A principios de semana saltaba la noticia, el Manchester City acusado de más de 100 infracciones contables entre las que destacan pagos en b a entrenadores como Roberto Mancini o inflar patrocinios. La cosa pinta mal para los de Guardiola, la pregunta que uno se hace es cómo han tardado nueve años en descubrir lo que era un secreto a voces.
La cuestión es que, para levantar más sospechas si cabe, los dirigentes del club citizen se negaron en su momento a facilitar la información requerida. Piensa mal y acertarás. Bueno, de hecho es que no es necesario ni pensar ya que la propia UEFA les acusó en febrero de 2020 de cometer exactamente las mismas irregularidades y les expulsó de las competiciones europeas. Sin embargo, el Tribunal de Arbitraje Europeo terminó revocando dicha sanción no porque fueran inocentes, sino porque la carga probatoria no había sido lo suficientemente elaborada como para demostrarlo a los niveles que implicaba la sanción de UEFA terminando en una simple multa.
Como decía no hay que ser un genio para saber que tanto City, como PSG, son clubes propiedad de Estados que no se ruborizan lo más mínimo en poner patrocinios propios en sus camisetas a cambio de cantidades que cualquier experto en publicidad no dudaría en calificar como desorbitadas. Véase el caso de Ethiad Airlines, aerolínea nacional de los Emiratos Árabes Unidos que a su vez pone nombre al estadio de los mancunianos. Esto es como decir que se crea empleo cuando en realidad lo que hay es más funcionarios, el dinero con el que se paga esa nómina va al mismo lugar del que salió. Aquí los propietarios ponen el dinero en las empresas y éstas patrocinan a los equipos de los que son dueños. No creo ni siquiera que se pueda calificar como maquillaje contable ya que esta práctica implica un cierto nivel de «elegancia» intelectual, esto es más bien un brochazo al más puro gotelé.
Y claro, una vez que la fuente de ingresos no tiene control, es cuestión de tiempo que lleguen los fichajes desorbitados, las pérdidas astronómicas que no impiden seguir teniendo números verdes y unos sueldos totalmente fuera de mercado con Guardiola ganando 24 millones de euros limpios, De Bruyne 23, Haaland 22 o Grealish 17.
Ahora todo queda en manos de una comisión independiente que tendrá que decidir y sancionar al club. El resto de equipos ya tiembla pues caído el rey se puede abrir la veda a comprobar los libros contables del resto. Podemos estar ante uno de los mayores escándalos financieros de la historia del fútbol que dejaría en un engaño de Monopoly casos como los sucedidos en los 90 en España con Atlético de Madrid, o Italia con Juventus y Parma.
Es desde luego una situación delicada y compleja que si se extendiese a otros equipos de la Premier podría pinchar el globo al que aludí días atrás,habida cuenta de la situación de locura económica en la que el fútbol,sobre todo en Inglaterra,se estaba colocando y que ocasiona un problema de pérdida de competitividad en ligas como la nuestra.Y si todo es consecuencia de oscuras e ilegales operaciones con su pan se lo coman.
0