Aaron Ramsey es un centrocampista galés del Arsenal, uno de esos «descubrimientos» de Wenger que, a pesar de su juventud, tiene 23 años, y de haber que lidiar con alguna grave lesión se ha convertido en pieza clave dentro del conjunto londinense, donde afronta su cuarta temporada seguida tras algunas cesiones. Con la Selección Galesa ya ha ostentado la capitanía, siendo, junto con Gareth Bale, su gran estrella.
Se trata de un centrocampista completísimo al que en Gran Bretaña comparan, por ejemplo, con Gerrard. Capaz de desempeñarse a fondo en el robo de balón, es uno de los medios más dotados para la combinación en pases cortos de toda la Premier League, tiene buena pegada desde lejos y es capaz de asomar al área y llegar a gol. Ayer contra el Galatasaray se destapó marcando por partida doble, uno de ellos, un golazo espectacular.
Pero ahí, en su faceta goleadora, reside la mayor curiosidad de su carrera. En 2011, los rotativos británicos empezaron a hacerse eco de una macabra coincidencia: cada gol de Ramsey coincidía en un máximo de tres días con el fallecimiento de alguna celebridad.
Aquel 2011 ha sido sin duda la demostración más espectacular de su gafe: Osama Bin Laden, Steve Jobs, Muammar Gaddafi y Whitney Houston (ya en febrero de 2012) hicieron coincidir su óbito con cuatro tantos consecutivos del galés.
Hay quien incluso, buceando en las fechas, ha encontrado coincidencias hasta en 14 goles del mediocampista, desde Andrés Montes coincidiendo con su primer gol con Gales, hasta la temporada pasada, con los fallecimientos del actor Paul Walker, el exboxeador «Huracán» Carter o el ilustrador HG Giger. Esta temporada «debutó» como goleador con el fallecimiento de Robin Williams.
Si bien durante 2013, su años más prolífico en cuanto a goles, el gafe pareció desaparecer, esas últimas muertes del 2014 hacen que hoy, tras su doblete ante el Galatasaray, tengamos que estar atentos a las noticias.