llevaron a vestir las camisetas del filial del FC Barcelona, UE Figueres, Espanyol, Rayo Vallecano e incluso de la Selección Española. En la actualidad, disfruta del fútbol viendo todos los partidos posibles y nunca dejando de aprender todo tipo de conceptos que aplicar con sus pupilos en el terreno de juego. En nuestra conversación tienen lugar diferentes realidades del ámbito futbolístico: cómo preparar a las jóvenes promesas ante un posible salto al primer equipo, su época más dolorosa, cuando las lesiones le impedían disfrutar del fútbol, del balón rodando sobre el verde. También el debate sobre la Superliga está presente.
Luis Cembranos, muchas gracias por atendernos. ¿Cuáles son sus proyectos actuales?
Ahora proyectos, deportivamente, ninguno. Buscando alguna posibilidad, he tenido algunas ofertas tanto la temporada pasada como esta. Pero, como todo, a veces hay acercamientos, pero no han llegado a buen puerto por diferentes circunstancias. Seguir de cerca el mercado, las máximas categorías, y la mayoría de equipos, por si surge alguna posibilidad durante la temporada pues intentar aprovecharla.
No es una circunstancia en la que me encuentre cómodo porque al final si vas a un sitio es porque las cosas van mal o porque hubo algunas circunstancias adversas. Es una situación que no deseo a nadie. Ojala todos los entrenadores cumplan sus objetivos y tengamos que esperar, no hay prisa. Normalmente, siempre he trabajado desde el inicio de temporada y no hay problema.
¿Cuáles eran sus referentes como jugador y cuáles son de entrenador?
En cuando era jugador, lógicamente, te fijas en los mejores jugadores que juegan en tu posición. Como entrenador intentas hacer lo mismo. Lógicamente, he tenido experiencias con grandes entrenadores. Poco a poco te queda como integrado, aunque nunca estás pensado cuando eres jugador que, algún día, puedes ser entrenador. Luego, con el paso del tiempo, esas experiencias vividas más pinceladas que coges de uno y de otro, te sirven para encontrar un estilo definido.
He tenido grandes entrenadores como Cruyff, Camacho, Bielsa, Juande Ramos. Al final, esas experiencias y esas ideas, intentas coger lo mejor de ellos. Luego, he tenido grandísimos compañeros que están en la actualidad entrenando en primer nivel y que, lógicamente, en cursos de formación o en relaciones más estrechas que tienes con alguno, intentas que te aporten información. Que te ayuden.
¿Cómo se vive como jugador ser entrenado por semejantes técnicos de primer nivel como Johan Cruyff?
La experiencia es lo que te queda y la ves como un día a día. Al final, no son cosas que pasan de un día para otro. Por ejemplo, en el Barcelona yo empecé en juveniles y fui pasando por las diferentes categorías. De repente, un día comienzas a entrenar. Otro, vas convocado con el primer equipo a un amistoso. Poco a poco va sucediendo y no eres consciente.
Con otros entrenadores, con Camacho, que lo viví en las dos etapas que estuvo en el Espanyol, fue una época en que el Espanyol estaba en Segunda División. Fue un buen año, estando yo en el filial del Barcelona, nos enfrentamos y nos vería muchas veces. Tenía interés desde… vamos, nada más ver que había la posibilidad de que yo podía salir del Barcelona, se interesó por mí. Entonces, estuve trabajando con él. Luego, Bielsa fue muy puntual. Fue en sus inicios, creo que en el año 1998 o1999, era un grandísimo entrenador que no aportaba. Pero, realmente, estuvo solo unas semanas, un par de meses. Tenía la clausura de la Selección Argentina y, al poco tiempo, se fue.
Sobre el concepto del que hablaba acerca de que la carrera del futbolista no es cosa de un día para otro…¿Cree que pecamos desde la prensa en ensalzar la figura de jóvenes promesas demasiado pronto y no dejamos que los acontecimientos sigan su curso natural? Es decir, que el deportista madure.
Al final, hay muchísima información. Cada vez más. Esa información conlleva que, muchas veces, se cometan ese tipo de imprudencias y ese tipo de exigencia ante jugadores que necesitan un proceso de formación. De asentamiento, de experiencia. Tenemos un caso muy reciente con el tema Vinicius. Los grandes clubes tienen más urgencias, necesidades más inmediatas.
Pero, yo creo que internamente en los clubes, y la gente que trabaja bien dentro de los equipos, se nota cuando ese tiempo que necesita el jugador para madurar, para crecer, para aprender, para equivocarse, se le ha otorgado por parte del equipo técnico.

¿Ese proceso se respeta más en el fútbol humilde o en un equipo de Primera División? ¿Es más bien cuestión de un equipo bien o mal construido, o la categoría no tiene nada que ver?
Al final es un cúmulo de circunstancias. Por ejemplo, el Rayo Vallecano el otro día gana 2-1 en casa el partido contra el Elche y dos de los jugadores hace dos, o tres, años estaban en el filial. Yo les he entrenado. En ese momento, con una proyección, todo necesita su tiempo. (Aquí Luis Cembranos se mete en la piel de un jugador deseoso de debutar en el primer equipo) No sabes cuando te va a llegar la oportunidad, lo que tienes que hacer es estar preparado el día que llegue.
Creo que Mario lleva ya varias pretemporadas con el primer equipo, pero Randy no llegó a formar parte del club. Se fue al Fuenlabrada, hizo muy buenos años, y el Rayo ahora lo ha comprado. Todo necesita un proceso. Todo sucede por algo. Cuando llega la oportunidad, tienes que estar preparado.
En su experiencia como entrenador de filiales, ¿Cómo se trasmite a los jugadores que tengan cuidado con los cantos de sirenas?
Al final, tienes que entrenarles de muchas maneras. No solo físicamente, ni técnicamente, ni tácticamente. Hay muchos componentes importantes. Que valoren lo que es un trabajo en equipo, ese compañerismo. Cada vez hay más exigencia y son muy poquitos los elegidos que llegan al fútbol profesional. Tienen que ser conscientes de que la realidad es que llegan muy pocos y que muchos se quedan por el camino. Estás formando personas y es lo que tienes que intentar trasmitirles: que sean buenos deportistas, buenos compañeros. Pero, especialmente, que sean buenas personas.
¿Suele verse con claridad al jugador que se convertirá en entrenador?
Bueno…quizás, sí. Pero son matices. Al final, nunca sabes…yo no pensé que fuera a ser entrenador. Viví muchas experiencias negativas, muchas lesiones, sufrimiento. Una etapa del final de mi carrera profesional donde no disfrutaba de lo que estaba haciendo. Era mi trabajo, pero romperte la rodilla, siete operaciones. La última fueron dos o tres operaciones con catorce meses de baja…. te pasan muchas cosas por la cabeza durante todo ese tiempo.
Y al final, mi insistencia, mi confianza, mi regularidad, me dio que siguiera jugando, pero que realmente lo pasara mal. Que no disfrutara tanto como requería. Al final sufría para poder jugar como mucho 45-60 minutos. Tenía una carga de trabajo física y mental muy alta. Prácticamente, desaparecí. Cuando el fútbol me dejó a mi más bien, estaba como bloqueado. Luego, vuelves a enganchar, hacer los curso de formación, a compartir con ex-compañeros. Comienzas a trabajar en algún club de formación, de categorías inferiores, poco a poco le coges otra vez el gusto a este deporte que todos amamos.
¿Qué herramientas utilizó para salir de esa situación y que puedan ayudar a otros jugadores , o jugadoras, en el mismo escenario?
Yo he sido en muchas cosas autodidacta. Todos hemos atravesado lesiones, circunstancias adversas, deportiva o físicamente. Al final intentaba tener mente fuerte, buscar objetivos a medio y corto plazo. Todo ello me ha llevado a tener mucha más formación. Antes, un psicólogo deportivo no era una persona habitual en los equipos de fútbol. Ahora, cada vez hay más. Parte de mi formación va enfocada a la psicología, entrenar a personas que atraviesas momentos profesionales, o personales, más o menso delicados. Que sepan gestionar esos momentos. En cualquier deporte, en cualquier ámbito, no estamos siempre igual. Entonces, gestionar eso es importante para el jugador, en este caso, y cualquier persona.
El trabajo del entrenador toca varios palos: psicología deportiva, coach….¿Cómo se definiría como entrenador?
El trabajo al que dedico más tiempo es a intentar que esas personas con las que trabajas estén a gusto donde están. Que esas personas intenten rendir al máximo nivel. Si una persona rinde al máximo nivel, es ya importante a nivel individual y también del colectivo. Un componente importante, pero un miembro más de la cohesión. Cuando un equipo funciona, se potencia mucho más que si un equipo está hecho a base de individualidades o de cosas puntuales. Creo más en la fuerza que tiene el grupo.

¿De quién de sus compañeros en activo tiene más admiración, respeto, y desea verle en el terreno de juego?
Al final, admiras y tienes muchos compañeros que hemos hecho cursos de formación, de entrenadores, con los que has compartido equipo y vestuario. Hay personas con las que conectas. Lo que me gusta ver es ver qué hacen y cómo lo hacen. Por qué lo hacen y lo bien que lo hacen. Me gusta ver un partido y aprender. A veces, me gustaría hasta preguntar por qué hacen ciertas cosas. Tener esa posibilidad de compartir, ¿Por qué has hecho esto?, ¿Qué has visto? Saber otras perspectivas.
Comentaba al principio que intenta estar al día de los partidos y las grandes Ligas… ¿Cómo vive ese pesimismo respecto a los equipos españoles, frente a la Premier League? ¿Hay más calidad de lo que piensa el aficionado?
Es un proceso que, poco a poco, se ha ido diluyendo. Deteriorando en algún aspecto. Lógicamente, el futbolista, en mi época, casi nadie jugaba fuera de España. Ahora, muchos y muy buenos jugadores, juegan en otros países. Lo mismo ocurre con los entrenadores. Todo eso que se va fuera debilita la Liga local. Luego, influyen otros aspectos más culturales. Otros países…su equipo lo viven de otra manera. El fútbol es una cosa como familiar, tienen su abono y su canal de pago. Tienen mucho merchandising y gastan mucho dinero en el club. En España, es otra cultura.
Lo bueno que tiene el fútbol español es que hemos sido objeto de ver qué se hacía en España, éramos el modelo a imitar. Esos logros a nivel de la Selección de conseguir Eurocopa, Mundial, Eurocopa….está al alcance de muy pocos equipos. En esa época la gente quiere saber por qué ha pasado eso. Si mañana gana el Mundial y la Eurocopa Bélgica, todos nos estaríamos preguntando qué está haciendo Bélgica bien para lograr esos resultados.
Ves equipos alemanes e italianos, ingleses, que tienen un estilo de juego muy definido y muy parecido a lo que comenzó jugando la Selección Española. Han seguido ese modelo de imitación. Lo que quieren todos los equipos es hacerlo bien, y lo que quieren todos los países es ganar.
Viendo la polémica del pasado España-Francia, ¿qué opinión le merece el videoarbitraje?
Todo lo que sea tecnología para mejorar lo veo bien. Lo que pasa es que está generando mucha interpretación. Es la toma de decisión de una persona y los criterios son interpretación. Si es para mejorar, bien. Pero debe estar mucho más controlado. Lo que se intenta es mejorar y a veces está empeorando el deporte. Al final se toman decisiones que no mejoran la calidad del fútbol y se pierde un poco la esencia. Eso debería hacer recapacitar a todo el mundo. El fútbol es un deporte universal y debería ser un poco menos negocio para todos. Por muchas estructuras, por muchos inversores económicos que haya, la esencia no se puede perder.
Hablando de la esencia del fútbol… ¿Cómo vivió el debate de la Superliga?
Desde mi punto de vista, se busca un toque de atención a un organismo como es la UEFA. En mi época yo juegue la Champions con el Barcelona y sólo jugaba el campeón de cada país. No recuerdo que se jugaran más de ocho, nueve, partidos desde el inicio de la competición hasta la Final. Ahora, prácticamente, está duplicado. Quieren hacer más negocio del fútbol. Más partidos en diferentes horarios, se busca como objetivo el consumo, no el beneficio del deporte. Ni tampoco el del deportista. Un futbolista no puede estar todos los años jugando 60-70 partidos, es insostenible.
Es un deporte que la exigencia, no física, a nivel motor y mental…muy pocos futbolistas están capacitados para jugar dos partidos a la semana durante muchas semanas consecutivas. Soy de la opinión de que más no es mejor.