Desde hace aproximadamente 15 años, las categorías más pequeñas (prebenjamín, benjamín y alevín) juegan a fútbol 8. Una buena medida que se llevó a cabo por parte de las federaciones para los más pequeños. El campo de fútbol 11 y su competición es demasiado grande y complicado, muy difícil porque exige un nivel físico y mental para el que los niños no están preparados.
Las federaciones deben seguir adaptándolo, ajustando sus medidas, las reglas, los materiales y las competiciones a las edades y las capacidades de crecimiento.
El fútbol 8 presenta unas características de juego distintas a las de fútbol 11. Esto nos indica la necesidad de adaptarlo a las características del niño, las variables estructurales de las situaciones a las que estos deben enfrentarse tanto en los entrenamientos como en los partidos. Esta adaptación contribuye a un mejor proceso de aprendizaje a nivel técnico, táctico, físico y psicológico.
El gran paso se produce cuando se pasa de la categoría alevín a infantil. Los niños deben adaptarse demasiado deprisa a muchos cambios. Los primeros meses de esta etapa infantil son, sobre todo, de períodos de adaptación. Importante intentar hacerles más fácil este escalón tan difícil de superar.
En la etapa infantil, entran en una fase de desarrollo, donde deben jugar en un campo el doble de grande que en la etapa alevín, con un balón mucho más pesado y vasto, con 6 jugadores más de campo, numerosos cambios tácticos y físicos e incluso con otro tipo de normas y reglas.
Otro aspecto donde este cambio se hará visible será el juego. Los entrenadores debemos marcar un progreso y una evolución acorde con las características del niño. Intentaremos entrenar contenidos técnicos acordes a su edad.
También será un año de transición referente a lo táctico. Se producirán grandes cambios en los sistemas de juego. Será un momento fundamental en la formación del futbolista y en su posición para un sistema de fútbol 11. Aparte del sistema de juego, otro aspecto a tener en cuenta es el estilo o forma de juego, es bueno que cada entrenador tenga su estilo de jugar en su equipo, siempre teniendo presente las características de nuestros jugadores. Pero en esta categoría también es aconsejable enseñar a los jugadores otras formas de jugar.
Otro cambio que influye es el aspecto físico, en un entrenamiento infantil existe una exigencia física mayor que en la anterior etapa, ya que empiezan a tener definido su desarrollo físico. Lo conveniente sería aumentar el ritmo y la intensidad de algunos entrenamientos, aunque siempre con balón y, al poder ser, en situaciones de juego real. La preparación física debe ser acorde con el grupo humano que vamos a trabajar.
Los entrenadores tenemos que intentar que la adaptación al fútbol 11 de los niños sea lo más sencilla posible, evitando así los frecuentes fracasos a la hora de competir en los partidos. Proporcionarles esa ayuda para que sean capaces de superar las barreras que conlleva el paso de la categoría alevín a infantil, con el objetivo de salvar todos sus obstáculos en ese gran cambio.