Hoy es nuestro “boxing day”. En España, la jornada de hoy se dedica a abrir regalos, y como el 26 de diciembre en las islas británicas, también tenemos fútbol. Dos partidos de Octavos de final de Copa del Rey: Celta-Athletic y Málaga-Levante. Aunque, si me lo permiten los aficionados de estos cuatro clubes, no voy a hablar en estas líneas de estos dos envites. Porque buceando en la historia de los días de Reyes y del deporte rey, he encontrado una efeméride desconocida e irrepetible.
Los más viejos aficionados del fútbol argentino recuerdan que tal día como hoy, 6 de enero, pero en 1943, Argentina tuvo la suerte de contar en sus filas con dos españoles. Se trataba de un amistoso entre las selecciones vecinas de Argentina y Uruguay, aunque del acontecimiento no queden muchos testimonios, y ni mucho menos escritos. Que se jugara en la cancha de San Lorenzo de Almagro, el equipo del papa Bergoglio, no resulta relevante. Que los albicelestes ganaran por 1-0 a los charrúas no nos interesa. Pero que en las filas de los locales jugaran Isidro Lángara y Ángel Zubieta es historia viva del fútbol.

Para entender la presencia de estos dos jugadores españoles en ese choque tenemos que remontarnos a 1936. El estallido de la Guerra Civil hace que el Gobierno Vasco cree su propio ejército, uno futbolístico, la selección de Euskadi. Utilizada por el gobierno como medio propagandístico de la república, inician en un primer momento una exitosa gira por Europa. En este tour también se recaudarían fondos para los refugiados vascos.
Posteriormente, con la caída de Bilbao en manos del bando nacional, se emprende una segunda gira con destino a América. Aún se recuerda el subcampeonato del llamado Club Deportivo Euzkadi en la liga mexicana, a la que se inscribió el combinado vasco en la 38-39. A ello contribuyeron también otros jugadores como Regueiro, Gorostiza o Iraragorri. Y es en estas circunstancias cuando se produce el fichaje de ambos jugadores, Lángara y Zubieta, por San Lorenzo de Almagro.
Mucho se ha especulado con los ideales republicanos de Lángara y Zubieta. Lo más lógico es pensar que realmente estaban contra el régimen franquista si atendemos a su exilio americano. Aunque hay quien pone este hecho en duda, sobre todo en el caso de Lángara, dada su vuelta a España en plena posguerra. Sea como fuere, se trataba de dos jugadores extraordinarios, con un bagaje más que prometedor antes de abandonar el país. De hecho, Zubieta ostenta el récord como internacional más joven de nuestra selección (17 años y 9 meses), y venía de ganar la Liga con el Athletic. Por su parte, Lángara, también internacional español, venía de ganar los tres últimos pichichis con el mejor Real Oviedo de la historia.

Poco se sabe o recuerda del famoso 6 de enero de 1943. Lángara apuraba sus horas con San Lorenzo, antes de emprender su aventura en el Real Club España de la recién creada Liga profesional de México. Por su parte, Zubieta continuaría en el club de Almagro, donde en 13 temporadas llegó a portar el brazalete de capitán formando parte de una de las mejores escuadras históricas del club porteño. Suponemos que encontrándose ambos en la ciudad y al tratarse de un amistoso navideño, se les brindaría la posibilidad de jugar un rato con la albiceleste y no se negaron.
Hoy nadie se acuerda de ese partido, y casi tampoco de Lángara o Zubieta. Sin embargo, de vez en cuando, es necesario echar la mirada atrás y recordar algunos momentos que nos demuestran la grandeza de este deporte.