Es un problema normal para el Real Madrid, y no es para quejarse demasiado, pero para algunos es normal leer como Florentino Pérez, o alguno de los otros pesos pesados en la parte administrativa del club, avisa que hay que cerrar un par de días el museo del club para reorganizar los trofeos porque llegó uno nuevo.
Es lo esperado, lo normal. Termina una temporada y el Madrid suma otro trofeo, a veces grande y, otras veces, chico. No es casual que algunos de los entrenadores más ganadores de la historia del fútbol hayan tenido un paso importante por el Madrid.
Eso le da un aire extraño a algunos partidos. La Supercopa de Europa, por ejemplo, no deja de sentirse como un partido amistoso cuando la gana el Madrid. Lo que para el Frankfurt pudo ser una fiesta, para los merengues es poco más que un trámite, un tema de papeleo antes de los torneos importantes.
Tampoco es para quejarse demasiado. La exigencia al Madrid viene por su propia capacidad de conseguir títulos, de recuperar partidos perdidos, de remontar partidos imposibles y de dominar una final como si fuese un partido de domingo a mitad de la temporada. Pero no deja de ser una exigencia particular, otros equipos tienen situaciones parecidas: El Bayern es un campeón avisado en Alemania que debe ganar la Champions para recibir algún aplauso. El City y el PSG deben pelear por la gloria Europea antes de que algunos los cuenten cómo equipos «Grandes», y en el puntual caso del Barcelona pareciera que se exigen hacer un tipo de fútbol específico para que algunos de sus fanáticos les aplaudan, aun cuando su plantilla no necesariamente funciona mejor con un juego de toques.
Pero es cierto que lo del Madrid es distinto, es ver a un equipo que es hoy campeón de Europa y que pareciera obligado a volver a ganar para ser excepcional. Que se le ve con la sangre fría que solo da la exigencia; sin embargo, también con una afición que ya pasó la página de la gloria reciente, porque asume que los nuevos éxitos siempre están cerca, que ganar es lo normal cuando 19 equipos pierden la liga española todos los años.
Es una exigencia eterna para el equipo que más gana. La Supercopa de ayer, y títulos como el Mundial de Clubes y la propia Supercopa española, los vive la fanaticada cómo complementos. Canta los goles con menos voz antes de las semifinales de la Champions.
Es que el Madrid es la clase de equipo al que le exigimos porque sabemos que siempre va a pelear y dar todo, y que cuando se queda corto es una rareza, hace poco más que alimentar el fuego del próximo título. Un equipo que es muy fácil apoyar, pero también uno en donde por su exigencia puede ser bastante complicado jugar.
Si,está fuera de toda discusión la que parece fácil consecución de objetivos que para otros equipos son difíciles de alcanzar,y también que ser madridista es más fácil que seguir a cualquier otro club,el porcentaje de disfrute es mayor y garantizado la mayoría de las veces.Su estructura,organización y respeto por parte de los mandamases del fútbol es también superior al que tienen otros,y lo digo sin segundas intenciones,no obstante rompo una lanza por las aficiones del resto de equipos que cuanto más”feos” sean más méritos tienen,porque de los “guapos/guapas” es más fácil enamorarse.
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Ernesto, soy to Raúl Eiris (93) de Caracas. Antes que nada te doy la bendición y te felicito por ser un periodista e increíble Espero y deseo que algún día eso te sea bien correspondido bien pagado desde chiquito conmigo te sentadas a ver deportes en la televisión y veo que te siguen gustando mucho como a mí no desmayes sigue trabajando que algún día te sera compensado
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Sin duda ser madridista tiene sus ventajas y sus desventajas; esa exigencia de siempre tener que ganar hace que cualquier otra cosa sea un fracaso y al Madrid se le aplica con más rigor aquello de que el 2do es el primer perdedor. En esta temporada que inicia, sin embargo, sentimos que LOS CULÉS nos quitan carga al autoproclamarse, desde ya, el equipo a vencer, como si ya hubieran absolutamente ganado todo; pienso que esa presión que están asumiendo, será una carga para ellos y descarga al Madrid, aunque el compromiso de los merengues siempre sea ganar todo
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