Hoy es un día triste para el barcelonismo, para el fútbol español y para todo aquel que ame este deporte. Hoy ofrecerá su último «concierto» uno de los mejores futbolistas que quien escribe haya visto sobre un terreno de juego. Hoy se despide, Andrés Iniesta.
Cuando uno tiene que escribir unos párrafos sobre un jugador irrepetible no sabe por dónde empezar. Hay miles de recuerdos, de momentos de alegría inimaginable vividos gracias a un tipo de un pueblo de apenas dos mil habitantes, al que todo el fútbol español sabe ya situar. El golazo de Stamford Bridge, el tanto que nos hizo reyes del mundo…como digo un sinfín de estampas imborrables de la historia del balompié.

He visto muchísimos jugadores excelentes. Tengo la suerte de poder disfrutar en mi equipo del que muchos consideran el mejor de todos los tiempos. Me he sentido orgulloso de la entrega de Puyol, de la inteligencia de Xavi Hernández. Pero Iniesta, Iniesta ha sido diferente.
Solo con él tenía la certeza de que, balón que pasara por sus pies, balón que saldría cumpliendo la mejor opción posible. Iniesta hacía al resto mejores. Un genio tranquilo y querido por todos. Si un buen jefe no tiene que estar diciendo cada dos por tres que lo es, un genio como Iniesta no tiene ni que hablar. Su fútbol lo hace por él.
Me cuesta escribir sobre Andrés Iniesta utilizando el pretérito. Se evapora la última gota de un vaso que hizo grandes al Barsa y a España. Un vaso imposible de volver a llenar, por lo que lo mejor será guardarlo en un lugar donde todos puedan recordarlo y admirarlo.
Andrés Iniesta, infinito.