El Bayern de Múnich se acerca este año a un récord de diez títulos de Bundesliga consecutivos. Así las cosas, cuesta trabajo imaginar a otro club distinto en la cima del fútbol alemán durante un periodo más o menos estable. Echando la vista atrás, y más allá de títulos de Liga aislados por parte de equipos como el Werder Bremen, el Stuttgart o el sorprendente Wolfsburgo, destaca el nombre del Borussia Dortmund, quien además de haber ganado alguna Bundesliga en el siglo XXI (la última data de 2012), se situó en la cúspide balompédica alemana a mediados de los años 90, culminando con su brillante triunfo en la Champions League de 1997.
Los últimos laureles del club de Westfalia databan de los años 60, pero en 1991 se hace cargo del banquillo el suizo Ottmar Hitzfeld, hombre clave en los éxitos que estarían por llegar. Ya en la 91/92 -la primera Bundesliga con Alemania reunificada-, el Borussia peleó hasta el final por un título que se le resistía desde el año 1963: el de campeón de Alemania. El empate a puntos (52) con el campeón Stuttgart se resolvió a favor del equipo franjirrojo por la diferencia de goles general en el campeonato. El suizo Stéphane Chapuisat, procedente del Bayer Uerdingen, destacó en su faceta goleadora con 20 tantos, solo superado por los 22 de Fritz Walter (Stuttgart).

En aquel entonces, solo los campeones de Liga jugaban la Liga de Campeones, por lo que el Borussia Dortmund disputaría la Copa de la UEFA en la 92/93. Cuartos en la Bundesliga, los de Hitzfeld se centraron en la competición europea, alcanzando un brillante subcampeonato. Tras eliminar al modesto Floriana maltés en la primera ronda, fueron cayendo en las sucesivas rondas: el Celtic de Glasgow, el Zaragoza, la Roma y el Auxerre en semifinales. En la final, que entonces se jugaba a doble partido, esperaba la potente Juventus, con estrellas como Roberto Baggio en sus filas. La Vecchia Signora también contaba con un ex ilustre de las filas del Dortmund como Andreas Möller.
El 1-3 del Westfalenstadion, unido al 3-0 en Delle Alpi, no dejaron lugar a dudas: la Juventus fue campeona con claridad. Pero el Borussia Dortmund ya había paseado su nombre por Europa de forma ilustre, solo un anticipo de lo que estaría por llegar.
En el verano de 1993 llegan a Dortmund dos jugadores que serían importantes en temporadas futuras. Mathias Sammer, procedente del Inter, y Karl-Heinz Riedle, procedente de la Lazio. La campaña europea no fue tan brillante, cayendo en Cuartos de la UEFA precisamente ante el Inter de Milán. Mientras tanto, en la Bundesliga se alcanza de nuevo el cuarto lugar.
Para la 94/95, Andreas Möller regresa al equipo donde ya triunfó entre 1987 y 1990, procedente de la Juventus. Tras caer en semifinales de la UEFA con la Juventus repitiendo como verdugo, llegó la fecha histórica del 17 de junio de 1995. Era la última jornada de la Bundesliga. El Werder Bremen llegaba líder a la última jornada, pero debía rendir visita al Bayern Múnich en el Olímpico. Mientras tanto, el Borussia Dortmund recibía en su estadio al Hamburgo. El 2-0 del Borussia, unido a la derrota por 3-1 del Werder, llevaban el campeonato de Alemania al Westfalenstadion 32 años después. Era la cuarta vez que sucedía. La primera desde la creación de la Bundesliga.

En el verano de 1995 se incorporó al equipo Jürgen Köhler, internacional alemán procedente de la Juventus. El enfrentamiento entre el Borussia y la escuadra turinesa fue todo un clásico europeo en esta época. Así, el regreso del club teutón a la máxima competición continental para la 95/96 no podía deparar otro rival en la fase de grupos que la Juve.
Además, en el grupo estaban el Steaua de Bucarest y el Glasgow Rangers. Pasó el Borussia como segundo, tras la Juventus, a la postre campeona de Europa aquel año en los penalties ante el Ajax. El conjunto neerlandés fue el que eliminó a los de Hitzfeld en cuartos de final. Mejor fueron las cosas en la Bundesliga, donde el Borussia pudo revalidar su título de campeón, esta vez en pugna con el Bayern y con una jornada de antelación, después del 2-2 en su visita al 1860 Múnich, unido a la derrota del otro equipo bávaro ante el Schalke 04.
Llegó entonces la temporada 96/97, inolvidable para cualquier aficionado del Borussia Dortmund. Si bien en el campeonato liguero el mano a mano por el título fue entre el Bayern Múnich (a la postre campeón) y el Bayer Leverkusen, quedando nuestro equipo protagonista en tercer lugar, la trayectoria en la Liga de Campeones llevó a las vitrinas del Westfalenstadion la famosa Orejona. Los rivales en la fase de grupos fueron el Atlético del doblete, el Widzew Lodz y el Steaua de Bucarest. Alemanes y españoles hicieron buenos todos los pronósticos, clasificándose para los cuartos de final. El Atlético pasó como 1º de grupo gracias al 1-2 del Westfalenstadion, que superaba el 0-1 en el Vicente Calderón logrado por el Borussia.
En cuartos de final esperaba el campeón francés, el Auxerre, a quien venció en los dos encuentros (3-1 como local y 0-1 como visitante). En semifinales, un hueso más duro de roer, el Manchester United de Sir Alex Ferguson. Nuevamente, el Borussia Dortmund venció en ambos encuentros (1-0 en casa y 0-1 fuera). En la final aguardaba, cómo no, la Juventus. El temible conjunto italiano partía como favorito en su condición de campeón y por tener en su alineación a muchos de los mejores jugadores del mundo de la época (Zidane, Deschamps, Del Piero, Vieri, Boksic…).
Era el 28 de mayo de 1997 y el escenario del choque fue el Olímpico de Múnich. Lo que parecía que iba a ser la tercera Copa de Europa turinesa devino en el tercer campeón alemán del torneo, tras Bayern y Hamburgo. Dos goles de Karl-Heinz Riedle en los minutos 29 y 34 pusieron una clara ventaja para los de Dortmund, que formaron con: Klos; Kohler, Sammer, Kree, Reuter; Lambert, Paulo Sousa, Heinrich, Möller; Riedle y Chapuisat. En el 67 Herrlich sustituyó al goleador Riedle, en el 70 Ricken entró por Chapuisat y en el 89, Zorc por Möller. Del Piero, que había entrado en el descanso por Porrini, había acortado distancias en el minuto 66. Fue precisamente el recién ingresado Ricken quien sentenció en el minuto 70 con el 3-1 definitivo.

El Borussia Dortmund lograría además la Copa Intercontinental tras vencer por 2-0 al Cruzeiro brasileño.
La 97/98 fue el último año de Ottmar Hitzfeld al frente del banquillo del club. En Liga de Campeones se alcanzaron unas meritorias semifinales, cayendo ante el Real Madrid en la famosa eliminatoria en la que los aficionados tiraron la portería en el Santiago Bernabéu. Antes, en cuartos, el Borussia se dio el lujo de eliminar al Bayern de la competición. En Liga la trayectoria fue bastante gris e impropia de lo que habían sido los últimos años, acabando en décimo lugar, muy lejos de los puestos europeos. Se puso fin así a una etapa en la que el Borussia Dortmund pudo presumir de ser el mejor equipo de Alemania durante unos años. Algo impensable hoy día, cuando el Bayern domina con mano de hierro el fútbol de aquel país.