Hace poco menos de un mes, el Real Betis recibió al Real Valladolid en el Villamarín en un partido entre dos de los favoritos para lograr el ascenso a Primera División. Los de Mel ganaron por 4-0 a un rival directo, para deleite de los casi cuarenta mil béticos que acudieron a Heliópolis.
Cuando un ex sevillista acude al Villamarín (igual ocurre cuando un ex bético visita el Pizjuán), la afición le suele recordar su pasado como jugador del eterno rival. Y en el partido citado en el primer párrafo también ocurrió. El portero del Real Valladolid es Javi Varas y muchos aficionados, a parte de acordarse de su paso por el Sevilla F.C., se mofaron y se burlaron por los cuatro goles encajados.
No es mi intención criticar esa actitud de parte de la afición. Creo que, sin caer en el insulto y en el menosprecio, la guasa y la burla bienintencionada es normal y no hace daño. Sin embargo, yo a Javi Varas siempre le voy a tratar con el máximo respeto y con admiración, porque con un gesto suyo me ganó para siempre.

El gesto del que hablo ocurrió tras la eliminación del Real Betis en la ronda de penaltis en la pasada Europa League por parte del Sevilla F.C. El portero sevillano, cuando Nono falló el lanzamiento que le daba la clasificación a los sevillistas, no salió a celebrar la victoria, como hubiera sido lógico y normal en un momento de euforia y alegría para los vencedores. Varas se fue hacia los jugadores del Betis para animarlos, mostrando una clase exquisita y una educación deportiva digna de mención.
Detalles como este son los que engrandecen al fútbol. El deporte rey no pasa por su mejor momento en cuanto a la deportividad, sobre todo fuera del terreno de juego. Bien harían los aficionados que no entienden que el fútbol es un espectáculo extraordinario en el que hay que saber disfrutar y comportarse, en aprender de la acción que protagonizó Javi Varas.
Por todo esto, el ex guardameta sevillista, se ha ganado mi simpatía y le deseo lo mejor. Además, y aquí es cuando entra la guasa de la que hablaba antes, yo siempre recordaré a Javi Varas como el portero que recibió tres goles de falta directa de Beñat en los derbis sevillanos de la temporada 2012/2013.