Así lo define la prensa catalana y así lo siente una gran parte de aficionados del FC Barcelona. Hoy es el día del golpe a la Liga.
Tras el partido del miércoles donde el conjunto culé ganó de la misma manera en la que los blancos lo llevan haciendo prácticamente desde su existencia, balón al contrario y efectividad máxima, esta noche la posible presencia de Arthur en el once blaugrana hará que muchos seguidores pongan la televisión esperando algo más de fútbol. Es posible que Valverde tuviera en mente el encuentro del miércoles y lo planteara de la manera en la que lo hizo. Esta noche por el contrario no valen dos tiros a puerta, especular con el marcador, ni renunciar al estilo. Es importante ganar pero, al menos para el que aquí escribe, lo es más la manera en cómo se gana.
Concibo el fútbol como un entretenimiento, y en el momento en el que no lo percibo como tal mi mente se ve tentada a dedicar mi tiempo libre a otras cosas. Eso me lleva pasando desde la segunda temporada de Luis Enrique y aunque soy consciente de que no cambiara al menos esta temporada, sí que espero que el suplicio se vea acompañado de actuaciones esporádicas de buen fútbol.

En cuanto al R.Madrid, me hace gracia como ciertos periodistas, tales como Juan Antonio Alcalá (nunca he sido de generalizar sin poner nombres, para eso ya están los periódicos) cuentan que en el club blanco, no sabemos si es información o su propia opinión la cual hace extensible a los «mandamás» del Madrid, la Copa del Rey no importaba y es más, la Liga es un torneo doméstico que por alguna razón no motiva.
La realidad es que al R.Madrid son las propias competiciones las que lo van echando. La mala planificación del verano pensando que Benzema era de repente un killer, o el descubrimiento invernal de que un niño de 18 años podría hacer olvidar el gran vació portugués son solo dos ejemplos de lo mal que se están haciendo las cosas.
Y así llegamos al encuentro de esta noche donde Solari se ve en la tesitura de jugar con titulares para evitar que le puedan «pintar la cara» e intentar luchar por una competición que sabe perdida, o incluir a reservas centrándose en lo único que ha sostenido al conjunto de Concha Espina en los últimos cinco años, la Copa de Europa.
Veremos qué sucede en unas horas. Amor propio blanco o golpe blaugrana.