Se acerca el Mundial. Un par de semanas para que arranque la gran fiesta del fútbol es tiempo suficiente para irse preparando para lo que está por ver. Este tipo de grandes citas marcan el devenir de lo que será el juego en las siguientes temporadas y encumbran nuevos jugadores al Olimpo de los más admirados.
Hoy, vamos a aprovechar para hablar de cuatro estrellas que apenas pasan la veintena, pero que ya son referencia en sus clubes y jugadores a tener en cuenta en cuatro selecciones punteras. Un buen Mundial por su parte podría catapultarles definitivamente a la primera línea del directorio de cracks mundiales.
En primer lugar, un jugador que, con sólo 23 años, ya va a defender la camiseta de Inglaterra en su segundo Mundial. Hablamos de Raheem Shaquille Sterling. Nacido en Jamaica, pero de nacionalidad británica, Sterling iba para extremo de calidad hasta que Guardiola se cruzó en su vida. Llegó al City proveniente del Liverpool, y en el actual campeón de la Premier ha elevado su repertorio futbolístico en varios escalones. Capaz de aparecer pegado a la banda o rompiendo hacia dentro, trazando diagonales o recibiendo de espaldas para apoyarse con una pared, el joven Sterling es siempre un puñal para las defensas rivales.
Su compañero de fatigas en la banda contraria de las alineaciones citizen también tiene un hueco en este artículo. El alemán Leroy Sané es otro de los cracks del futuro a los que habrá que prestar atención en Rusia. Más centrocampista que Sterling, este hijo de ex futbolista y de gimnasta olímpica es un superdotado físico. Veloz, potente y con mucho recorrido, sería capaz de funcionar incluso como carrilero por la izquierda. Se trata de un jugador con mucha capacidad para tomar buenas decisiones a gran velocidad y en espacios reducidos. Un extremo de gran utilidad para Löw.

¿Qué podemos decir del tercero de nuestros jóvenes protagonistas que no se dijera el pasado verano? Kylian Mbappé fue objeto de deseo de los principales clubes hace una temporada, tras una fulgurante campaña de debut en el Mónaco. Finalmente fue el PSG quien se llevó el gato al agua en una de esas operaciones que rompieron el mercado. El jeque compró potencia y gol, una especie de Ronaldo Nazario del siglo XXI. En el Parque de los Príncipes ya han disfrutado de su elegante poderío y velocidad. Queda por ver cómo acopla Deschamps su fuerza en un equipo con más físico que creatividad ¿será capaz de quitarle protagonismo a Griezmann o Pogba?
Por último, un centrocampista de producción nacional que parece un veterano a pesar de su juventud. Se trata de Saúl Ñíguez. Vista la convocatoria de Lopetegui, el papel de sustituto ante cualquier eventualidad de Sergio Busquets debe ser suyo. También el de acompañante cuando el barcelonista necesite un pulmón que le asista. Con una capacidad de esfuerzo encomiable y un talento enorme, tan sólo le falta ser un poco más seguro en las entregas para destacar como uno de los medios más completos del planeta fútbol. Aunque no parte como titular, puede ser un revulsivo importante si España avanza en el torneo.
Aunque habrá más, y será el desarrollo de los partidos quien irá situando a cada uno en su lugar, a buen seguro estos cuatro jugadores tendrán un papel interesante en el próximo mes de competición, como preludio de lo que vendrá en los años siguientes. El futuro es suyo.