El pasado día 6 de este mes de febrero, se cumplieron 65 años de una efeméride que desgraciadamente aún hoy en día no deja indiferente a nadie; y que tiñó de luto los corazones de la familia futbolística compuesta tanto por aficionados, como por los deportistas y todos los equipos de profesionales que hacen posible la práctica de este deporte.
El accidente aeronáutico sufrido por la plantilla del Manchester de United durante regreso de un partido de la Copa de Europa en Belgrado, sobrecogía al mundo. Tras una escala en la ciudad alemana de Múnich, el avión se estrelló poco después del despegue. Ocho jóvenes jugadores del equipo, flamantes campeones dos títulos, murieron en el desastre. El entrenador Escocés Matt Busby resultó gravemente herido. Mientras, los espíritus de estos ochos diablos rojos, alzaban sus alas para alcanzar el cielo transformados en ángeles, el portero Harry Gregg uno de los héroes del desastre aéreo, rescataba a todas las personas que podía.Bebés y compañeros de equipo como Bobby Charlton y Jackie Blanchflower cuyos cuerpos y mentes aturdidos por las consecuencias del accidente, yacían atrapados en los restos del avión, fueron liberados por Harry.
Desde este preciso momento, nada volvió a ser igual para Bobby Charlton. Bobby de tan sólo 20 años, renació resurgiendo entre las cenizas y la chatarra de un avión, para convertirse en una leyenda.
Bobby debutó con el Manchester de United en el año 1956.Durante dos temporadas este veinteañero, centró todos sus esfuerzos e ilusión en mejorar para ganarse un hueco como titular en la primera alineación del equipo inglés. Sin embargo, fue justo después del accidente, cuando con un equipo diezmado y en plena recomposición tras la pérdida sufrida, surgió un centrocampista y delantero nuevo, un auténtico diablo. La mezcla de tristeza, amargura e incredulidad por los hechos acontecidos dieron paso a una nueva época dorada del club. Charlton se erigió como líder en cuerpo y alma del club, echándose el equipo y su responsabilidad hacia los aficionados; y toda una nación a sus espaldas.
El resultado fue que el renacido Bobby Chalton junto con sus nuevos compañeros, conquistaron con el United dos títulos de la Primera División Football League en 1965 y 1967, capitaneando al equipo para lograr la Copa de Campeones de Europa 1967-68, en una final celebrada en el estadio de Wembley frente al club portugués del Benfica, que se saldó con un resultado de 4-1 a favor de los “diablos rojos”, anotando Bobby dos goles y convirtiéndose en el primer club inglés en lograr ganar esta competición. Durante esta etapa en plena actividad, logró el tercer título mundial con su selección en el año 1966. En este campeonato mundial celebrado en Inglaterra, participó en seis partidos anotando tres goles para su selección.
Considerado por la FIFA el mejor jugador inglés de todos los tiempos y uno de los más destacados futbolistas europeos del siglo XX, recibió el balón de oro en 1996.Un palmarés de oro para un jugador de leyenda, que no ha dejado indiferente ni mucho menos ha pasado desapercibido para nadie. A buen seguro que cuando llegue el momento lo despediremos con los mayores de los honores en la tierra, siendo recibido como otro diablo convertido en ángel en el cielo, junto a sus compañeros ya desaparecidos. Mientras tanto ¡larga vida a Sir Bobby Charlton!
Larga vida,para él y para el fútbol que le ha dado sentido a su vida y ha escrito muchos capítulos no solo para los aficionados sino para nuestra sociedad,para la humanidad y su historia,que dentro de su humildad sea como en este caso digna de consideración y respeto.
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