El 18 de marzo de 1900 se fundaba el “Amsterdamsche Football Club Ajax”, más conocido popularmente como Ajax de Amsterdam. Pero los orígenes del nombre son milenarios, pues se remontan nada más y nada menos que a la mitología griega. Los fundadores del club neerlandés lo tomaron de ‘Áyax el Grande’, primo de Aquiles, descrito en la Ilíada de Homero como un guerrero de gran estatura y fuerza.
Apuntes históricos curiosos aparte, lo cierto es que hablar del Ajax es hacerlo de uno de los grandes equipos del fútbol europeo. De esos que han honrado el lado más bello de este deporte, logrando sus mayores laureles en épocas en que su estilo era vistoso, elegante y noble. Puede que en el fútbol post Bosman de magnates rusos, ricos constructores y jeques árabes de hoy día, el Ajax no esté entre los favoritos para alzar la Champions League.
Pero no somos muy viejos los que recordamos su último cetro continental con un gol de un jovencísimo Patrick Kluivert en las postrimerías de la Final de Viena de 1995. ¿Saldrá algún día una hornada de jóvenes ajacied como aquella, capaz de vencer a los grandes tiburones del fútbol de hoy? Se antoja difícil, pero si un equipo pudiera hacerlo, no lo duden, ese sería el de Amsterdam.
Rinus Michels y Johan Cruyff
Los artífices del gran Ajax

Entrando en materia del artículo de hoy, la historia del gran Ajax de los setenta está ligada al nombre de Rinus Michels. Nacido en Amsterdam en 1928, fue delantero del club entre 1946 y 1958, logrando la nada desdeñable cifra de 122 goles en su etapa ajacied. Sin embargo, su mayor aporte a la historia del fútbol en general, y del Ajax en particular, tuvo lugar en el banquillo del Olímpico de Amsterdam.
Allí llegó en 1965 en una época en la que el profesionalismo del fútbol empezaba a abrirse paso en los Países Bajos. En aquel entonces, equipos como el PSV, el DWS, el Feyenoord o el Utrecht, se alternaban en la corona de la recién nacida Eredivisie con el propio Ajax, para luego morir en las primeras eliminatorias de la Copa de Europa contra equipos de ligas que hoy son sustancialmente inferiores a la neerlandesa.
La idea del fútbol de Rinus Michels se traduce en aquel Ajax de finales de los sesenta y comienzos de los setenta… y en la histórica selección de Holanda subcampeona del mundo en 1974. Ríos de tinta han corrido sobre el fútbol total que protagonizaban esos combinados, del que un tal Johan Cruyff se empaparía de tal manera que, veinte años después, cambiaría la historia de un club como el Barcelona con esa filosofía. Tal fue la aportación de Michels al fútbol en general, que la FIFA lo eligió como “entrenador del siglo” en 1999. El jugador nº 14 llegó al primer equipo del Ajax un año antes que Rinus Michels, en 1964. Provenía de la cantera, y en el momento de su debut contaba con 17 años.
La llegada de Rinus Michels al banquillo del Ajax llevó a una serie de tres Ligas consecutivas (1965-66, 1966-67 y 1967-68). En aquellos años, el principal rival del club capitalino era el Feyenoord de Rotterdam, que logró la Liga en la 1968-69 y a la postre se convertiría, contra pronóstico, en el primer campeón de Europa neerlandés en 1970. Un año antes, el Ajax comenzaba a avisar de que el fútbol de su país crecía, y de qué manera, logrando el subcampeonato europeo en 1969. En la final, disputada en el Bernabéu, cayó por un claro 4-1 ante el AC Milan.
En la temporada 1969-70, el Ajax se repone y logra un nuevo título de Liga por delante del Feyenoord. En aquel verano de 1970 se ficha a un joven de 19 años procedente de un equipo, el RCH Heemstede, que acababa de bajar a la tercera división: Johan Neeskens. Un jugador capaz de jugar tanto de lateral derecho como de centrocampista. Un talento puro que uniría su nombre al de Cruyff más allá de Amsterdam, acompañándolo después a Barcelona.
1970/71
Aquel título de 1970 dio derecho al Ajax a disputar la Copa de Europa. El equipo de la 1970-71 ya contaba con Neeskens recién incorporado junto a los Cruyff, Sjaak Swart (el veterano mediocampista que aún hoy ostenta el récord de partidos con el equipo ajacied), el defensa internacional Wim Suurbier, o el delantero Dick van Dijk, quien a la postre también jugaría en España… en las filas del Real Murcia.
Mientras que en Liga el Ajax perdió el pulso con el Feyenoord, el conjunto del Olímpico centró sus esfuerzos en la máxima competición continental. La primera ronda deparó un desplazamiento a Albania ante el 17. Nëntori Tirana. El 2-2 de la ida en tierras albanesas fue seguido de un 2-0 en Amsterdam. Nada brillante, pero peor le habían ido las cosas al campeón en título, el Feyenoord, que cayó a las primeras de cambio frente a un casi desconocido UTA Arad de Rumanía.
En octavos, 3-0 en casa y 1-2 fuera ante el Basilea suizo. Dos triunfos que dejaban el camino expedito a cuartos, donde esperaba el nada fácil Celtic de Glasgow. Sin embargo, un claro 3-0 en Amsterdam encarrilaba la eliminatoria, haciendo estéril la derrota mínima en Celtic Park por 1-0. Ese resultado se repetiría en el Vicente Calderón en la ida de las semifinales ante el Atlético de Madrid, merced a un gol de Jabo Irureta. No obstante, un nuevo 3-0 en la vuelta abría las puertas de la segunda final en tres años para el Ajax, gracias a los goles de Keizer, Suurbier y Neeskens.
La final tuvo lugar el 2 de junio de 1971 en Wembley, ante el Panathinaikos griego entrenado por Ferenc Puskas. Rinus Michels dispuso su 4-3-3 con Heinz Stuy bajo palos, Neeskens que volvía a su posición originaria de lateral derecho, Hulshoff y Vasovic en el centro de la zaga, Wim Suurbier en la izquierda; Nico Rijnders y Gerrie Mühren hacían la línea media justo detrás de un Johan Cruyff que se movía por todo el ataque; mientras que Swart, Van Dijk y Keizer ocupaban las tres posiciones más avanzadas.
En el descanso, con 1-0 en el marcador gracias al gol tempranero de Van Dijk (8’), Blankenburg entraría por Rijnders y Arie Haan por Swart. Sería el propio Haan el que cerraría el marcador en el minuto 87.

Llegaba así el primer cetro continental del Ajax. El primero de tres consecutivos. En el verano de 1971, Rinus Michels partía rumbo a Barcelona para dirigir la batuta del equipo culé. Fue el primer transbordo Amsterdam-Barcelona de los muchos que vendrían en años posteriores. Su lugar en el banquillo del Olímpico lo ocupó el rumano Stefan Kovács, procedente del Steaua de Bucarest, club con el que había logrado una Liga y dos Copas. Ese mismo verano también llegaría al primer equipo el delantero Johnny Rep, procedente de la cantera.
1971/72

La 1971-72 aún sería mejor que la anterior, a pesar de la marcha del alma máter Michels. El equipo logra una nueva Liga, revalida el título de Copa que también había logrado en 1971, consigue la Copa Intercontinental ante Independiente, y se proclama campeón de la primera Supercopa Europea, ante el Rangers, si bien esta competición tiene carácter oficioso. Y logra su segundo entorchado continental consecutivo. Es decir, el Ajax gana todas las competiciones en las que participa aquella temporada, siendo el primer equipo en la historia en conseguirlo (desde que habían competiciones europeas e internacionales, claro está).
Con la base del año anterior, y fiel al estilo de juego que implantó Michels, el ahora equipo de Kovács va dejando en la cuneta al Dynamo de Dresde, al Olympique de Marsella, al Arsenal y al Benfica. En la final espera el Inter de Milán, un gran conjunto donde juegan jugadores como Mazzola, Jair o Facchetti.
La final se disputa el 31 de mayo de 1972 en casa del eterno rival doméstico, el estadio del Feyenoord. El once ajacied está formado por Stuy; Suurbier, Hulshoff, Blankenburg, Krol; Haan, Neeskens, Mühren; Swart, Cruyff y Keizer. Dos goles de Johan Cruyff en la segunda parte resolverían el partido del lado neerlandés en una final de choque de estilos: el fútbol total contra el catenaccio italiano.
1972/73
En la temporada 1972-73, el Ajax lograría un nuevo doblete Liga-Copa de Europa, renunciando a participar en la Copa Intercontinental. En el que sería su tercer trofeo europeo consecutivo (algo que antes sólo había hecho el Real Madrid de los cinco campeonatos seguidos), el Ajax fue eliminando al CSKA de Sofía, a un fuerte Bayern de Múnich que sería el dominador del fútbol en los años venideros, y al Real Madrid en semifinales.
En la final esperaba otro italiano, la Juventus, con Dino Zoff en la portería y jugadores como Altafini, Anastasi, Bettega… y un tal Fabio Capello. El Ajax formó aquel 30 de mayo en Belgrado con Stuy; Suurbier, Hulshoff, Blankenburg, Krol; Haan, Neeskens, Mühren; Keizer, Cruyff y Rep. Un gol de Rep a los cinco minutos fue suficiente para el tercer triunfo. Aquel Ajax ya era leyenda…
Y es que Cruyff y Neeskens pusieron rumbo al Camp Nou en busca de nuevos retos junto al que había sido su entrenador en el Ajax, el irrepetible Rinus Michels. Fueron pieza clave en el brillante triunfo liguero culé de la 1973-74, tras catorce años de sequía para el club de la Ciudad Condal. Para el Ajax, las cosas no volverían a ser igual que en aquel trienio prodigioso.
En la temporada 1973-74 serían eliminados a las primeras de cambio de Europa por el CSKA de Sofía. Llegaba la época del Bayern de Beckenbauer, que igualaría los tres cetros consecutivos de los neerlandeses. Pero esa, es otra historia…
Enhorabuena por el artículo Pedro. Sin duda se trató de un equipo que marcó no solo una época sino un estilo.
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Solo un año antes, el Brasil de Pelé alzaba su tercera Copa del Mundo y dejaba el listón del jogo bonito inalcanzable para los demás. A partir de ahí, a los demás solo les quedaba correr y pelear y ahí apareció Cruijff y el Ajax
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Tienes toda la razón El Zorro, hubo un cambio tremendo en la velocidad del juego en el momento de la historia que apuntas. ¡Un saludo y gracias por seguirnos!
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Yo crecí con este equipo y su sublimación: la Holanda del 74. En la historia del futbol, pocas cosas han cambiado tanto este deporte como la aparición de esa generación. En los tiempos en que no se podía ver tantos partidos como hoy, ver a esta gente era como disfrutar del mundo digital mientras todo el mundo es analógico.
Por otra parte, también sirve para desmontar el oportunista argumento de los resultadistas. Que esa Holanda (y la generación siguiente) no haya sido campeona del mundo, solo puede explicarse por tener la malísima suerte de enfrentarse a otro grandísimo equipo histórico y en su casa y para más inri, con Cruyff con fiebre. En todo caso, eso no quita un ápice del recuerdo que se les tiene ni en el merecido agradecimiento de quienes los vimos jugar.
P.D.: Si incluso pensaban que el portero no era necesario y jugaban practicamente sin él.
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Por cierto, que Neeskens no estaba en el Barcelona campeón de la Liga del 0-5 famoso. En aquella Liga solo se podía tener dos extranjeros por plantilla y en el Barcelona eran Cruyff y Hugo, el cholo, Sótil.
Fue en la siguiente temporada cuando llegó Neeskens.
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