«El tercer hombre es imposible de defender, imposible…». Estas fueron las primeras palabras de Xavi Hernández cuando le preguntaron en una entrevista por este concepto.
En la actualidad, escuchamos con frecuencia en ruedas de prensa, entrevistas, tertulias futbolísticas, conferencias de entrenadores o cuando vemos un partido, el concepto del «tercer hombre». De manera sencilla, podemos decir que se trata de un aspecto del juego que, últimamente, cada vez más entrenadores tratan de aplicar en el modelo de juego de sus equipos.
Entrenadores como Pep Guardiola, con su llamado juego de posición, que consiste mediante la posesión del balón atraer jugadores del equipo rival, impulsaron este concepto también llamado «jugador libre».
El objetivo de este aspecto del juego es crear una superioridad posicional, atraer jugadores por medio de la utilización de la posesión del balón. Se trata de buscar a aquellos jugadores alejados para que jueguen de cara a través de un tercer jugador que aparezca sin haber captado la atención del rival, y que le haya ganado la posición.

Detalles del concepto «el tercer hombre»
– Debe producirse un buen planteamiento estructural del ataque. Los jugadores tienen que estar situados a distintas alturas para facilitar el encuentro de espacios y dificultar la defensa rival.
– Formación triangular. Los jugadores deben adoptar una amplitud adecuada y estar preparados para participar en la jugada.
– Es importante la decisión que tome el primer jugador que tiene el balón. Si tiene espacio para progresar debe conducir (fijar) para atraer a los jugadores del equipo rival y encontrar de esta manera jugadores libres para realizar el pase. También, este primer jugador, cuando tiene el balón, debe saber mirar lejos. Con su pase, debe romper líneas de presión del equipo rival para encontrar a jugadores alejados.
– El receptor del primer pase (segundo jugador) ha de situarse entre líneas en un intervalo entre jugadores rivales en donde pueda recibir y jugar rápidamente con el «tercer hombre». En este pase se busca la rapidez (1 o 2 toques con el balón) para que, a la línea que se supera, no le dé tiempo a volver.
– El «tercer hombre» será el beneficiado de esta acción, que debe saber ver el espacio que puede aprovechar para recibir el balón libremente.
Por lo tanto, se trata de un concepto importante para romper líneas del equipo rival y favorecer el progreso del juego en ataque de un equipo.