Llega el momento de la verdad, la música de la Champions vuelve a sonar. Tras una fase de grupos donde hay muchos equipos de los denominados “de relleno”, entramos en las rondas eliminatorias. La dichosa bola en el sorteo de Nyon quiso emparejar a dos clubes veteranos en estas lides.
El R.Madrid llega a esta eliminatoria como el sediento que encuentra un oasis en el desierto. La pregunta es si no se tratará tan solo de una alucinación…
Con una papel más que discreto en la competición liguera (donde sus esperanzas de alzarse con el título se esfumaron prácticamente en los 2 primeros meses de competición) la Copa de Europa se presenta como la única opción de convertir una temporada paupérrima en un éxito absoluto.
La duda que tiene todo aficionado madridista es si se encontrará con la peor versión de su equipo, como el que se presentó en el nuevo estadio de “Los Cármenes” (derrota 1-0 contra el Granada) o por el contrario asistirá a una lección de lucha y garra como en la ida de las Semifinales de Copa del Rey frente al F.C.Barcelona.

Enfrente tendrá al Manchester United, un equipo en el que no es oro todo lo que reluce. Si bien comanda la Premier de manera clara, tiene unos preocupantes problemas defensivos.
¿Dónde radica entonces su principal virtud? En su pegada. Al monumental talento de Rooney y Chicharito, se ha unido un Robert Van Persie que no duda en tomar los galones que se le presuponen. Asimismo, hay que tener en cuenta las bandas del equipo inglés, donde Valencia y Young son dos puñales.
En definitiva, un choque de titanes sin un (a priori) claro favorito.