Hay futbolistas que se ganan a pulso la categoría de mito. Hay futbolistas que por mucho tiempo que pase siempre estarán en la cabeza y el corazón de los aficionados de un club. Esnaola lo es en el Betis. Tras cuarenta años en el club verdiblanco, le ha llegado el momento del adiós.
El portero vasco llegó al Betis en 1973 procedente de la Real Sociedad. Defendió la camiseta bética durante doce temporadas, en las que sumó 378 partidos de Liga entre Primera y Segunda División. Sumándole los partidos disputados con la Real Sociedad, Esnaola jugó 469 encuentros en la máxima categoría del fútbol español, tres más que otro mítico portero vasco: Iribar.
Con estos números está más que justificado que sea un jugador mítico en la historia del Real Betis Balompié. Pero es que además, José Ramón contribuyó de manera decisiva a la consecución de la primera Copa del Rey, disputada en 1977. Ahí fue donde se encumbró en el Olimpo de los dioses béticos para el resto de los días.

El 25 de junio de 1977, Athletic de Bilbao y Real Betis disputaron la final de Copa en el Vicente Calderón. Los vascos eran claramente favoritos, pero no contaban con que un paisano les fuera a amargar la fiesta.
El partido fue memorable. Dos veces se adelantaron en el marcador los leones y otras dos les empató el Betis. La tanda de penaltis decidiría el primer campeón de la Copa de S.M. el Rey Juan Carlos. Y ahí, en esa dramática e interminable ronda de penas máximas, fue donde Esnaola permitió a los béticos tocar la gloria con sus manos.
Fueron 20 los penaltis que se lanzaron. Cardeñosa falló el quinto penalti del Betis y Dani tenía en sus botas el título, pero Esnaola paró el lanzamiento del delantero bilbaíno. Iribar le paró a Alabanda el séptimo penalti y nuevamente el Athletic tenía la posibilidad de ganar si Ángel María Villar lograba el gol.
Pero el actual presidente de la RFEF se topó con el portero bético que volvió a salvar a su equipo. Ni corto ni perezoso, Esnaola cogió la pelota y transformó el octavo lanzamiento del Betis.
Luego llegaron los goles de Alexanco para los vascos y Eulate para los andaluces. Chechu Rojo falló (lo paró nuevamente Esnaola) y el Betis era campeón, pero el árbitro ordenó repetir el lanzamiento, supuestamente, porque el portero movió los pies antes de tiempo. Marcó en la repetición Rojo y después lo hizo Bizcocho para los verdiblancos. Y llegó el penalti decisivo. El portero Iribar fue el encargado de lanzar y Esnaola lo paró, logrando el Real Betis Balompié su primer título de Copa.
Tras retirarse en 1985, José Ramón Esnaola continuó ligado al club de Heliópolis, llegando a ser entrenador del primer equipo en 1990 y 1992, y el preparado de porteros durante muchas temporadas. Por sus métodos de entrenamiento han pasado porteros como Jaro, Toni Prats, Contreras, Doblas, Ricardo y los actuales Casto, Fabricio y Adrián.
El domingo 26 de mayo de 2013, recibiría un merecido homenaje en el Villamarín, en agradecimiento a sus cuarenta años de servicio en el Real Betis Balompié. La afición bética entonó el cántico que recuerda el título de Copa logrado gracias a la actuación del cancerbero vasco. Ése que dice arriba, arriba, arriba. Arriba Betis campeón. Somos campeón de España. Somos campeón de España en el Vicente Calderón. Suerte en la vida y gracias Esnaola.