Koeman y la indefinición táctica
El holandés está en su segunda temporada en Can Barsa y lo cierto es que ha pasado por diferentes sistemas tácticos. Lo que podría considerarse como una riqueza de recursos no es más que una indefinición alarmante.
Al llegar a Barcelona, comenzó apostando por el 4-2-3-1 alternando con el 4-3-3. El cambio entre uno y otro lo marcaba la figura de Frenkie de Jong. Con el 4-2-3-1 su labor estaba dirigida a ayudar en la salida de balón junto con Busquets y Sergi Roberto, sobre todo ante la presión alta del rival. Por el contrario, en el 4-3-3 la idea era que el holandés fuese mucho más vertical recibiendo balón cerca de la defensa rival. De Jong iniciaba la fase de creación cuando el balón era blaugrana y se buscaba que conectara con la línea de ataque, Messi y Griezmann.
Por su parte el argentino y el francés intercambiaban continuamente su posición mientras que el tridente lo completaba Ansu Fati y, tras su lesión, Dembelé. Sin embargo, lo cierto es que la temporada pasada todo dependía de la movilidad de Lionel Messi en ataque. Los blaugranas basaban prácticamente todo su juego en entrar por el centro dominando el balón en muchas ocasiones de manera estéril.
A mitad de temporada, cambió a los tres centrales con un 3-5-2. Los laterales Alba y Dest daban profundidad a las bandas y los Piqué, Araujo y Lenglet apuntalaban la defensa. No obstante, el equipo alternó alguna actuación brillante con partidos de total inoperancia.

Esta temporada, tras la llegada de su petición Luuk de Jong, hemos visto al Barcelona haciendo de todo incluso optar por colgar balones como modelo de juego en lugar de como recurso desesperado de último minuto. Un claro ejemplo fue el partido contra el Granada con victoria de 1-0 gracias al gol en el 90 con centro del central Araujo y remate de Gerard Piqué, otro central.
Es ahora, y tras reproches velados (y no tan velados) por parte del entorno, cuando Koeman parece haber vuelto al 4-3-3. La irrupción de Gavi hace que el equipo no se deshaga en el mediocampo ya que Busquets se siente más arropado. Arriba, Ansu, Memphis y Dest como nuevo extremo.
Veremos qué sucede en el clásico pero todo apunta a que, a falta de saber si podrá contar con Jordi Alba, Koeman repetirá el once que puso contra el Valencia.
Ancelotti entre dos esquemas
Ancelotti es un entrenador al que le gusta atacar, quiere que sus jugadores muestren un juego que agrade al espectador.
En su primera etapa en el Real Madrid, el entrenador italiano apostó por un 4-4-2 con Cristiano Ronaldo y Karim Benzema en punta siendo los laterales, Marcelo y Carvajal, netamente ofensivos para dar así mayor amplitud al ataque blanco.
Esta temporada hemos visto como Carletto pasaba de un 4-3-3 que le dio buenos resultados a de nuevo abrazar su clásico 4-4-2. Para posteriormente volver de nuevo al 4-3-3 ante el Shakhtar. Sin embargo se está encontrando con algún problema.
El más importante probablemente se encuentre en los laterales donde busca una opción que supla la ausencia de Carvajal. Por ahí han pasado sin éxito desde Alaba, a Lucas Vázquez quien no termina de encajar e incluso Fede Valverde. De hecho no se descarta que Nacho pudiera jugar este domingo.
Por su parte, en el eje de la defensa no hay mucho debate con Alaba y Militao y no lo hay principalmente porque además de su gran nivel, no existen recambios de condiciones.

El centro del campo huele a mitos pero también a años en las piernas lo que según qué rival puede también convertirse en un óbice. Y es que ahí continúan los incombustibles Casemiro, Kroos y Modric. El brasileño y el alemán hacen que el equipo no se parta mientras el resto del equipo espera bailar al son que toca el croata.
En la delantera se espera un pletórico Karim Benzema en el mejor momento de su carrera, un Vinicius que va dejando poco a poco de ser carne de meme y la tercera plaza que cuenta con varios candidatos. Por un lado está Fede Valverde quien es figura clave en el equipo blanco y por otro Rodrygo tras su gran partido en Champions.
No parece que vayamos a ver innovaciones tácticas en El Clásico de mañana ya que son dos entrenadores poco propicios a los cambios. Si acaso será tras el descanso donde, en función del marcador, podamos ver alguna variante. Y ahí Ancelotti parece que parte con ventaja.
A mi me gustan mas los entrenadores que adaptan el sistema a los jugadores con los que cuentan y al partido concreto que se juega,que incluso modifican el sistema según vaya el encuentro;esto,quizás dificulte los automatismos en algunos jugadores y pueda facilitar ciertos desajustes,pero suele favorecer un juego más dinámico,bonito y entretenido.En fin cada aficionado se cree entrenador,pero la responsabilidad la tiene el oficial.Y que ruede el balón y disfrutemos de buen fútbol.
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