“Soy el mejor delantero humano en la historia de Santos, porque Pelé es de Saturno”.
Esta frase la popularizó en su momento Pepe, un delantero que es el segundo goleador histórico del Santos brasileño, solo por detrás de la leyenda Pelé.
Coutinho también formaba parte de la delantera de aquel equipo (El Equipo Maravilla) que hizo historia ganando infinidad de títulos en los años 60. Es el tercer máximo goleador de la historia del club.
Marinho llegó a ser campeón en Brasil con Fluminense.
Bellini fue el capitán de la selección brasileña en el Mundial de 1958 y está considerado como uno de los mejores defensas centrales de la historia de Brasil.
Altair era lateral izquierdo y en su momento fue nominado como el mejor marcador que tuvo Garrincha, considerado como uno de los mejores regateadores de todos los tiempos.
Zequinha también llegó a ser campeón en Brasil con Palmeiras.
Mengalvio jugaba en el centro del campo como titular en aquel Equipo Maravilla.
Jair Da Costa, por su parte, era una pieza fundamental para Helenio Herrera en el inolvidable Inter de Milán que dominó Europa.
Por último, Castilho está considerado como el mejor portero de la historia de Fluminense.
Cualquier equipo que pudiese contar con estos jugadores podría ser aspirante a ganar toda competición donde participase. Así pasó realmente en el Mundial 62, ya que Brasil, con todas estas estrellas en sus filas, acabó conquistando su segundo campeonato del mundo. La particularidad es que ninguno de los futbolistas nombrados al principio de este artículo llegó a jugar un solo minuto en dicho campeonato.
El seleccionador, Aymaré Moreira, tenía perfectamente claro su equipo titular, que todo el país brasileño llegó a recitar de carrerilla.
Gilmar, Djalma Santos, Mauro Ramos, Zózimo, Nilton Santos. Didí, Zito, Vavá. Garrincha, Pelé, Zagallo.
Con esta alineación comenzaría Brasil el Mundial venciendo a México por 2-0, con goles de Pelé y Zagallo.
En el segundo encuentro, la selección carioca tropezaba al empatar a cero con Checoslovaquia, aunque la peor noticia vendría con la lesión de su gran estrella. Pelé, a causa de dicha lesión, no pudo jugar más en la Copa del Mundo, con el consiguiente problema para su entrenador a la hora de buscarle sustituto.
El elegido fue el joven Amarildo, que no pudo comenzar mejor al anotar los dos goles en el triunfo ante España por 2-1.

En cuartos de final, Brasil ganó a Inglaterra por 3-1, con dos goles de Garrincha y uno de Vavá. Ambos jugadores repitieron acierto en la semifinal al anotar por partida doble en la victoria ante Chile por 4-2.
En la final esperaba de nuevo Checoslovaquia, la única piedra con la que Brasil había tropezado hasta ese momento en el campeonato. Y la piedra amenazaba con convertirse en muro cuando, a los quince minutos, Masopust marcó el primer gol del encuentro. El actual campeón, en su reto de repetir conquista, afrontaba un más difícil todavía, aderezado, además, con la ausencia de su crack.
Por suerte, poco duró la incertidumbre, ya que, dos minutos después de la diana checa, Amarildo Tavares da Silveira llenaba de razón a su seleccionador por haberlo elegido como recambio de Pelé, al marcar el gol del empate. Ya avanzada la segunda parte, Zito y Vavá marcaban para darle la victoria a Brasil, que conquistaba su segundo campeonato del mundo utilizando solamente a doce jugadores, algo totalmente impensable en el fútbol actual.
Esta interesante historia comenzaba con una simpática frase de Pepe. Para terminarla, quisiera aportar un dato curioso del mismo jugador, ya que, hasta la actualidad, es el único futbolista que ha ganado dos mundiales sin haber jugado ni un solo minuto, Y eso que ha sido, en su opinión, el mejor delantero humano de la historia del Santos.
Si,simpática e ingeniosa frase,y bonito capítulo de la historia del fútbol.
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