El FC Barcelona logró por segunda vez en su historia proclamarse campeón de la Women’s Champions League tras vencer por 3-2 al Wolfsburgo alemán en la disputada en Eindhoven (Países Bajos). Con este gran logro, las barcelonistas consiguen ponerse en el palmarés al mismo nivel de su rival en la final, el Wolfsburgo, y a dos mitos de los inicios de las competiciones femeninas europeas, el Umea sueco y el Turbine Potsdam alemán.
Con dos títulos y dos subcampeonatos en las cinco últimas finales, el Barça se asienta como uno de los grandes históricos del fútbol europeo. Curiosamente, de las cuatro finales disputadas, ha perdido las dos disputadas frente al Olympique de Lyon y ha ganado las otras dos, frente a Chelsea y Wolfsburgo. Es la última barrera que le queda por derribar a este maravilloso grupo de jugadoras, vencer al gran conjunto francés, máximo galardonado de la Women’s Champions League con ocho títulos.
Mal inicio para el Barça
Un partido en el que, ya de entrada, se veía la mayor capacidad de dominio de las azulgrana. Pero antes de poder plasmar seriamente ese manejo del ritmo de juego, Lucy Bronze, que habitualmente juega sobrada y que en esta jugada pecó precisamente de eso, perdió un balón en la frontal que la delantera polaca Ewa Pajor remataba casi sin pensar desde fuera del área al palo largo cerca de la escuadra. Un golazo en el minuto tres que no auguraba nada bueno para las barcelonistas.
No era la mejor manera de empezar la final, pero las jugadoras de Jonatan Giráldez tiraron de personalidad y no se vinieron abajo. Rápidamente se vio que el dominio era para las catalanas, con el equipo alemán esperando para salir a la contra. Oberdorf y Roord en el medio campo son capaces de combinar potencia y buen pie para lanzar a la rapidísima Jonsdottir en la derecha, buscar que la veterana Popp bajara algún balón o que Pajor volviera a cerrar alguna jugada de ataque con su capacidad para el gol.
Mientras el Barça, con Hansen percutiendo por banda derecha, Paralluelo y Caldentey algo espesas en las inmediaciones del área y peligrosas llegadas de Aitana Bonmatí sin encontrar portería, empezaba a desperdiciar ocasiones que parecían imposibles. Las germanas sobrevivían hasta que Pajor colgó un muy buen balón a la llegada en el segundo palo de Alexandra Popp, que cabeceaba el 2-0 que parecía decantar la final muy a su favor. Dos llegadas, dos goles. Demostración de eficiencia alemana. Incluso en el descuento, Bonmatí filtraba un gran pase a Paralluelo que la joven no conseguía convertir en gol por la buena salida de la guardamenta Frohms.
Rápida remontada
Al descanso se llegaba con un injustísimo 2-0 para un Wolfsburgo que en ataque aplicaba la ley del mínimo esfuerzo. Un ejercicio de madurez y autoconfianza tremendo el que hizo el Barça. Giráldez supo explicar lo necesario a sus pupilas para que salieran tremendamente motivadas. Por fin las conexiones dentro del área empezaron a funcionar y la llegada de las mediocampistas empezó a ser fructífera.
Dos minutos de la reanudación cuando Graham – Hansen volvió a romper por banda derecha. Su pase raso encontró la llegada de una extraordinaria llegadora como es Patri Guijarro, que conectó un remate de primeras casi a la escuadra, sin que la portera supiera casi ni lo que había pasado. El shock de las alemanas se multiplicó tres minutos más tarde. Esta vez fue Aitana Bonmatí la que llegó a línea de fondo por la derecha, recortó, y con su zurda maravillosa sirvió un centro con música para que la letra, de cabeza, la pusiera de nuevo Guijarro. La canción vendría a decir algo así como «os hemos empatado en cinco minutitos de la reanudación y ahora vamos a demostraros quién es mejor».
Hansen, Guijarro y la mágica Bonmatí (a la postre, y con todo merecimiento, nombrada mejor jugadora de la Champions) eran un vendaval que las alemanas apenas podían soportar. El partido, tras el empate, se calmó ligeramente, aunque seguía con el dominio territorial de las barcelonistas.
A cerrar la victoria
A la altura del minuto 25, el poderío de las azulgrana se había metido definitivamente en el fondo de la mente de las del joven técnico Tommy Stroot. Un barullo a la hora de despejar un centro de Geyse Ferreira acabó en pies de Caldentey, que aunque no supo definir, dejó el balón a Guijarro, que cedió en la frontal del área pequeña a Rolfo, que anotaría así el 3-2 definitivo.
Aunque aun quedaban 20 minutos, las alemanas no conseguían cambiar la dinámica de un partido que habían fiado, en principio, al contraataque y, posteriormente, a aguantar ese 2-0 que les tocó en suerte. Geyse Ferreira se fajaba con las defensas alemanas y les causaba excesiva preocupación como para pensar en atacar. Apenas a la desesperada, en un córner bien avanzado el descuento, el Wolfsburgo buscaba un cabezazo fácil de detener por Paños.
Incluso hubo momento para que Alexia Putellas pudiera disponer de unos simbólicos minutos. El prólogo de lo que debería ser una próxima temporada brillante para la dos veces Balón de Oro. De momento, esos pocos minutos le permitieron ser quien levantara una Champions que llena de alegría a una generación estupenda, nunca antes vista en un equipo español de fútbol femenino. Más allá de la innegable importancia de Graham – Hansen, Rolfo, Bronze o Walsh, se trata de una generación con gran presencia de jugadoras españolas.
El gran momento de las jugadoras españolas
No en vano, en el once ideal de la competición se colaron Irene Paredes, Mapi León, Patri Guijarro y Aitana Bonmatí. A su nivel, jugadoras como la guardameta Sandra Paños, Mariona Caldentey, la propia Alexia Putellas, el extraordinario futuro de Salma Paralluelo, Claudia Pina o Vicky López… auguran una continuidad en los éxitos de este Barça que, esperemos, encuentre otros equipos españoles que alcancen estos hitos.
Una pena, ya pensando en el Mundial que arrancará en poco más de un mes, que muchas de ellas pertenezcan al grupo de las 15 que renunciaron a ser convocadas. El tiempo se acaba y prescindir de la calidad de, sobre todo, Patri Guijarro y Aitana Bonmatí, más teniendo en cuenta que Alexia Putellas (más allá de su no definida postura en esta disputa) está completamente fuera de forma por su lesión, será algo que la selección pagará.
Felicitaciones sinceras y entusiastas porque encumbra no solo al Club sino a España y realza al fútbol femenino cada vez más tecnico,vistoso y competitivo.
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