A los más jóvenes seguidores de la Liga les costará trabajo imaginarlo, pero hace no mucho Madrid y Barça no lo ganaban todo. No copaban todos y cada uno de los titulares. Los espacios dedicados al deporte eran diferentes a los de ahora. Entonces era más importante ver los goles del Racing-Compostela que el peinado nuevo del crack de turno…
En estas cuestiones, se puede decir -con toda la razón del mundo- aquello de “cualquier tiempo pasado fue mejor”. Sin embargo, hay una ciudad gallega de apenas 250 mil habitantes donde ese dicho adquiere aún más sentido si cabe: La Coruña.
Tras 18 largos años sin pasar por 1ª División, el Deportivo de la Coruña logró el ascenso directo el 10 de junio de 1991 en aquella última jornada negra para el Real Murcia donde «los pimentoneros» perdieron 2-0 en un Riazor lleno hasta la bandera.
En la campaña 91/92, el club coruñés cumplió con el guión al obtener una sufrida permanencia a través de la antigua promoción, en la que derrotó al Real Betis. Gracias a ello, pudo asentarse en la Primera División y sembrar la semilla de lo que sería un equipo de leyenda.
1992/93
Dos hechos marcaron el inicio de esta temporada. Por un lado, el 1 de julio de 1992 entraba en vigor la Ley 10/1990. Los equipos que hubieran tenido alguno de los últimos cinco años sus números en rojo habrían de convertirse en Sociedades Anónimas Deportivas. El Depor no fue una excepción.
Por otro lado, se abandonaba el formato de la antigua Copa de Europa para pasar a denominarse Liga de Campeones o «Champions League». De repente, una competición creada en principio sólo para los campeones de las Ligas nacionales se abría a la entrada de otros equipos que no cumplieran con este requisito. Se instauraban las eliminatorias directas a doble partido y se creaba un sistema de premios muy suculento dotando a esta competición de un gran atractivo económico. Conclusión, los clubes comenzaron poco a poco a aumentar el gasto fichando grandes jugadores.
Una vez explicado el contexto en el que nos encontramos llegamos al verano de 1992. El presidente, Augusto César Lendoiro, se movió hábilmente para lograr los fichajes de los internacionales brasileños Bebeto (Vasco de Gama) y Mauro Silva (Club Atlético Bragantino), así como de jugadores míticos como Aldana (Real Madrid).
El equipo, dirigido por Arsenio Iglesias, disputó el título liguero hasta casi el final, momento en el que FC Barcelona y Real Madrid se escaparon de los coruñeses por apenas cuatro y tres puntos respectivamente.
A las novedades de aquella temporada se unieron jugadores que serían clave en el futuro Súper Depor, Liaño, Fran, Ribera, José Ramón, Claudio…entre otros. El Deportivo de la Coruña lideró la tabla liguera durante gran parte de la primera vuelta, ganando los cinco primeros partidos (entre ellos dos victorias en Riazor, una ante el Celta por 2-0 y otra ante el Real Madrid por 3-2 tras remontar un 0-2).
El nivel del Deportivo durante la temporada fue tan alto que dos de sus jugadores se llevaron trofeos individuales. El brasileño Bebeto logró el trofeo Pichichi con 29 goles arrebatándoselo al delantero chileno del Real Madrid Iván Zamorano mientras que Paco Liaño se hacía con el trofeo Zamora al haber recibido 31 goles en 37 partidos. Como premio, el club logra clasificarse para disputar la UEFA. Será la primera vez que el club coruñés dispute competiciones europeas.
1993/94
Para la temporada 93/94 el Depor logra los servicios del mediocentro brasileño Donato (Atlético de Madrid), Voro (Valencia CF) y Manjarín (Sporting de Gijón) como fichajes más destacados, la columna vertebral del equipo siguió siendo la misma.

La aventura europea acabó para los gallegos con una eliminación en octavos de final ante el Eintracht de Frankfurt quien ganó tanto en Alemania como en Riazor por 1-0. Aquello permitió al equipo centrar sus expectativas en la Liga… una Liga que estuvo a sólo 11 metros de ganarla.
El penalti de Djukic
Nadie en La Coruña olvidará aquel fatídico 15 de mayo de 1994. El día del famoso penalti de Djukic en el último minuto. Llegaban luchando por el título el Súper Depor y el FC Barcelona. Ambos jugaban en casa y, en caso de conseguir los dos la victoria, la Liga se convertiría en la primera de la historia de los gallegos.
En el minuto 90 de ambos partidos, los culés tenían ya resuelta la victoria en su encuentro frente al Sevilla, mientras el Deportivo, algo atenazado, mostrando cierto vértigo ante el logro que tenían por delante, achuchaba a un Valencia demasiado motivado sin conseguir mover el empate a cero del marcador. Nando, exjugador del Valencia, se internó en el área de los chés y fue derribado ¡PENALTI!
Muchos futbolistas, profesionales o aficionados, sueñan con tener la opción de dar a su equipo un título marcando un penalti en el último minuto. Para Djukic el sueño se convirtió en pesadilla.
Tras la euforia que desató en la afición la señalización de la pena máxima vino la tensión. Donato, especialista habitual, había sido sustituido; Bebeto, gran estrella del equipo, prefirió esconderse. Miroslav Djukic, central de destacada elegancia, asumió toda la responsabilidad. Afrontó los once metros, tomó aire en una bocanada desaforada que translucía sus nervios y ocurrió esto…
Una pena máxima errada que hizo volar el título, de nuevo, a Barcelona. La eterna historia del modesto que se queda injustamente sin la gloria merecida después de haber liderado la tabla clasificatoria desde la jornada 12ª.
Fue el momento más triste de mi vida.»
Miroslav Djukic
La exagerada euforia de González, portero valencianista, hizo pensar a la afición deportivista, seguramente con razón, que sus rivales iban primados por el FC Barcelona. En él personificó la afición gallega su ira. Para Djukic sin embargo tuvieron el cariño de todos los seguidores, que lejos de culparle de la derrota, le agradecieron el atrevimiento de lanzar ese penalti maldito.

Curiosamente, Djukic acabó jugando en el Valencia, fijando su residencia allí e incluso entrenará al rival de aquel 14 de mayo de 1994 en la próxima temporada. Pero nunca olvidará aquel penalti que marcó su vida ni, seguramente, perdonará la ominosa celebración del portero González.
1994/95
El único título del Súper Depor
Tras el varapalo de la temporada anterior, en el verano de 1994 llegan al equipo el internacional búlgaro Emil Kostadinov (FC Oporto), reciente semifinalista del Mundial de Estados Unidos, y Julio Salinas, veterano delantero del Barcelona.
En la Copa de la UEFA, se repite la misma historia del año anterior, cayendo de nuevo en octavos y de nuevo ante un equipo alemán: el Borussia Dortmund. Por lo que respecta a Liga, y tras liderar algunas jornadas sueltas al principio, pronto queda a remolque del Real Madrid de Laudrup y Rául y dirigido por Jorge Valdano. Los blancos cantan su primer alirón en cinco años en el Bernabéu, a falta de dos jornadas para del final, precisamente ante el Deportivo de la Coruña (2-1), único rival que quedaba en liza por el título.
Mención aparte merece la goleada lograda ante el Albacete Balompié en el Carlos Belmonte en la última jornada liguera, un 2-8 con un hat-trick de Julio Salinas. Se trata de la mayor victoria a domicilio del conjunto deportivista en toda su historia en Primera División.

Aquellos tres años de ensueño para el Deportivo de la Coruña no quedaron en blanco. Si bien la Liga no cayó de su lado, in extremis, en la 93/94, sí que llegaría el primer título de la historia del conjunto blanquiazul con la Copa del Rey de la 94/95.
En octavos de final el Lleida no supuso un gran obstáculo, con un 0-3 en la ida que dejaba más que encarrilada la eliminatoria para el club gallego. El 4-1 de Riazor redondeó el pase a cuartos. Allí esperaba el Athletic de Julen Guerrero, logrando el Deportivo en la ida, en Riazor, un claro 3-0. La vuelta casi fue un trámite que acabó en empate sin goles.
La semifinal ante el Sporting parecía sentenciada con el 0-2 de la ida en tierras asturianas, sin embargo en la vuelta los rojiblancos pusieron contra las cuerdas al Súper Depor gracias a un gol de Lediakhov en el minuto 10. Finalmente el conjunto de Arsenio Iglesias jugaría por un título.
El 24 de junio de 1995 tenía lugar la final de Copa en el Santiago Bernabéu ante el Valencia.
Alineaciones
DEPORTIVO DE LA CORUÑA | VALENCIA |
Francisco LIAÑO | Andoni ZUBIZARRETA |
Luís LÓPEZ REKARTE | Fernando Giner |
VORO | Francisco José CAMARASA |
Miroslav DJUKIC | JUAN CARLOS Rodríguez |
José Luís Ribera | Antonio POYATOS |
NANDO | MAZINHO |
Adolfo ALDANA | Gaizka MENDIETA |
DONATO Gama | FERNANDO Gómez |
FRAN | ROBERTO Fernández |
Javier MANJARÍN | Pedrag MIJATOVIC |
BEBETO | Lyuboslav PENEV |
Arsenio Iglesias (E) | José Manuel Rielo (E) |
En el transcurso del partido, Alfredo sustituyó a Aldana (52′) y Claudio a Manjarín (91′). El partido estuvo marcado por la lluvia. El Depor se adelantó con gol de Manjarín (36′) que fue después igualado por Mijatovic (71′). Así las cosas, en el minuto 89 el colegiado madrileño García Aranda tuvo que suspender el encuentro al intensificarse la lluvia sobre Madrid.

La reanudación tuvo lugar tres días después. La más que previsible prórroga fue evitada por un tanto de Alfredo que llevó al Súper Depor a la gloria copera. La ciudad de La Coruña celebraba su primer título y Arsenio Iglesias, el “Brujo de Arteixo”, se despedía saboreando las mieles del triunfo.
Epílogo
Tras la marcha de Arsenio Iglesias del banquillo coruñés, el Deportivo de la Coruña tuvo algunas temporadas grises. En la 95/96 terminó octavo con Toshack en el banquillo aunque llegó a semifinales de la Recopa de Europa cayendo ante el Paris Saint Germain de Djorkaeff. Por su parte, la temporada 97/98 fue turbulenta en el banquillo ya que comenzó la Liga con Carlos Alberto Silva de entrenador hasta la jornada sexta cuando fue sustituido por Corral. El Depor terminó decimosegundo lejos de cualquier opción europea.
Sin embargo, en la 1999/00, el club coruñés se cobró una deuda que el fútbol le debía, al lograr el título liguero. Los Songo’o, Naybet, Djalminha, Turu Flores, Makaay y compañía redondearon una campaña excepcional con 69 puntos en Liga y cinco de ventaja respecto a un FC Barcelona que contaba con figuras como Kluivert, Figo o el propio Rivaldo. Aquella generación del equipo gallego consiguió lo que seis años antes se había escapado. En aquel ‘segundo’ Súper-Depor seguían jugando Fran, Mauro Silva y Donato, representantes de la primera época dorada del club a principios de los 90, y sin la cual, a buen seguro, no se habría conseguido aquel título del año 2000.
La última obra del Súper Depor
La temporada 2003/04 vio el fin de una era en La Coruña y lo hizo con un colofón inigualable. El equipo dirigido por Javier Irureta terminó tercero en Liga pudiendo jugar la Champions League. Fue precisamente en esta competición donde lo inimaginable sucedió.
Tras una fase de grupos donde terminaría segundo detrás del AS Monaco de Fernando Morientes, Ludovic Giuly o Patrice Evra (equipo que por cierto les pasó por encima en el estadio Louis II con un histórico 8-3) el Deportivo eliminó a la Juventus en octavos de final.
En cuartos esperaba el temible AC Milan quien ganaría aquel año el Scudetto. Entrenados por el mítico Carlo Ancelotti, los italianos contaban en sus filas con figuras de primer orden como Clarence Seedorf, Andrei Shevchenko, Rui Costa o Kaká.
En el partido de ida, pese a que el conjunto español se adelantó gracias a un gol de Pandiani, Kaká en dos ocasiones, Pirlo y Shevchenko pondrían el 4-1 definitivo. Una losa sobre los sueños coruñeses. Sin embargo, en la vuelta con un Riazor abarrotado pese al resultado, se obró el milagro de la remontada. Pandiani, Valerón, Luque y, cómo no, un hombre de la casa como Fran, pondrían el 4-0 en el luminoso. Posteriormente, en semifinales caería de manera incomprensible ante el Oporto de José Mourinho.

Esta fue la historia del Súper Depor, un equipo de Leyenda símbolo de un fútbol de que fue y que quizás no vuelva.
Magnífico análisis de un equipo para el recuerdo. Me acuerdo cuando escuchaba carrusel y cuando cantaban gol en Riazor siempre me decía «Bebeto» y muchísimas veces así era. Es una pena que no pudieran conseguir los título que se merecieron…
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Está todo muy bien explicado, pero no entiendo que tiene que ver lo de que el portero de Valencia quería que la liga fuera culé, él solo hizo su trabajo.
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