Este ocasional colaborador de TresCuatroTres escribía el pasado mes de diciembre las siguientes palabras: “Me duele la piel culé de ver como un entrenador en el que yo creía, Luis Enrique, está dinamitando su crédito con la misma rapidez que dinamita alineación tras alineación, sin encontrar lo que busca, si es que sabe a lo que quiere que juguemos. Le presuponía al equipo blaugrana dirigido por Luis Enrique una lucha continua, un esfuerzo supremo y un patrón de juego y las dos primeras premisas me las ha ofrecido a cuentagotas la escuadra culé, el esquema de juego es inexistente hasta el momento”….En enero animé a los seguidores culés para que viesen que no estábamos tan mal, que parecía que estábamos resurgiendo de entre las cenizas.
Hoy día 18 de febrero no puedo hacer menos que comerme mis palabras, cual seguidor culé torna sus otrora silbidos hacia Luis Enrique en enfervorizados aplausos. Hoy día Luis Enrique tiene al equipo justo donde quería, vivo en las tres competiciones y como un buen culé, al que espero una pronta recuperación de su proceso gripal, me escribía esta mañana “después de ver los partidos de ayer de la Champions me reafirmo en que el Barcelona es el equipo más en forma del momento”. Más aún, a día de hoy es un equipo que siempre lucha, que se repone de los goles encajados con una facilidad pasmosa, que sabe a lo que juega, que combina el juego en corto con los rápidos fogonazos, que no desespera con pases inútiles en el centro del campo si no es para descolocar al rival o poner un poco de pausa acorde con sus intereses,…Un equipo con un esquema de juego definido, que sabe a lo que juega.
¿Qué ha pasado para conseguir esto? Luis Enrique, los capitanes y el resto de miembros del equipo de Lucho se afanan en decir que no ha cambiado nada, que siguen corriendo y luchando igual que el primer partido. Esa teoría está bien para que el que viva en Siberia y no tenga posibilidad de ver los partidos del equipo culé, pero lo cierto es que, para los que lo seguimos semana tras semana, el cambio es bastante evidente entre el equipo que se paseó por el Santiago Bernabeu a punto de ser históricamente arrollado por la escuadra merengue y el que encadena ya once victorias consecutivas con unos números simplemente impresionantes. Desde el partido de Anoeta el Barça ha marcado 42 goles (3,8 por partido), ha encajado sólo 8 (0,72) y una posesión del esférico del 70,85% del tiempo.
Más allá de los números parece que Luis Enrique tiene muy bien definido su once. En la portería existe una alternancia de Claudio Bravo o Ter Stegen según la competición, marco que es defendido con la misma solvencia por uno y por otro. La defensa es hoy en día un valladar erigido entorno al incansable Alba, Dani Alves, anteriormente vilipendiado y hoy en día por todos reclamada su renovación, Piqué que vuelve a ser uno de los mejores centrales del mundo) y Mascherano para mí uno de los fichajes más rentables del Barça de la última década.
El centro del campo tiene en Busquets a su comandante de mando, flanqueado por dos centrocampistas, Iniesta y Rakitic, que en el esquema de Luis Enrique invierten por igual el tiempo en defender y organizar el ataque. Arriba son indiscutibles los tres delanteros más en forma del fútbol mundial, el mejor jugador de la historia Lionel Messi, su digno sucesor dentro de unos años que es Neymar y Luis Suárez un ejemplo de lucha, garra y calidad puesta al servicio y disfrute del equipo, antes agobiado y tras su maravillosa chilena del domingo totalmente liberado de su cita con el gol. Tras afianzar su once Luis Enrique ha ido introduciendo poco a poco algunos cambios de fichas, Xavi, Mathieu, Bartra, Sergi Roberto, Rafinha, Montoya, Mascherano ocupando la posición de mediocentro, Pedro,…Todos han ido teniendo su oportunidad sin que el equipo se haya resentido.

Es cierto que esta buena racha del equipo blaugrana se ve acrecentada por el mal momento de su rival de lechoso uniforme. Los que iban a ser los dos emperadores de la zaga merengue del futro, Nacho y Varane, naufragaron estrepitosamente contra el Atlético de Madrid. Marcelo y Carvajal son dos autopistas por las que el entrenador del equipo rival ve la manera de llegar fácilmente a los dominios del nuevamente criticado Iker Casillas. Kross está físicamente reventado y aparecen los que proclaman que cuando el mesiánico Pep lo dejó escapar por algo sería, personalmente lo querría para mi equipo.
Pero sobretodo arriba ni Bale justifica lo que vale, ni Cristiano es capaz de echarse al equipo a la espalda. Cristiano no es ese tipo de jugador, él es un rematador, que vive de que le llegue el balón, pero su influencia en el juego cuando el surtidor de esféricos no funciona, llámese James, Kroos, Khedira, Illarra, es completamente nula. Eso es lo que, para mi gusto, lo diferencia de Messi. Messi cuando disfruta baja al mediocampo, la toca, la mueve, atrae, deja huecos y manda el pase para que sus compañeros aprovechen su ventaja frente a la zaga rival…Y Messi está disfrutando, se le ve sonreír, defender e incluso entrenar en días de fiesta. Y Messi cuando disfruta demuestra que está a otro nivel.
Quisiera acabar mi reflexión con un tema que me suscita cierta incomodidad. En estos tiempos en los que el amigo Tebas, perfectamente definido hace bien poco por un compañero mío, persigue cualquier insulto en los campos de juego, el papel del periodismo deportivo se me antoja clave. Y aquí aparece Jose Pedrerol y su grupo de…, me callo no vaya a ser que me lea Tebas. Pedrerol, quizás abatido al ver como las diferencias en la clasificación liguera y la del pichichi se van acortando, se permite el lujo de diferenciar hasta las actas que reflejan los insultos hacia Messi y hacia Cristiano. Pero bueno, es el mismo personaje, definido según la primera acepción de la RAE no se me vaya a ofender, que tiene el gusto de dictar editoriales como “Defender a Cristiano es defender al madridismo” y unos días más tarde “Los que pitan a Casillas son madridistas”. Por tanto según la lógica que me enseñaron en el instituto, o bien atacar a Casillas es defender al madridismo o bien Casillas no juega en el Madrid.
Entre semejante ejemplo de hilaridad periodística espero seguir disfrutando del buen juego del equipo culé.