En abril del año 2019 se cumplió una efeméride que apenas tuvo eco en los medios. Ha pasado mucho tiempo, nada más y nada menos que 87 años, y, por si fuera poco, a ello hay que añadir que poco después de aquello vendría una guerra civil que dividiría al país -y también a aquel equipo- y una dictadura, que silenciaría en lo posible todo lo que tuviera que ver con ese período anterior al que había depuesto.

En efecto, hace 8 décadas de la primera Liga lograda por el Madrid (sin título Real por la proclamación de la II República), y lo hizo en el viejo campo de Les Corts, visitando en la última jornada al F. C. Barcelona.
“Hoy termina la Liga con un gran Barcelona-Madrid en Les Corts”, así titulaba «El Mundo Deportivo» en su portada. Al Madrid le valía el empate aquel día para alzarse con el título, ya que llegaba con 27 puntos al feudo barcelonista. Su único rival, el Athletic Club bilbaíno, sumaba 25 puntos y visitaba El Sardinero.
Pero, como quiera que en el goal-average particular madrileños y vascos estaban empatados (1-1 en Chamartín y 3-3 en San Mamés), había que acudir al general, y ahí estaba mejor situado el Athletic, con +26, por la cifra de +22 del Madrid. Resumiendo, una derrota del Madrid en Les Corts sumada a una victoria del Athletic en Santander, daría su tercer título consecutivo a los vascos en detrimento de los madridistas.

Los nombres y el sistema
Para llegar a aquella situación favorable para conquistar el título, tras dos temporadas bastante grises, el Madrid tuvo que realizar varios fichajes sonados en el verano de 1931. En efecto, llegaron a Chamartín jugadores como Luis Regueiro, procedente del Unión de Irún; Ciriaco, Quincoces y Olivares, procedentes del Alavés; entre otros, como Hilario, para unirse a los que ya estaban: el histórico portero Ricardo Zamora o el extremo Lazcano. El entrenador era el húngaro Lippo Hertzka, y la alineación más habitual comenzaba con aquellos míticos “Zamora, Ciriaco, Quincoces…”.
En efecto, el 11 tipo de aquel Madrid, con el 2-3-5 habitual de la época, estaba formado por: Ricardo Zamora bajo los palos; Ciriaco Errasti y Jacinto Quincoces en defensa; media de tres formada por Antonio León “Leoncito”, a la derecha, Manuel Prats en el centro, y Manuel Ateca a la izquierda; y delantera compuesta por Luis Regueiro e Hilario de mediapuntas avanzados con Jaime Lazcano como extremo derecho, Luis Olaso como extremo izquierdo, y Manuel Olivares en punta. Aquel 3 de abril en Les Corts, el lesionado Ateca dejó sitio al medio Desiderio Esparza.
Polémicas de ayer y hoy
“Mereció ganar el Barcelona”, dijo al día siguiente «El Mundo Deportivo», que también se refirió, según su parecer, a la discutible actuación del árbitro, el Sr. Insausti. Anuló un gol por off-side al Barcelona, según el criterio del periodista, y no vio un, al parecer, claro penalti por empujón de Quincoces en el área madridista. Pero es que, yendo más lejos, en el diario catalán se hacían eco de supuestas ayudas arbitrales que habían favorecido al Madrid a lo largo del campeonato (hay cosas que, como se pueden comprobar, no cambian con el paso del tiempo a la hora de hablar de fútbol).
El partido decisivo
Polémicas al margen, el empate a dos definitivo daba el título, con 28 puntos y siendo invicto, al Madrid F. C. Se hacía eco la prensa del lleno absoluto registrado en el campo de Les Corts. El Barcelona presenta su once compuesto por Nogués en la portería; Rafa y Alcoriza en defensa; línea de tres para Arnau, Castillo y Pedrol; y delantera formada por Piera, Samitier, Arocha, Ramón y Parera. Por el Madrid, como hemos citado antes, tenía una variación en su once habitual, entrando Esparza por Ateca en la media, por lesión de éste último.

A los 19 minutos Arnau pasa a Piera, éste dribla a la defensa, y centra. Arocha remata de cabeza, y Samitier aprovecha el rechace de Zamora para colocar el 1-0. Domina el Barcelona, pero poco a poco el Madrid se va soltando. Poco antes del descanso, Olivares regatea a Alcoriza, y falla ante Nogués, quien sin embargo no se hace con el balón, que llega a Lazcano, rematando éste a placer para poner el empate a uno. Descanso. En la segunda mitad Vidal sustituiría a Nogués en la meta barcelonista.
Al comienzo de la segunda parte, Samitier pasa a Ramón y éste bate a Zamora con un fuerte disparo, pero Insausti anula el gol por off-side. Un fuera de juego muy discutido, como comentaba anteriormente, por el periodista de «El Mundo Deportivo». Según el mismo diario, el partido continúa con dominio local. Pero en el minuto 70, avanza el extremo madridista Olaso por la banda y centra, para que remate Luis Regueiro poniendo el 1-2 en el marcador.
La Liga quedaba encarrilada para un Madrid que, si bien al parecer no estaba haciendo su mejor partido, estaba sabiendo ser firme en defensa y efectivo a la contra. Poco después del tanto madridista, Ramón lanza un buen disparo a la meta de Zamora, al que el meta responde con una gran parada. A tres minutos del final, Prats derriba a Parera dentro del área y el árbitro concede penalti, que transforma Arocha para colocar el 2-2 definitivo.
Solidez defensiva
El trío Zamora-Ciriaco-Quincoces es todavía hoy ciertamente conocido. Jugaría durante el lustro republicano (de 1931/1932 a 1935/1936) en el Madrid, y sería también el inicio de alineación más que habitual de la selección española de aquel periodo, incluyendo la gran actuación en el Mundial de Italia de 1934. Quince tantos recibidos y ningún partido perdido, en una época en la que, además, los equipos atacaban directamente con cinco hombres en la delantera, hablan a las claras de la gran labor de ese trío defensivo.
Mención especial merecieron también, por parte atacante, Luis Regueiro, sin duda el mejor jugador de la época en nuestro país en su posición, y también sin lugar a dudas entre los mejores de Europa; y Manuel Olivares, que sumaría a su acierto goleador de esta temporada, con 11 tantos en 13 partidos, el “Pichichi” de la siguiente, con 16 dianas en 14 encuentros disputados.
Los años 30
La primera época dorada del Madrid
A pesar de las críticas vertidas, que nunca han sido ajenas a los buenos equipos, a los equipos triunfadores, la Liga 31/32, la primera para el conjunto merengue, no fue fruto de la casualidad, y no fue tampoco un triunfo aislado. En la 1932/1933 el Madrid revalidaría su título, reforzando su media con jugadores como Valle, Gurruchaga o Pedro Regueiro (hermano de Luis).
En los años 1934 y 1936, con la misma base de aquel periodo, ganó sendas Copas de España. Y enlazó tres subcampeonatos consecutivos de Liga en 1934, 1935 y 1936, luchando por el titulo en todos. Es justo, por tanto, hacer mención a que durante el periodo republicano hubo un gran Madrid, que después, los acontecimientos se encargarían de encerrar en cierto rincón del olvido.

Directivos como Bernabéu, o baluartes de la plantilla como Zamora o Quincoces pertenecieron a la parte vencedora de la guerra, y el segundo seguiría en el club hasta la 41/42. Sin embargo, otros como Ciriaco, y los hermanos Regueiro ya no volverían a España. El club madridista, como toda la sociedad española, no fue ajeno a estas circunstancias.
Hoy en TresCuatroTres hemos querido poner un poco de recuerdo a esos primeros grandes futbolistas conocidos, y ya no sólo del Madrid, sino también a los nombrados por parte barcelonista. No en vano, fue una buena época, muy buena, para nuestro fútbol en general. Como se demostraría en aquel Mundial de 1934…
Gracias Florentino hemos podido disfrutar de tener un elenco de estrellas que eran la envidia de medio mundo. Y a día de hoy con los Ronaldo, Bale y cia más de lo mismo.
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